jueves, 14 de abril de 2011

Palladian, de Elizabeth Taylor

Como la Elizabeth Taylor que todo el mundo conoce murió hace poco, aclaro de nuevo, por si acaso, que esta Elizabeth Taylor que nada tiene que ver con la otra. Esta es una escritora inglesa que murió en 1975.

Una vez dicho eso, procedo a exclamar: ¡qué ganas tenía de retomar su bibliografía! Y cómo me ha costado encontrarle el hueco. Eso sí, cosas absurdas que pasan: tenía muchas ganas de seguir adentrándome en su obra pero, no sé por qué, no tenía especiales ganas de ponerme con su segunda novela, Palladian, publicada en 1946 y que era la que tocaba ahora siguiendo el orden cronológico.

No tengo ni idea de dónde venía la pereza a la hora de leerlo, porque de hecho se dice que Palladian es la novela suya que más recuerda a Jane Austen, con quien tantas veces se la compara y que era su escritora preferida. Así que eso era bueno y sin embargo no me terminaba de llamar la atención. Erróneamente, claro.

Palladian comienza con Cassandra Dashwood (nombre muy Austen: Cassandra era el nombre de su hermana y Dashwood el apellido de las protagonistas de Sentido y sensibilidad) dispuesta a empezar una nueva vida como institutriz de una niña en una mansión inglesa. Y dispuesta también, porque ha leído mucho (¿quizá demasiado?), a enamorarse del padre viudo de la criatura. Así que aunque, aparte del nombre de la protagonista, hay más referencias Austen, a mí todo esto me recordaba un poco a Jane Eyre, o como mínimo una parodia del tipo de novelas a las que Jane Eyre dio lugar. Porque también me pareció encontrar varios paralelismos con Rebecca, de Daphne Du Maurier.

Y hay también referencias no veladas a Jane Eyre e incluso a Cumbres borrascosas. La escritora preferida de Elizabeth Taylor sería Jane Austen, pero tanto su primera novela, At Mrs Lippincote's, como esta están - a mis ojos, al menos - plagadas de guiños y referencias Brontë.

En casa de los Vanbrugh, y a cargo de su alumna, Sophy, de 11 años, Cassandra se va adentrando, lo quiera o no, en los entresijos familiares de sus habitantes, todos - no podía ser de otra forma tratándose de Elizabeth Taylor - delineados a la perfección (que no perfectos: lejos, muy lejos, de ello) y de forma exquisita y, como siempre, de forma tan ligera, tan imperceptible, tan poco impuesta que parece que el lector recibe las descripciones de los personajes por telepatía.

Al final, el lector se encuentra con algunas sorpresas y algunas cosas predecibles que no creo que se deban a que Elizabeth Taylor no supiera darles más misterio, sino a que simplemente le daba igual. Enterarse de esto o de aquello, en algunos casos, no es lo que importa; lo que importa es cómo se llega a esa conclusión abiertamente.

Curiosa novela, tambien, porque pese a estar publicada en 1946, no hay apenas - ¿sólo una? - referencias o alusiones a la guerra recién terminada, al estado de austeridad en que el país estaba inmerso. La casa de los Vanbrugh, con pequeñas (o pequeña, en singular) excepciones es autocontenida. Quizá Elizabeth Taylor pretendía evadirse de la realidad - y con ella sus lectores - o quizá, simplemente, tan clásicas como el título de la novela - sus intenciones eran sencillamente las de escribir una novela al uso, sin toques actuales, atemporal en cierto modo, ya que el paisaje principal, aparte de la mansión decadente, que al fin y al cabo lo que simboliza es a sus habitantes, es el interior de los personajes.

En fin, que queda claro que no hay que fiarse de las perezas infundadas a la hora de coger un libro de la estantería. O al menos no cuando se trata de escritoras como Elizabeth Taylor.

Otras novelas de esta autora de las que he hablado:

- Mrs Palfrey at the Claremont.
- Angel.
- At Mrs Lippincote's.

6 comentarios:

  1. Cassandra y además Dashwood... Eso es nacer marcado por un nombre. La verdad es que me ha apetecido mucho leerlo y he de reconocer que el título de la novela me ha encantado. Tengo pendiente leerle algo más a la Taylor (solo le lei "The soul of Kindness" y me encantó. Creia que tu lo habías leido, pero debía ser Pablo, porque iría en contra de tu orden cronológico)

    Por cierto que se podría hacer un post titulado "1001 escritores ingleses comparados con la Austen".

    Saludos.

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  2. Quizá The Soul of Kindness te suena haberlo visto aquí porque lo puse como "adquisición reciente" hace unos meses, pero efectivamente no lo he leído (¡y lo que me queda para llegar a él!).

    De los que yo he leído recomiendo mucho el primero que leí suyo (sin orden cronológico aún): Mrs Palfrey at the Claremont.

    Con lo de los 1001 escritores yo iría más lejos: "los 10 únicos escritores ingleses nunca comparados con Jane Austen" ;)

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  3. Que buena pinta!!y que sepas que estoy últimamente tan Brönte que a mi me encantan este tipo de comparaciones

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  4. Aprovecho esta entrada de libros para agradecerte tu recomendación de The Book Depository. Hoy ha llegado mi primer pedido: tres libros, pero en sobres distintos (ya avisaste tú de que lo hacían así), cada uno con su punto de lectura e ¡impecablemente nuevos! Es que, no sé por qué, yo había interpretado que se trataba de libros de segunda mano, impresión que se vio reforzada al comprobar los módicos precios, a los que ni siquiera le cargan gastos de envío. Así que figúrate la ilusión al ver que encima de baratos, nuevecitos. ¡Un gran descubrimiento!

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  5. Desde que dejé a medias Angel, buscaba una nueva novela de Elizabeth Taylor que me convenciera y ¡ya la he encontrado!
    ¿Puede ser que la encontrarás en Hibernian? Me suena haberla visto allí (hace mucho tiempo que no voy)...

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  6. Dina: ¡bien por lo de estar "tan Brontë"!

    Elena: ¡cuánto me alegro! La verdad es que a mí nunca me han dado ningún problema (y sí muchas alegrías). Veo, por lo que dices, que repetirás seguro :)

    LittleEmily: pues sí, este vino de Hibernian, qué memoria la tuya. A ver si este te gusta más que Angel...

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