- La cola de media hora en la carnicería se hace ya de por sí eterna, más aun cuando el tema de conversación ininterrumpida de las
- Al volver de la carnicería la lotería seguía sin tocarnos.
- El menú de Navidad de Ikea está rico, aunque de lo que te anuncian a lo que te ponen en el plato haya una gran diferencia (o más bien, falta) de ingredientes.
- Hay demasiados tipos de langostinos (y resulta que si tienen pinta fea y no naranjita no están necesariamente malos, puede que sólo crudos... todo un descubrimiento). Hemos pasado más de 10 minutos decidiendo cuáles comprábamos para Nochebuena. Menudo quebradero de cabeza: tigre, banana, blanco, vannamei, salvaje, grande, mediano, pequeño... Cuando ya con la elección en las manos Manuel protestaba del muchísimo tiempo que nos había llevado, le he dicho que ha sido como una versión en vivo y en directo de la wikipedia, sólo que en la wikipedia no corres el riesgo de perder las manos por congelación.
- Odio que vendan el apio por kilos.
- Al volver de todas las compras, y ahora ya es irreparable, sigue sin habernos tocado la lotería. Y yo me habría conformado con cualquier premio "bajito".
Y mañana más compras. Qué agotadora es la Navidad y cómo se pierde la noción del tiempo, llevo todo el día sin saber qué día es exactamente o a cuántos días estamos de Nochebuena.
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