viernes, 6 de mayo de 2011

Sano, sanísimo



El teletrabajo esta semana ha sido intenso (más o menos, porque cada dos por tres tengo que hacer descansos para evitar que se me ponga dolor de espalda; suena a excusa pero es así), pero en las escapadas a la calle, cada vez que pasaba por delante de una frutería, me quedaba mirando el género expuesto como Audrey Hepburn el escaparate de la joyería Tiffany's en Desayuno con diamantes. Mucho menos glamour, eso sí. Y todo con la intención de encontrar una fruta, cualquier fruta, que se saliera de la secuencia sota-caballo-rey de todo el invierno. Lo bueno de, hasta este invierno, haberle hecho relativamente poco caso a la fruta, es que nunca, cuando me apetecía, le hacía ascos a una manzana o a una naranja o a una mandarina. Lo malo de este invierno es que me pregunto si algún otro invierno seré capaz de comer alguna de esas frutas, porque no las puedo ver ni en pintura, sobre todo las naranjas, que realmente, inocentes como parecen a simple vista, me revuelven el estómago. Así que cuando vi una frutería que tenía albaricoques (de Murcia, no de los traídos en avión a precios casi de Tiffany's), obviando mi gafe para la localización y adquisición de cosas, me dirigí a "nuestra" frutería (el gafe, pese a ser inevitable, lucha contra todo con la esperanza de que se mantenga el negocio) a por ellos... para encontrar que sólo había de los que viajan en avión. En otras condiciones creo que me hubiera esperado a que los trajeran ellos, total, sería cosa de un par de días. En estas condiciones, retrocedí sobre mis pasos y fui infiel a nuestra frutería.

Al final los pobres melocotones, saboreados fríamente, eran bastante insípidos pero a mí, para qué negarlo, me supieron a gloria. Y más acompañados de mi otro salvavidas, el melón Galia y este de la foto resultó particularmente delicioso.

Ayer, de nuevo paseando, de nuevo mirando las fruterías como si me fuera la vida en ello (necesito variedad o aborreceré los albaricoques y los melones), me encontré con que nuestra frutería no sólo tenía ya albaricoques nacionales y de mucha mejor pinta, sino que además tenían... ¡cerezas! Eso sí que fue una sorpresa. Así que compré más albaricoques (pese que los insípidos no se habían acabado todavía) y cerezas y afronté el teletrabajo con este cuenco delante.

11 comentarios:

  1. Te habíamos echado de menos!! Y ánimo! que con el buen tiempo habrá mucha más variedad de fruta!
    Por cierto, aunque sencillas, qué preciosas las fotos!!!!! Casi que puedo coger las cerezas! Con mi cámara me resulta imposible hacerlas de tan cerca.
    Buen fin de semana

    ResponderEliminar
  2. Qué buena pinta tienen!! Para mí la fruta son una joya...
    Las fotos son buenísimas...apetece alargar la mano y coger una pieza.
    Buen finde!!!

    ResponderEliminar
  3. Yo el otro día me salté la dieta y me puse mustia de cerezas, ummmmm son irresistibles!!

    ResponderEliminar
  4. Aunque no sean pasteles, estas frutas tienen una pinta estupenda. Yo también estoy deseando que llegue la fruta de verano, aunque me curo de la aridez del dúo naranjas-manzanas comiendo mangos (a precios abusivos).

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué bien que hayas encontrado ya fruta de verano! Aquí aún no se ve ni una caja de cerezas.

    Así el esfuerzo se hace más llevadero :)

    ResponderEliminar
  6. Eso, a comer fruta rica y sana. Y si no han de ser naranjas, pues cualquier cosa que te tiente. Los fresones tienen muchísima vitamina C y esos sí que te gustan.

    ResponderEliminar
  7. Yo ya he visto por aquí cerezas aunque bastante caras, pero albaricoques todavía nada! También estoy deseando que lleguen ya las frutas de verano, aunque eso significa que se acaban las fresas y me da penita :/ Tú aprovecha mientras haya lo que te gusta, jeje.

    saluditos!

    ResponderEliminar
  8. Ah que buena pinta tiene esa fruta, parece jugosa y fresca. Yo tengo que volver a comer más fruta que de un tiempo a esta parte la he dejado de lado.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Los Ronaldos tenían una canción que decía "Me gustan las cerezas, me gustas tú"...;D

    ResponderEliminar
  10. Definitivamente añadido a favoritos y a "blogs que sigo". Estuve echando un vistazo pero ahora no puedo seguir viendo todo el blog, lo veré con más calma, que lo merece. Me encanta! Un saludo.

    ResponderEliminar
  11. Mar: muchas gracias. ¿Seguro que con tu cámara no se puede? Algunas tienen un botón con una florecita para las tomas de cerca.

    María: sí, hay gente, como tú, que no puede vivir sin fruta. Hombre, a mí me gusta picotear de aquí y allá a veces, pero no es una cosa que me fascine, la verdad.

    Dina: ¿la dieta prohibe la fruta como las cerezas? Si es así creo que hiciste bien en saltártela, la verdad.

    Elena: a mí es que no me gustn los mangos, pero durante los últimos tiempos de monotonía frutera estaba casi tentada de comer alguno sólo por variar...

    Masanobu: pues a ver si os llegan pronto las cerecitas porque, no sé si será cosa mí y de mi desesperación por variar, este año están especialmente ricas.

    Elvira: sí, pero este año me ha parecido que el fresón en condiciones ha durado poquísimo. El que veo ahora no tiene una pinta muy buena y, cuando tiene un aspecto pasable, lo que no es pasable es el precio del cartel ;)

    Lillu: pues a ver si llegan los albaricoques pronto. Están ricos.

    Enrique: yo normalmente soy muy poco de fruta, pero ahora con eso de comer sano, etc. como un montón (para lo que soy yo). A ver si con la fruta veraniega la retomas, que en verano, creo yo, apetece más que en invierno.

    Samedimanche: pues creo que no la conozco...

    Pablo: ¡muchas gracias!

    ResponderEliminar