jueves, 19 de mayo de 2011

High Wages, de Dorothy Whipple

¡Por fin! Por fin he leído mi primer libro de Dorothy Whipple, que es la escritora reeditada por Persephone de la que más libros venden y, diría yo, de la que más libros han reeditado también. Cuando me terminé Oscar y Lucinda ya dije que tenía ganas de algún Persephone y al mismo tiempo decidí que ya era hora de conocer a Dorothy Whipple. En la estantería tenía Someone at a Distance y este, High Wages, y al final me decidí, cómo no, por el que estaba escrito antes. High Wages es el segundo libro de la autora, publicado allá por 1930, aunque situado a principios del siglo XX, pasando por la Primera Guerra Mundial, etc.

Cuenta la historia de Jane, una huérfana que, harta de vivir con su madrastra y sus hermanastros, decide independizarse y empezar a trabajar para la mercería más próspera del pequeño, y ficticio, diría yo, pueblo de Tidsley, al norte de Inglaterra. Allí demuestra tener dotes innatas para el comercio, cosa que el dueño de la mercería, en lugar de saber apreciar y valorar, aprecia sólo para sus adentros (y en lo que concierne a sus arcas) pero no de cara a ella. De modo que cuando, tras seis años trabajando allí, le surge la oportunidad de ser su propia jefa y regentar su propia tienda de ropa no se lo piensa dos veces y se entrega a ello de pleno.

Esta es la parte realmente interesante de la historia, ver a Jane abrirse camino con sus propios recursos y demás, pero aparte de eso, Dorothy Whipple incluyó un triángulo (o incluso cuadrado) amoroso que, sin estar mal, sí que me parece lo más prescindible de todo, sobre todo a medida que se acerca el final que, pese a no poder de ser de otra forma una vez metidos ya en esa senda, no me convenció nada.

Pero vamos, que la historia, con todo, está muy bien narrada, y se deja leer de maravilla, así que pese a haber criticado mentalmente algunos giros, estoy bastante convencida de que no será mi último Dorothy Whipple.

Por alguna extraña razón que no he sabido determinar, esta Jane me recordaba un poco (tampoco demasiado) a Violet Wither, la protagonista de Nightingale Wood, de Stella Gibbons (por cierto que Virago reedita un montón de libros de Stella Gibbons este verano), quizá porque las dos pertenecen a la clase social de los comerciantes, clase que siempre da tanto juego en la novela inglesa.

Destaco de la novela, eso sí, a la adorable Mrs Briggs. Me encantan las novelas que tienen ese tipo de secundarios que no te perdonarías olvidarte de mencionar cuando hablas del libro en cuestión en el blog. Esta mujer es de esas.

Y como se puede ver en la foto, High Wages, pese a estar reeditado por Persephone, llegó a mis manos en la edición clásica de Penguin, publicada en 1946 y que yo compré en Hibernian. Mientras lo leía no podía dejar de preguntarme por la vida que había llevado este ejemplar antes de llegar a mis manos. De 1946 a 2010 hay muchísimos años, que comenzaron con alguien que compró el libro, supuestamente en Inglaterra, quizá lo leyó en el transporte público a finales de los años 40 o principios de los 50, quizá lo leyó tranquilamente en una típica casita inglesa, siempre o casi siempre acompañándolo con una deliciosa tacita de té. Y así fueron pasando los años hasta que, contra todo pronóstico, acabó vendiéndose de segunda mano en Barcelona y terminé comprándolo yo, alojándolo en la estantería de casa y, finalmente, leyéndolo tanto en el transporte público de Barcelona como en el sofá acompañado, en mi caso, por un zumito de frutas.

8 comentarios:

  1. Cambiando radicalmente de tema (nada tiene q ver con el post) te atreves con un zumo de frutas???no te da ardor????

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  2. Puessss... unos días sí y otros no, creo que lo que me da ardor a veces es más el hecho de merendar que lo que meriende. Pero como tengo que tomar el hierro y va bien acompañarlo de vitamina C para que se absorba bien, pues es o fruta o zumo, voy alternando.

    Eso sí, aunque adoro el zumo de limón, no me he atrevido a probarlo por el miedo a que me dé un ardor enorme.

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  3. Justamente ese es el motivo por el que me encanta comprar libros de segunda mano: tienen historia. Me encanta ir leyendo y ver en qué cosas se fijó el dueño anterior, imaginarme cómo sería a partir de lo que voy descubriendo, si el libro le gustó o no y sorprenderme de cómo ha podido llegar a mis manos. Es una sensación muy parecida a la de visitar un sitio con edificios antiguos y pensar en la cantidad de gente diferente que ha estado ahí antes que tú.

    Me pones los dientes largos con este libro. Qué maravilla tener cerca una librería como Hibernian. Creo que dentro de poco me voy a regalar algún Persephone. :)

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  4. Me lo he comprado en este último viaje y me han entrado unas ganas de leerlo ya... pero antes tengo que acabar The Priory, que lo tengo a medias. Eso sí, te lo recomiendo como futura lectura Whipple... al principio recuerda un poco a I Capture the Castle, ya nos dirás que lees.

    Por cierto, Persephone publicará en otoño Greenbanks, otra Whipple a la colección :)

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  5. Masanobu: las dos cosas que dices, lo de imaginar por qué manos y cuántas habrán pasado los libros de segunda mano y lo de los lugares con historia donde casi puedes superponer tu imagen con la de otros tiempos son cosa que yo hago muchísimo. Qué curioso.

    No lo duds con el autorregalo de Persephone. Con sus libros es muy, muy difícil escoger mal.

    LittleEmily: pues te felicito entonces por la adquisición, ya contarás cuando lo leas, a ver si a ti la historia amorosa te convence más que a mí. Me ha llamado la atención lo que dices de The Priory y lo de que recuerde a I Capture the Castle un poco. Si es así, sube muchos escalones de golpe en la wishlist, desde luego.

    Sí, en Persephone no le tienen miedo a Dorothy Whipple, no como en Virago, donde se negaban a cruzar lo que ellos llamaban la "Whipple line".

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  6. Una entrada deliciosa, Cristina. Eso que dices de la "vida" del libro, que pudo haber ser leído en algún medio de transporte...además de haber viajado, quizá algún otro lugar, y que ahora descansa en tu librería...

    El libro, por lo que dices, merece la pena. Va directo a la lista de posibles libros para adquirir...además de los editados Virago del verano por Stella Gibbons.
    Bss

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  7. Yo tb pienso en la vida que habrá llevado el libro hasta llegar a mí pq compro mucho de segunda mano...
    Qué bonitas son las portadas clásicas de Penguin y aunque tengo un marcapáginas muy chulo de las portadas de colorines de la época, no tengo ningún libro así.
    Me gustó mucho Hibernian books cuando estuve hace dos años por Barcelona y siempre te agradeceré haberla conocido por tu blog.Saludos

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  8. María: sí, los libros de segunda mano deberían traer una pequeña reseña biográfica similar a la que traen del autor del libro, sobre todo cuando tienen tantos años ;)

    Miss Winifred: a mí también me encantan las portadas clásicas de Penguin (aunque de momento los que tengo, como sólo son de ficción, sólo son de los naranjas). Es curioso cómo algo tan sencillo puede resultar infinitamente más llamativo que muchas portadas actuales y barrocas.

    Qué bien lo de Hibernian: a ver si puedes volver pronto :)

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