viernes, 20 de mayo de 2011

Ositos

Como dije hace unos días, aparte de ropita, Mister X ya va teniendo mobiliario propio, aunque seguimos sin haber vaciado la habitación que será suya y donde habrá que poner dicho mobiliario.

El miércoles volvimos a verlo en "telehorno" (nunca pensé que la metáfora resultara tan adecuada: Manuel, que es el ser más caluroso del mundo, ahora se asombra del calor que yo paso constantemente; mientras que él se despierta por la noche para echarse la colcha por encima, yo me despierto muerta de calor tapada sólo con la sábana. El otro día entramos en algún sitio que tenía aire acondicionado y yo suspiré con alivio y dije que por fin llegábamos a un sitio donde se podía respirar, Manuel me dijo que en la calle se estaba bien, no hacía calor, y así un largo etcétera) y ahí estaba Mister X con los ojos abiertos (!) supongo que examinando y valorando todas las adquisiciones recientes. Si la vez anterior se confirmó que era niño como yo pensaba, esta vez se confirmó de nuevo algo que yo pensaba: la comadrona siempre me decía que ella creía que iba a ser un niño tirando a pequeñito, cosa que a mí no me convencía, pero tampoco tenía experiencia con la que comparar. Incluso me llegó a decir que quizá me tuvieran que mandar reposo y cosas así. Pues bien, a siete semanas de nacer, la criatura pesa aproximadamente (no es una medida exacta) 2,270 kg lo que según ellos se traduce en unos 3,5 kg al nacer. No será una mole, pero de "tirando a pequeñito" nada.

Hace unos días recogimos la minicuna (en la foto de arriba, imagen de catálogo, ya que la nuestra no está montada). Creo que es de los pocos niños de la familia que no duerme en el tradicional moisés que ha ido pasando de niño en niño, pero traer ese desde Madrid era complicadísimo, así que desde el principio dimos por hecho lo de la minicuna. Y luego yo di con esta y no hubo más que hablar. No sé qué me llamó más la atención, si la vestidura con el osito o la cabecera de la cuna con la silueta del osito troquelada. A mí que me den algo con ositos y ya no hace falta pensar más, como pudo comprobar en vivo y en directo el chico de la tienda cuando la elegí allá por marzo. Además luego resultó que mis padres decidieron que nos la regalaban, así que no podemos quejarnos en absoluto, menos aun cuando el cambiador a juego (también monísimo, aunque no he encontrado ninguna foto en condiciones) nos lo regaló también una de mis primas.

La misma prima que nos dio libertad total para elegir la trona que quisiéramos. Nos decantamos por esta que, oh sorpresa, lleva un osito. También la hay con un perrito, pero era bastante fácil suponer que íbamos a pasar del pobre perro. Lo curioso del caso es que cuando fuimos a ver la trona al natural, antes de pedir que nos la trajeran a casa directamente, fue que la tenían puesta con otras tronas. No quiero decir marcas, pero había una que no paro de ver anunciada, destacada y que cuesta, si no un ojo de la cara, si algún otro órgano interno menos valioso como, yo qué sé, el bazo, o un trocito de hígado, que estaba ahí, desvencijada y sin dar ninguna sensación de seguridad. Si alguien la compra a pesar de verla allí es que los ojos ya los perdió pagando otras cosas. Yo estoy encantada con la nuestra, que aún no hemos montado ni nada ya que hasta los seis meses o así no se empieza a usar.

El coche llegará (espero que llegue) también en forma de regalo, como lo harán también la hamaquita y la bolsa para llevar los pañales, etc. En esta última, como me encargo yo de comprarla, he sacado a relucir todo mi gafe. La dejé pasar en su momento cuando la vi por primera vez (nunca, nunca se debe hacer eso, ya se sabe) y ahora que la quiero, resulta que está agotadísima, tanto que la chica de la marca con la que hablé se rió un poco de mí y luego me dijo que ni siquiera me preguntaba desde dónde la llamaba porque, viviera donde viviera, no había ninguna tienda donde pudiera encontrarla. Eso es mi gafe en todo su esplendor, no hay duda. Me dijo que esperan distribuirla otra vez a primeros de junio, así que cruzo los dedos para que así sea y no tenga que buscarme otra bolsa, ya que las demás que he visto no me convencen en absoluto.

Y hoy nos vamos de compras de pañales y algún que otro producto de higiene más que nos falta.

Y en algún momento yo tendré que remangarme (es un decir, hace ya mucho que las mangas de la ropa no me pasan del codo) y ponerme a lavar todo.

7 comentarios:

  1. Consejo de mamá experta, no compres muchos pañales de los más pequeños porque probablemente sólo los uses las 2 primeras semanas. En cuanto a lo del peso, no te preocupes el mío pesó 4,200...... y aqui estoy!!

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  2. Dios bendiga a las tronas. Mis hijas se dormían en la trona en cuanto comían, incluso dormían la siesta en ellas porque como el asiento se puedo echar hacia atrás estaban muy cómodas. Las podrían haber cogido y meterlas en la cuna pero si las movía existía la posibilidad de que se despertaran así que prefería dejarlas dormir ahí en muchas ocasiones.

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  3. Qué preciosidad de cuna!!! Me encanta!!! Sin duda, yo habría elegido la misma.
    Y sólo quedan siete semanas??? El peque va a estar aquí en un suspiro!
    Un abrazo muy grande.

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  4. La cuna es una monada!! Y yo creo que pesé algo parecido a esos 3,5 kg. cuando nací y fue una niña hermosa y dormilona, jaja. Ya luego con los años una va perdiendo facultades... jajaja.

    Ay, qué nervios ese telehorno :D

    saluditos!

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  5. Mi hija pesó 3,350 al nacer y ahora mide más de 1,70 m. O sea que nada de pequeñito, desde luego!

    Yo también pasé de friolera a calurosa, pero me parece que no tanto como tú. :-)

    Me encanta la cuna, pero ¿no se puede poner el borde más alto y el colchón más bajo?

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  6. Mucho ánimo para esta recta final, Cristina!! Yo soy una "cagona" y eso de estos momentos es uno de mis grandes miedos. Pero en fin...es la naturaleza, la madre de todas las ciencias.
    Veo que los ositos estarán alrededor de la vida de Mr.X. (Espero que encuentres el bolso de pañales)
    Un abrazo!!!

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  7. Dina: lo sé, lo sé, pero también estoy bastante convencida de que compres los pañales que compres seguro que te equivocas: si compras muchos pequeños te sobrarán y si compras pocos te faltarán y tendrás que salir corriendo, con un poco de suerte no a horas intempestivas a una farmacia de guardia ;)

    Amelia: tendré en cuenta tu bendición :D

    Mar: sí, yo estoy encantada con la cuna :) Y no me digas lo de "un suspiro" porque aún me quedan un montón de cosas que hacer y tener, por no hablar de montar y organizar y colocar. Argh.

    Lillu: pues yo me quedé a las puertas de los tres kilos, así que, si nace con ese peso, me habrá sobrepasado. Espero que se parezca a ti (y a mí ;)) en lo de dormir, que es una cualidad que te aseguro que yo no sólo no he perdido sino que creo que he perfeccionado ;)

    Elvira: yo estoy deseando volver a ser "friolera". Ya sé que con este tiempo nadie pasa frío, pero tambvién sé, por otros años, que yo no soy de tener tantísimo calor. En casa es normalmente Manuel el que "necesita" el ventilador y ahora no hay noche en que no lo pida yo... Es terrible.

    Y sobre lo de la cuna, tranquila que no se va a caer el niño: lo ponen así de alto para las fotos, pero en realidad queda bastante más bajo. Además, como es la minicuna, en realidad sólo se usa hasta los cinco meses o así como mucho, o sea que tampoco hay peligro de que el niño se vaya a poner de pie ni nada.

    María: muchas gracias :D Mientras la elección quede en mis manos creo que si hay algo con osos frente a algo sin osos el pobre siempre va a recibir lo que tiene osos. Ya tendrá tiempo de elegir por sí mismo ;)

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