domingo, 11 de diciembre de 2011

Just My Type, de Simon Garfield

Entrada programada.

Just My Type, de Simon Garfield, es de esos libros que te abren los ojos de tal forma que luego te obsesionas con el tema hasta límites insospechados. A mí ya me interesaba mínimamente el tema de los tipos de letras, las fuentes, etc. Hubo un tiempo en que realmente las coleccionaba en el ordenador y de ahí que, aunque ya me "quité" de eso, me quede un buen legado en el ordenador. Otra es que las use (apenas), pero a veces resulta agradable saber simplemente que están ahí y, si quiesieras, podrías encontrar el tipo de fuente ideal para prácticamente cualquier ocasión (si eso fuea lo tuyo, que no lo es en mi caso). Total, que como queda clara, el interés estaba ahí pero mucho mejor que me quede en el aspecto teórico porque el práctico entre unas cosas y otras queda más o menos descartado.

A Simon Garfield lo conocía de sus ediciones de diarios de Mass Observation, así que tenía buenas referencias y, aunque me esperé (con mucho esfuerzo) a que saliera la edición en tapa blanda, tenía muchísimas ganas de hincarle el diente a este, por muy distinto que fuera el tema. Llegó en octubre y, con este clima de lectura tan extraño que tengo (eufemismo para la combinación Héctor + poco tiempo + mucho sueño + concentración que va y viene), me pregunté brevemente qué tal se me daría un libro de no ficción. Los de ficción habían costado un poco, así que era difícil que me resultara más complicado de leer y el caso es que no sé si por lo interesante del tema (aunque la única lectora estuvo de visita de nuevo hace poco mientras lo leía y no lo vio en absoluto interesante) o por lo ameno del estilo de Simon Garfield, lo leí no exactamente en un santiamén pero si en un tiempo razonablemente breve en comparación con los otros libros leídos dH (después de Héctor).

Me pareció todo cuoriosísimo, desde los tipos de letra que menciona, hasta las anécdotas/historias relacionadas con su creación y uso al tiempo que me abrió los ojos en lo que respecta a cómo se produce y esiona el nacimiento/uso de una funete, etc. Así contado puede que suene como le sonó a la única lectora pero de verdad que es muy, muy interesante, sobre todo si la curiosidad por el tema ya está ahí mínimamente.

Volviendo a lo que decía al principio, es estar leyendo el libro (y después) e irse los ojos a tu alrededor a ver qué tipo de fuentes usan quiénes, dónde y por qué. Lo malo es que y soy un tanto negada para el reconocimiento de ciertas fuentes que a mí me parecen similares así que no llego a sacarle todo el provecho que podría a mis exploraciones que, como mínimo, le dan un poco de interés renovado a mis eternos paseos por las mismas calles, salvo excepciones, con el carrito de Héctor.

Curioso enterarse de cosas acerca de mi letra por defecto en Word (Garamond, aunque ya había leído sobre ella en la wikipedia hacía tiempo; vale sí, soy rara), mi letra por defecto en Word para el teletrabajo (Calibri, de la que no sabía nada), mi letra por defecto en el blog (Verdana, de la que ya sabía algo a raíz de aquella polémica del catálogo de Ikea), etc.

El libro atrapa desde el principio, creo yo, gracias a que empieza pisando fuerte prestando atención a Comic Sans, esa fuente tan odiada en la que creo que todos hemos escrito alguna vez aunque ahora nos rechinen los dientes sólo de recordarlo. Y en la que, por desgracia, la gente sigue escribiendo. No tengo nada en contra de la fuete por sí sola, tiene su función, pero, como se dice en el libro, sí en contra de su uso indiscriminado y que demuestra que, por increíble que parezca hay una fuente para cada cosa y una lápida escrita en Comic Sans es una muy mala idea. En mis exploraciones locales me la encontré en el cartel de un parque infantil pidiendo a la gente que no deje entrar a los perros y aún no termino de decidir si el mensaje la invalida o el dibujito que la acompaña la legitimiza. En lo que tengo claro no va bien es en unos apuntes acerca del masaje del bebé que me pasaron hace unos días. Pobre Héctor, cómo le voy a dar un masajito en Comic Sans.

6 comentarios:

  1. Fijo que me hago con un ejemplar, no sabía que ya había salido en paperback. Simon Garfield es garantía de buena lectura. Me apasionan las historias sobre tipografía y estoy totalmente de acuerdo con eso de que hay una tipografía para cada cosa. Y en que la Comic sans debe usarse sólo en ocasiones muy contadas.

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  2. Lo cierto es que yo escribo mucho en Comic Sans, ahora he debido bajar muchos puntos :P Tengo mis preferencias en cuestión de fuentes y me decanto por utilizar siempre las que más me gustan, sin ningún tipo de discriminación. Creo que me haré con un ejemplar para saber más cosas y el por qué no debo utilizar tanto el Comic Sans, que aclaro también que lo utilizo para portadas o documentos personales, con contadas excepciones aparece en público.

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  3. Pues a mi la Comic Sans me gusta!! Voy a tener que investigar. La que no me gusta es la Courier New y la que aborrezco (porqué en mi anterior odioso trabajo tenía obligación de usar) es la Tahoma!

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  4. También soy de las que acumulan tipos en el ordenador, de hecho cuando cambié a Mac, fue lo que mas mal me supo de regalar mi viejo ordenador, quedarme sin mi colección de tipografía XD
    Tengo muchas ganas de leer este libro, así que me alegro ver que te ha gustado.

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  5. ¡Muy interesante el tema de las fuentes! Yo siempre uso las mismas.El resto languidece en el ordenador. Luego veo textos con otros tipos( que nunca puedo identificar) que me parecen muy atractivos. Saludos

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  6. Elena: pues que caiga el libro porque merece muchísimo la pena, ya verás.

    LittleEmily: yo no soy totalmente anti Comic Sans, sólo pienso que ebe usarse adecuadamente. Poner una letra excesivamente seria en, qué sé yo, unos dibujos, me parecería igual de absurdo que ciertos usos que se le dan a la Comic sans. Cada tipo tiene su momento, pero sobre todo es cuestión de que uno se sienta cómo en lo que escribe. Un tipo de letra es como un ropa que te pones, tiene que ser tu estilo.

    Mar: te digo lo mismo que a LittleEmily. Yo de pequeña escribí mucho en Comic Sans, me parecía lo más para escribir correos electrónicos ;)

    Nit: si eres de Mac te gustará el libro seguro. Simon garfield poco menos que hace de Steve Jobs el profeta que trajo los tipos de letras a nuestras vidas ;)

    Pilar: yo también algo ando encasillada porque ahora estoy poco "creativa" (que tampoco es que nunca lo haya sido demasiado) con el ordenador, pero aun así me gusta curiosear fuentes aunque, como ú y pese a haber leído el libro de cabo a rabo, hay unas cuantas que soy incapaz de diferenciar.

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