miércoles, 19 de enero de 2011

Less than Angels, de Barbara Pym

Ya me ha pasado alguna otra vez: parece que me autoboicoteo al colocar los libros en la estantería. Sigo leyendo la obra de Barbara Pym - poco a poco - por orden cronológico y, durante unos minutos, gracias a los libros mal ordenados en la estantería, estuve convencida - llegué a elegir señal para él, etc - de que me tocaba leer A Glass of Blessings (Los hombres de Wilmet). No recuerdo cómo me di cuenta del error, pero el caso es que al poco tiempo tenía el problema subsanado y Less than Angels entre manos. Ya ha quedado patente en muchas ocasiones que los números no son lo mío pero cuando una ve que más de una vez el orden cronológico en la estantería se le resiste la cosa empieza a alcanzar límites insospechados.

Y, efectivamente, no hubiera sido tan grave equivocarme de libro (ya me ha pasado más veces con otros autores; luego me da un poco de rabia, pero si he disfrutado del libro me da un poco igual) pero a medida que voy leyendo más de Barbara Pym me doy cuenta de que probablemente habría sido de las autoras con las que supondría una metedura de pata mayor. Barbara Pym no se quedaba encasillada en un mismo tema (prueba de ello es este libro, sobre esto más abajo) pero sí que voy notando que, libro tras libro, va construyendo y sentando las bases de su mundo en miniatura. En miniatura porque es creación suya y en miniatura porque todo es cotidiano en general. De modo que si en otros libros no era raro encontrarse con un cameo de la propia autora entre las páginas, en este me sorprendió y no me sorprendió toparme con un par de breves menciones a Mildred Lathbury (y, digamos, su entorno, que no quiero destripar nada), la protagonista del estupendo Excellent Women (Mujeres excelentes). Me sorprendió como encontrarme con alguien que hace tiempo que no ves por la calle, pero no el hecho de que estuviera allí. Y esto, aparte de agradable, es muy gratificante para el lector (sobre todo para el lector que, como yo, se autoimpone el orden cronológico) y un bonito detalle de parte de la autora.

Como decía, Barbara Pym diseñó un mundo en miniatura pero no por ello poco variado. Es cierto que nos toparemos con pocas eminencias o con poca gente pobre, pero ella y sus protagonistas se mueven en la clase media entre la que se movían y probablemente se mueven aún sus lectores. De modo que para el lector común el mundo creado por Barbara Pym es bastante similar al mundo que conoce y en el que se maneja, si bien los personajes que lo pueblan no siempre son del tipo que nos rodean, mucho menos cuando uno no reside en Inglaterra. Pero como dice Salley Vickers en la introducción de mi edición, lo que hace que las historias de Barbara Pym sean universales y, a pesar de sus años de olvido, hoy puedan leerse sin problemas (como las historias de Jane Austen, con quien tanto se la compara) es que, para bien o para mal (en este caso para bien), Barbara Pym hacía caso omiso de las modas (tanto en cuestiones prácticas como teóricas) y de ese modo conseguía unas historias universales que, cincuenta y pico años después (Less than Angels se publicó por primera vez en 1955 y fue uno de sus libros de mayor éxito), siguen teniendo todo el sentido que tenían por aquel entonces.

En Less than Angels, Barbara Pym nos lleva a un mundo que conocía bien ya que durante muchos años fue editora de una revista del sector: el mundo de la antropología o, mejor dicho, el mundo de los antropólogos, que, con algunas excepciones, es idéntico al mundo de cualquier gremio formado por personas: hay amores y desamores, hay dilemas morales, hay arribistas, hay caraduras, hay gente buena, hay cotillas, hay interesados, hay ricos, hay gente que no sabe muy bien lo que quiere, etc.

Así que Less than Angels cuenta la historia de un grupo de jóvenes antropólogos en diferentes situaciones, los "superiores" que los rodean y que dan idea del mundillo en que se mueven y se moverán, las familias y amigos de algunos de ellos y, en medio de todo esto, Catherine Oliphant, que no es antropóloga, sino escritora de artículos y relatos para revistas de mujeres (y me pregunto si inspirada por la auténtica Margaret Oliphant, de quien no he leído ni conozco apenas nada así que no puedo salir de dudas). Catherine Oliphant que, podría decirse, es la antropóloga de los antropólogos, la que observa su comportamiento y decide cómo actuar con ellos. Catherine Oliphant que, en común con tantas otras heroínas de Barbara Pym, es al mismo tiempo un poco dispersa y en cuya cabeza bullen todo tipo de citas literarias (en general de poetas del siglo XIX) y a la que le gusta pensar en sí misma como una especie de Jane Eyre (y se pregunta si los hombres también se comparan a sí mismos con Rochester o Heathcliff). Catherine Oliphant, ayudada por los excelentes personajes secundarios que la rodean (Mark y Digby en especial), se ha convertido en uno de mis personajes Pym preferidos hasta el momento (después de Mildred Lathbury, eso sí). No me atrevo a decir que siempre será así ya que la propia Pym decía que Catherine había sido una de sus preferidas pero que por entonces (esto lo decía en 1964 en una carta a Philip Larkin) prefería a Wilmet (de A Glass of Blessings (Los hombres de Wilmet)) y a Prudence (de Jane and Prudence).

Por cierto que, por casualidades de la vida (o porque voy leyendo la estupenda poesía de Philip Larkin muy poquito a poco), estos días en que he estado leyendo a Barbara Pym, ambos han vuelto a coincidir sobre mi mesilla (da igual que una tenga poca - por no decir ninguna - tendencia al insomnio, mis libros duermen en la mesilla de noche por si las moscas). Aún no he explorado demasiado su amistad ni su correspondencia (incluida en A Private Eye, meta de mis lecturas Pym) pero me basta con saber que eran buenos amigos y que fue Philip Larkin (y también Lord David Cecil) quien a finales de la década de los setenta contribuyó a sacarla del olvido en que había caído injustamente. De las combinaciones literarias que se han visto sobre mi mesilla creo que esta tiene que haber sido de las más agradecidas.

Ya para concluir no puedo dejar de decir que Less than Angels no sería un auténtico Pym - que lo es - si no destacara del él las risas, las pequeñas grandes frases de la señorita Pym, el omnipresente té y lo puramente inglés del entorno. Una joya más de Barbara Pym que, aunque (¿aún?) sin traducir, recomiendo a quien pueda encarecidamente.

Mis lecturas anteriores de Barbara Pym:

- Excellent Women (Mujeres excelentes)
- Jane & Prudence
- Some Tame Gazelle

6 comentarios:

  1. Lamentablemente no me manejo yo como para leer en inglés aunque la recomendación parece de lo más interesante, no sé me ha recordado en algo a la serie de Bones y al papel que en ella hace el psicólogo...En fin que espero una pronta traducción.
    Un saludo

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  2. Me encanta este libro, y qué gusto recordarlo en este post. Leer a Barbara Pym es SIEMPRE un placer!!!

    Por si alguien quiere hacer further reading, y con permiso
    http://comounametafora.blogspot.com/2010/01/less-than-angels-de-barbara-pym.html

    Un saludo!
    pablo

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  3. Que curioso que prefiriera a Wilmet a la protagonista de esta novela. Acabo de terminar "A glass of blessings" (literalmente hace veinte minutos) y bueno, ya me contarás cuando lo leas. Por supuesto nada te digo de la novela, solo que te va a gustar, con lo cual no te descubro nada.
    Despues de leer tu entrada, creo que voy a hacer "orden inverso", voy a leer esta novela después de la posterior (mi orden suele ser peculiar. O inexistente, vamos). Me ha gustado mucho la entrada del blog. Parece muy atractiva, como toda obra de Pym (hasta donde conozco por ahora).
    Por cierto, sin que venga nada a cuento: que diferentes son las obras de Barbara Pym y de Muriel Spark , que son las dos hijas de la Gran Bretaña que me traen ahora de calle. Son una mezcla curiosa para alternarlas.

    PS: Ya he conseguido Cuarteto de Otoño. me falta una menos. Y de Muriel Spark creo que poquísimo.

    Saludos. Y espero a ver tu futura entrada acerca de "A glass of blessings"

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  4. Dina: si te pica la curiosidad con Barbara Pym, sí que tiene algunos traducidos. Y he visto muy poco de Bones (un capítulo entero y trozos sueltos de otros) así que no puedo comparar.

    Pablo Chul: ayer, después de escribir mi reseña me pasé por tu blog a ver la tuya, antes de que dejaras el comentario. Así que gracias por dejar constancia de ella aquí (cosa que debería haber hecho yo, ejem), porque merece la pena leerla.

    Óscar: dejaré pasar un tiempo hasta Glass of Blessings, pero después de haberlo tenido en la mano, pensando que era el que tocaba y habiendo oído maravillas de él (más lo que tú dices ahora), me tienta muchísimo.

    Sí, inglesísimas y nada que ver entre ellas, Spark y Pym. He mirado en tu blog y no me ha parecido verla listada, ¿has leído lago de Elizabeth Taylor? Otra hija de la Gran Bretaña poco conocida (aunque Muriel Spark no es tan desconocida por estos lares como las otras dos) que merece mucho la pena leer.

    Felicidades por el Quartet. Con Spark a mí me quedan un montón de huecos que rellenar en la estantería, qué ventaja me llevas si dices que ya te queda poco suyo por conseguir.

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  5. Pues si, Elizabeth Taylor la conocí por tu blog y tengo comprado y pendiente de leer "The soul of kindness".

    Es curioso que a mi tampoco "me entraría" ahora otro de Pym. A pesar de lo mucho que me ha gustado, ha tenido momentos de trabajo mental intenso, no se si es el inglés o que... Me apetece mucho esta que comentas y "The sweet dove died", pero leere otras cosas entre ellas (Spark probablemente).

    Los huecos de Spark, Pym y Penelope Fitgerald los he ido llenando en gran medida con Abebooks para los "difíciles". Por cierto, el otro día no te dije que si, que tengo "An academic question". Por 1 dólar en abebooks. La edición no es para morirse pero sale uno del paso. Más gastos de envío, claro. Pero pedí 5 libros al mismo proveedor y salieron bien de precio. De Spark creo que me faltan tres (Not to disturb, The hothouse by the east river y Territorial Rights).

    Saludos

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  6. ¡Es verdad! Si hablamos de si yo había leído o no The Soul of Kindness en el blog de Pablo Chul! Qué despiste.

    Yo tengo como regla autoimpuesta no leer dos libros del mismo autor seguidos. Hace un par de años la incumplí con Penelope Lively y comprobé que esa regla, para mí, tiene muchísimos sentido. Así que lo llevo a rajatabla.

    Yo antes compraba mucho en Abebooks pero hace tiempo que los tengo abandonados. Ahora suplo lo de segunda mano mal con Play.com, que tienen reservas muy limitaditas de este tipo de libros pero que (es sugestión total, porque al final pagas el mismo precio total) no cobran gastos de envío. Para An Academic Question creo que tendré que retomar el contacto con Abebooks.

    Argh, mucha envidia por tu bibliografía Spark casi completa.

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