jueves, 28 de abril de 2011

Otra vez en el Liceo



Ayer fue el primer "clásico" que nos pilló en casa. Durante parte del primero estábamos en el avión camino de Madrid y durante la mayor parte del segundo (salvo por la prórroga, creo) estábamos en el Liceo asistiendo a la última representación de las dos óperas Cavalleria rusticana y Pagliacci.

Mi anterior incursión operística en el Liceo (ver a Marlango allí fue diferente) había sido para ver Tristán e Isolda de Wagner y Manuel ya me había prevenido de que lo de esta vez no tenía nada que ver con aquello. Que de hecho para los wagnerianos integristas estas dos óperas eran dos tonterías.

Como siempre, una de las cosas que encuentro más fascinantes son los decorados y demás, y el ver abrirse el telón y ver una casa como de pueblo (italiano/mediterráneo) con sus balcones y su típica plaza de la iglesia me encantó. Ese era el decorado de la primera ópera Cavalleria rusticana que además, muy apropiado estando en plena Semana santa, sacaban una especie de procesión a la plaza del pueblo.

De esta ópera lo que más me gustó fueron las piezas interpretadas por todo el coro (que de hecho eran varios coros) y Manuel me dice que la música se utiliza mucho también, así que a alguien le puede sonar. El argumento lo encontré un poco precipitado hacia el final, eso sí.

Durante el entreacto, mientras dábamos una vuelta por el famoso salón de los espejos, nos preguntábamos si cambiarían el decorado para la segunda ópera, Pagliacci. Y así fue. También este impresionante - aunque me gustó más el otro - con el lateral de un edificio puramente italiano, un tenderete para la función (la función dentro de la función) y una caravana estilo años cincuenta (?). Manuel me había dicho que para entender las dos óperas y el contexto lo mejor era prestar atención al prólogo (un actor) de esta segunda ópera, que hacía hincapié en el realismo, la verdad, etc.

En fin, que yo no sé mucho (¿nada?) de ópera así que me tengo que quedar en la superficie y decir que me gustaron ambas y lo pasamos bien que, al fin y al cabo, a mi entender, es lo que cuenta.

Nada más bajarse el telón final, alguien puso a alguien al corriente del partido de forma que nos enteramos todos. Lo del empate fue una buena noticia porque nos temíamos que, de ganar el Barça, las Ramblas se pusieran imposibles. Salimos rapidito Ramblas abajo a por un taxi. Como siempre pasa, de lejos veíamos pasar un montón, pero una vez allí plantados a los pies de Colón, la cosa se ralentizó. Unos espabilados nos quitaron el primero que pasó y, mientras esperábamos al segundo, llegaron unas señoras a las que oímos decir en voz alta y clara "estos también están esperando un taxi" al tiempo que se situaban antes que nosotros. Cuando vino un taxi las señoras se lanzaron a la mitad de la calzada pero a mí eso me molestó mucho y me indigné y les llamé la atención, cosa que por suerte funcionó para activar su conciencia y que nos lo dejaran, aunque no se pudieron morder la lengua y dijeron "ay, hija, es que si no haces nada para pararlo". Yo pasé de responder ya a eso, pero obviamente no estaba por la labor de tirarme a la calzada a ir en busca del taxi tres metros y no creo que ellas paren así los taxis normalmente (o no habrían estado allí para contarlo). Qué rabia me dan esas cosas.

Pero bueno, fue sólo una pequeña anécdota que no estropeó el resto de la noche, que había estado muy bien. La otra "anécdota" sería que a partir de ese día y durante el resto de la Semana Santa, Manuel evitó las crónicas deportivas a toda costa. Anoche, en cambio, estuvo dispuesto a perderse unos minutos de House con tal de ver a cierto entrenador rabioso...

10 comentarios:

  1. Es que las ruedas de prensa amourinhadas son puro teatro, ¡y del bueno! Cualquier día las representan en formato ópera... :)

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  2. Dicho con acento portugués, claro. Estaría bien lo del formato operístico :D

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  3. Ahhh sacrilegio!!!Antes Mou que House????lo nunca visto.....jeje, yo tb me tuve q tragar el puñetero partido, besos!!

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  4. No sé si te animarás a ver muchas más óperas, pero ten en cuenta que el argumento suele ser bstante descabellado. O sea, no hay que pedirles mucha coherencia en cuanto a eso, lo importante es la música, la habilidad de los cantantes, el montaje... Cuando todo esto es bueno, la ópera puede ser una verdadera goazada.

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  5. Me encantaría ver una ópera en el Liceu. No es que sea una experta ni mucho menos pero he visto unas cuantas aunque seguro que con un montaje mucho más sencillo que los del Liceu!!

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  6. Uh vaya con las "señoras", a mi tambien me da rabia que con el rollito de ser señoras se intenten colar de donde sea, ayyy la de veces que le hago pasar malos ratos a Enrique, que no me dejo y el es más de dejarlo correr.
    Y que estupendo cambiar futbol por Liceo, me parece una opción buenisíma.

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  7. No sé cuantas veces han utilizado la música de Cavalleria rusticana, pero yo recuerdo una que es magnifica: el final de El Padrino III. Aquí enlazo el momento, pero cuidado con el spoiler para quien no la haya visto: http://www.youtube.com/watch?v=B0UdgzZ3g_U
    Sophia Coppola fue muy criticada por su papel, injustamente a mi parecer, incluso se dijo que siendo tan fea estaba claro que le dieron el papel por ser la hija del director. ¡Como si la hija del capo Corleone no pudiera ser fea! En fin, la chica no volvió a actuar, pero hoy tenemos una buena directora, hija de un gran director. Saludos desde el sobreático.

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  8. Me alegro que te gustaran las dos óperas. Nosotras tampoco somos nada entendidas pero a mi hermana, una amiga y a mí nos gustó más la segunda. Quizá porque los solistas de la primera eran algo flojuchos (nuestra sesión es popular y según los suplentes que haya a veces desmerece un poco). Eso sí, los decorados geniales!
    Un beso.

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  9. Creo que yo sería la única de por aquí que me negaría a hacer/ver otra cosa si hay partido :P
    Lo de Mourinho y sus por qués se acerca bastante al aria estrella de cualquier ópera ¿no crees?

    Debo decir que yo también evité crónicas deportivas durante la Semana Santa por el tema que ya sabes :(

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  10. Dina: bueno, fueron sólo unos minutos, unos cuantos "¿por qué?" y, hala, vuelta a House, que en comparación es un verdadero encanto de hombre.

    Elena: ah, yo me animo a ver más óperas seguro, y eso que nunca han sido lo mío, pero es cierto que vistas en vivo y en directo ganan muchísimo. Y lo de la trama lo sé, pero inevitablemente siempre acabo prestando atención a la trama, sea o no lo más relevante ;)

    Mar: ¡pues anímate! Desde luego es toda una experiencia. Y al ladito del Liceo hay un Starbucks, así que podrías entrar con un frappucino en el estómago ;)

    Ángeles: yo normalmente también prefiero pasar de meterme en "líos", pero a veces me harto y no me callo, como ocurrió con lo del taxi. Quizá si no las hubiera oído decir lo de que nosotros también estábamos esperando un taxi me habría callado, pero como lo oí y sabía que lo sabían, me indigné.

    Sr Velasco: ¡cierto! Manuel mencionó El Padrino (y luego se indignó un poco cuando le dije que no había visto ninguan película de la saga, de ahí que no abra el enlace que pones).

    Guacimara: nuestra sesión también era popular, no te creas y de hecho, ahora no recuerdo quién, sí que anunciaron una sustitución en la primera ópera. Lo bueno de la ignorancia es que todo cuela a no ser que sea desastroso, así que yo no noté nada ;)

    LittleEmily: que conste que nosotros teníamos amabas cosas programadas - viaje y Liceo - antes de enterarnos de lo de los partidos ;) Pero vamos, ya ves que tampoco nos supuso ningún trauma ;)

    Lo de los ¿por qué? de Mourinho efectivamente da da para un aria. Seguro que ya hay alguien trabajando en ello y en el drama (ejem) de su vida...

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