No puedo comenzar esta entrada sin dar las gracias a la única lectora por ejercer de corresponsal súper eficiente y sin dar las gracias a todos los que nos felicitásteis y dísteis la bienvenida a Héctor en la entrada anterior. Aunque no tuve tiempo de contestarlos, sí que fui leyendo los comentarios poco a poco a medida que se iban publicando, siempre haciéndome muchísima ilusión.
Por fin consigo sentarme a escribir esta entrada que tenía pendiente. Héctor ya es un hombre hecho y derecho de semana y pico y yo aún no lo he presentado en el blog. La falta de presentación se debe en parte a él mismo ya que, aunque no nos podemos quejar demasiado y se lo perdonamos todo por lo mono que es, lo de quedarse dormido aún no se le da del todo bien, así que nos pasamos los días tratando de que coja el sueño y de paso seguro que rompiendo unas cuantas reglas de todos los manuales del buen dormir y similares. Pero cuando se ven pasar las horas de reojo en el reloj del despertador eso es lo de menos. De todos modos, es un poco considerado y no nos obsequia con noches sin dormir todos los días, sólo algunas, por ejemplo y sin ir más lejos esta pasada noche ha sido un niño modelo.
Para compensar y para mantener sus casi cuatro kilillos, eso sí, come de maravilla. Será que los dulces de cierta pastelería con que mi padre nos sorprende día sí y día también le gustan tanto como al resto. Porque sí, pese a todo, aquí parece que todos nos hemos apuntado a la dieta de Héctor: la de engordar más que perder peso. No sólo iba a ser "imitarle" en lo de las pocas horas de sueño.
Y por lo demás nos pasamos los días entre pañales, entre paseos con el cochecito, entre quedarnos mirando las caras graciosas que pone y otras pequeñas cosas que resultan de lo más novedosas y entretenidas.
En cuanto vayamos consiguiendo poner algo de orden en nuestras vidas iré intentando volver a escribir con cierta regularidad y, sobre todo, a comentar en vuestros blogs. Lo que también debo decir es que la foto de Héctor que acompaña esta entrada será la única foto - al menos de cara - que ponga suya en el blog. Pero desde luego esta no será ni de lejos la última vez que aparezca él, de una u otra forma, por estos lares.
Gracias de nuevo a todos.