lunes, 6 de febrero de 2012

Imagined London, de Anna Quindlen

Imposible ya medir el tiempo que tardo en leer un libro y sacar conclusiones acerca de lo que me ha gustado o dejado de gustar. He tardado siglos en leer Imagined London, de Anna Quindlen (y mucho más en completar esta reseña, escrita por entregas) y sin embargo me ha gustado muchísimo. Fue a Londres y volvió y todo el tiempo que lo leí (antes, durante y después del viaje) creo que no había página en la que no asintiera.

Anna Quindlen habla de algo que muchos de los que leen este blog comparten: de cóm se llega a Londres a través de los libros. De cómo la ciudad de Londres es un hervidero literario en que se juntan miles y miles de libros. Existe un Londres normal y corriente que aparece en los mapas de las guías de viajes, pero también un Londres muchísimo más interesante y vivo que cada lector se va forjando, sobre todo si el lector en concreto es un anglófilo empedernido, como lo es Anna Quindlen, como lo soy yo (anglófilas in absentia ambas, como ella dice).
Anna Quindlen derrocha pasión por la ciudad y por los libros y es tan amena de leer como Anne Fadiman (no sé por qué sus estilos me parecen semejantes) y hace que el lector (anglófilo o devorador de libros o ambos) lo pase de maravilla, asienta y devore todas las curiosidades que va contando. Cualquiera que haya estado en Londres compartirá la admiración por muchas cosas de la ciudad, por ejemplo el hecho de que una ciudad tan grande y llena de gente tenga de repente y con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar remansos de paz.
Pese a que no siempre coincidimos exactamente en los gustos lectores (en muchos sí, pero ella adora a Dickens, que este año celebra su 200 cumpleaños, y yo no), encuentro sus recomendaciones, sus divagaciones y sus observaciones perfectas. Por ejemplo, que no me guste Dickens no significa que no sepa apreciar todo lo que significa literariamente hablando y ahí que cuando estuvimos en Londres en el puente de diciembre y pasamos por su misma calle (bueno, la que tiene su casa-museo, Dickens en realidad vivió en un montón de sitios), Doughty Street, dudáramos momentáneamente si pasarnos o no. Al final la cosa quedó entre eso y la British Library, con el manuscrito de Jane Eyre y su irresistible tienda, y nos decantamos por la British Library. De modo que cuando Anna Quindlen habla del Londres de Dickens (que por cierto también es en gran medida el Londres de nuestro hotel favorito, en la orilla sur) o de P.D. James, yo lo complemento con el Londres de Barbara Pym o similares.

Lo importante es que Londres, aparte de a ese olor inglés que me resulta inconfundible pero que me siento siempre incapaz de poner en palabras, no sólo rezuma historia, sino literatura. Londres es el libro de segunda mano (segunda mano elevada a infinito) por antonomasia.

(Este fue el último libro de 2011. Mejor no hago balance lector de 2011 que sería pésimo aunque compensado con creces por Héctor, que es la causa).

25 comentarios:

  1. Este me lo compro pero ya! Me va a venir de perlas, estoy segura

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    1. Seguro que sí. Es una joya de libro, mucho mejor que alguan que otra guía de viaje.

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  2. Una lectura muy entretenida. Aunque el Londres literario tiene tantas facetas que he de confesar que el libro me supo a poco. Hubiera querido mucho más.

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    1. Ah, yo también hubiera seguido leyendo con mucho gusto. Me pareció un estilo de lo más ameno.

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  3. ¡Me encanta el Londres literario!. Supongo que como es normal no estará traducido. Ojalá las editoriales se animen. Aunque el 2011 tus lecturas no hayan sido tantas como estás acostumbrada Héctor seguro que lo ha compensado . De todas maneras aunque con retraso tus comentarios/recomendaciones son siempre bienvenidos. Besos

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    1. Ya ves lo que dice Samedimanche más abajo. Yo creo que por lo bien que está y lo fácil de seguir que es, sobre todo con unos conocimientos literarios anglófilos como es tu caso, el libro se deja leer incluso auqnue no esté traducido.

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  4. Me uno al deseo y/o ruego de que lo traduzcan. Pasear por Londres y ver las placas azules (ignoro si tienen un nombre concreto) con los nombres de tantos escritores, es una sensación increible.
    Seguro que una sonrisa de Héctor dan para un cuento, como compensación por tener menos tiempo para leer.

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    1. Yo también adoro las plaquitas azules, que son una pequeña muestra de la de cosas y gente que han pasado en y por Londres. Imagined London es como una plaquita azul hecha libro, no porque esté plagado de información, sino por lo informativo y agradable que resulta.

      Sí, sí, Héctor lo compensa todo. Los libros siempre esperan, Héctor crece por momentos...

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  5. Desde aquí animo a leerlo a aquellos con un nivel limitadito de inglés porque es sencillo y ameno, muy fácil de leer, entender y disfrutar.
    Coincido en el asentamiento contínuo: durante la lectura necesité un collarín.

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    1. Buena recomendación y tienes toda la razón.

      Deberían regalar el collarín con el libro, ¿no te parece? Y puestos a regalar cosas también una estancia en Londres ;)

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  6. Qué placer volver a leer tus comentarios!

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  7. Yo también lo disfruté con pasión. Solo podía existir comunión de ideas con la autora, entre otras cosas porque no somos objetivos con respecto a la ciudad. Por muchas que vea a lo largo del mundo no creo que nunca deje de ser mi ciudad preferida. Es más, lo afirmo.
    Me alegro mucho de que te haya gustado.
    Saludos.

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    1. Pues fíjate que yo de Londres siempre suelo decir que me gusta mucho el contenido y no tanto el continente. Parte de la culpa la tienen los londinenses. Londres, en cuanto a la infinidad de cosas que ofrece, me gusta mucho, pero la afabilidad de la gente de otros sitios de Inglaterra (el norte, por ejemplo) la echo mucho en falta en la gran ciudad.

      ¡Y ahora me acuerdo de que este libro lo descubrí gracias a ti! Ay, muchísimas gracias. Una gran, gran recomendación.

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  8. Me muero por volver a Londres, aunque antes quisiera conocer Venecia y hacer millones de fotos, hasta gastarla!!!!

    (La palabra que me sale es "mirati", jaja! Suena italiana)

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    1. Ufff, pues yo estuve hace años en Venecia y la odié. Me pareció de esas ciudades que no están a la altura de su fama. Pero claro, hacía un frío horrible y apenas habíamos dormido la noche anterior (fue un viaje desde Roma en autocar), así que supongo que eso tampoco ayudaba. Si vas ya contarás si la encuentras a la altura de las expectativas fotográficas que tienes.

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  9. Pues ya que pasará bastante tiempo hasta que volvamos a Londres, creo que tendré que leerme el libro para recrear un poco la mente:)De momento este año sólo me ha dado tiempo a leerme dos libros, pero es que con la vuelta al trabajo, el tiempo libre es todo para los peques!
    Me alegra leer (que te leo, aunque no comente) que Héctor sigue tan bien y tan grandote.

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    1. ¿Qué tal tus niños? No te imaginas lo que pienso en vosotros y en lo mayores que estarán ya. Cada vez que creo que no doy abasto con Héctor me vienes tú a la mente ;)

      Dicho eso, lo que me fascina es que hayas leído dos libros y todo.

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  10. Me encantaría leer este libro...pero el tiempo lo dirá...¿es muy gordo? Tiene muy buena pinta y ya se lo oí recomendar a Little Emily. Lo que más me ha gustado, es que nos hables de él. Una historia preciosa!! Creo que parece imprescindible. Gracias por la recomendación. Bss!!

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    1. Qué va, no es nada gordo. De hecho ya ves que decimos que ojalá fuera más largo. Es cortito y súper ameno. Haz por cruzarte con él, María, que seguro que no te arrepientes y te daría para una entrada preciosa en tu blog.

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    2. Ok!! Seguiré tu consejo y dejaré que alguien me lo regale...
      Besos grandes!!! Y gracias por tus palabras acerca del blog ;)

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  11. Hola, suelo leerte pero no escribirte. Sin embargo en esta entrada me apetecía escribir.
    He oído que quien va a Londres encuentra el Londres que busca, yo creo que es verdad porque no recuerdo ninguna ciudad que me dejara esa sensación. Ah! Y yo también recuerdo un olor particular indescriptible... aparte del olor a té que te invade cuando entras en alguna cafetería, ¡me encantó encontrarme con ese olor! Las cafeterías de España huelen a café y las de Londres a té. ¿Se nota que tengo cierta pasión por esta ciudad también? :-)
    Buen fin de semana Cristina.

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    1. Estamos igual, porque yo también te sigo en silencio (me encantan las fotos mes a mes de Celia). El dicho sobre Londres creo que viene de 84 Charing Cross Road y yo también estoy totalmente de acuerdo.

      ¡Bien por el olor a té! Es una delicia entrar en esas cafeterías, ¿verdad?

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  12. Hola,

    Te leo y me gusta tu blog.
    Como adicta a Dickens me asalta la curiosidad sobre ese hotel favorito tuyo en la orilla sur. ¿Me puedes ayudar con eso y decirme de que hotel se trata?
    Felicidades por tu blog y por transmitir al afortunado Hector tan temprano ese sentimiento anglófilo que seguro compartirá con vosotros.
    Un abrazo.

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  13. Hola y gracias por el comentario. Es un poco absurdo pero prefiero guardarme el nombre del hotel. Es como la receta de las galletas de la abuela. En cualquier caso el hotel, salvo por estar en la orilla sur rodeado de un Londres dickensiano, no tiene nada que ver con Dickens.

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