
Tuvimos suerte, además, porque durante unas semanas la "estrella invitada" de Xanadu no es otra que Whoppi Goldberg. La mujer es divertidísima: va estando mayor y mientras que todas las demás actrices llevan unos taconazos ella lleva zapato plano y además reinventa las coreografías a si estilo. Vive su vida, pero está estupenda.
Yo no sé si he visto la película de Xanadu entera o sólo trozos, pero sé que el musical no se parece demasiado y que, mientras la película se tomaba a sí misma muy en serio, el musical no para de reírse de sí mismo y de un montón de gente y de situaciones. No es para menos, claro. La actriz que hace de Clio/Kira lo hace de maravilla y el papel tiene sus dificultades: no sólo baila y canta sino que se pasa más de la mitad del musical patinando y poniendo acento australiano.
El caso es que entre ella y el resto de musas y el chico que hace Sonny te pasas el rato riendo a carcajadas. A mí me gustó muchísimo mi primer musical de Broadway (¿a que suena bien decir eso?).

Y este teatro, el Gershwin, era justo lo contrario del Helen Hayes, enoooooooorme. Y eso que fuimos a una matinée (a las tres de la tarde de un domingo). El escenario, los efectos, los trajes y todo son espectaculares y te dejan boquiabierto todo el tiempo. No tanto como en Xanadú, claro, pero en este también te ríes mucho.
Las canciones también están muy bien. A mí sobre todo me gustó mucho Defying Gravity. En YouTube está con subtítulos en español aunque con otras actrices que no son las que nosotros vimos.
Por si hay alguien que no lo sepa, Wicked cuenta la otra versión de El Mago de Oz (y de hecho se ríe un poco de Dorothy, sin sacarla nunca a escena), la historia de Elphaba, la bruja mala del oeste y de Glinda, el hada buena (que, según ella misma en Wicked, antes se llamaba "Galinda con ga"). Glinda es una juerga. No sé cómo será el libro original, ahora tengo cierta curiosidad. Desde luego la historia, tal y como está contada en el musical, me pareció excelente.
Mención especial sobre el público de Broadway. Se lo toman muy en serio, pero a la vez también de forma muy entusiasta, de modo que aplauden (y silban y de todo) cuando un actor, sobre todo si es conocido, sale a escena, cuando hay un chiste divertido... cuando lo creen apropiado, vaya, y no sólo como aquí al final de cada número. El ambientillo es estupendo.
Mi recomendación, sin dármelas de experta, es que si alguien va a Nueva York y quiere (porque debería) ver un show de Broadway lo mejor es ir a uno que no sea demasiado de turistas (ahora por ejemplo Mamma Mia! o El rey león... y Wicked hasta cierto punto, aunque no vimos a demasiados, quizá por la hora). Pero turistas o no, mínimo un espectáculo de Broadway es casi obligatorio.
No he tenido la oportunidad de ir a ver un musical las veces que he estado en Nueva York y la verdad es que me encantaría. Además el libro de Wicked me gustó, así que creo que ya tengo mi musical...
ResponderEliminarBueno, ahora ya tienes la excusa perfecta para volver :)
ResponderEliminarQué envidia me das después de leer esta entrada. Wicked es uno de los musicales que me encantaría ver, he visto algunos videos en el youtube y debe ser espectacular.
ResponderEliminar¡Lo es! La producción es impresionante, todo esta cuidadísimo y para cuando llega el final del primer acto (con Defying Gravity) no te puedes creer que todo eso esté pasando en un escenario.
ResponderEliminarA ver si consigues verlo, lo disfrutarías muchísimo.