lunes, 31 de diciembre de 2007

Última entrada de 2007

En vez de tomar uvas, los escoceses, y por extensión otros países de habla inglesa, suelen cantar Auld Lang Syne al comenzar el nuevo año. Como es una canción preciosa y como tomar las uvas virtualmente es un poco más complicado aquí os dejo un vídeo de Auld Lang Syne en la inauguración del Parlamento escocés.



¡¡FELIZ 2008!!

sábado, 29 de diciembre de 2007

Libros 2007

El otro día hice mi tradicional (y hasta ahora restringida a mi cuaderno) estadística de libros leídos durante el año. Ya que con mi actual lectura por lenta pero segura (¡rima!), es dudoso que vaya a acabarla antes de que termine el año. Elizabeth Barrett Browning será ya pasto de 2008.

Las portadas de muchos libros juntos quedan siempre tan bien juntas que no he podido evitar hacer un mosaico que refleje los libros que he considerado mis preferidos en 2007. No siempre los elijo porque me parezcan buenos o me guste la historia, puede ser que me hayan sorprendido mucho o que se trate de un libro que va más allá de sí mismo. Sin orden:

- The New York Trilogy (La trilogía de Nueva York), de Paul Auster. No tengo más que añadir a lo que dije hace algunos días.

- Tu rostro mañana 3. Veneno y sombra y adiós, de Javier Marías. Porque completa perfectamente los dos anteriores, porque al pobre Javier Marias le ha costado mucho escribir este libro en tres partes y porque me dio pena el otro día cuando se quejaba de que después de todos esos años de trabajo su libro, publicado hace sólo 3 meses, ya no es una novedad.

- Mother's Boys, de Margaret Forster. Porque es Margaret Forster (aunque he leído otro suyo este año que no he seleccionado, no por falta de méritos sino porque era durillo), porque Margaret Forster (salvo en un caso aislado) es capaz de escribir de cualquier tema y atraparme.

- La isla y los demonios, de Carmen Laforet. También he leído La insolación este año, pero sin duda me quedo con este, publicado (no inmediatamente) después de Nada.

- Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías. Javier Marías sí que tiene dos en mi lista porque Mañana en la batalla piensa en mí me pareció también impresionante. Y aunque no sea un motivo real: porque Javier Marías me lo firmó en la Feria del Libro.

- Elizabeth Gaskell, de Winifred Gérin. Una biografía que había querido leer desde hace muchísimo porque aunque como biógrafa Winifred Gérin tiene sus puntos débiles su experiencia y destreza a la hora de organizar la información siempre me deja conocer un poco mejor a la persona de la que habla.

- L'éducation d'une fée, de Didier van Cauwelaert. Ya hablé un poco de este libro. Aparte de sus méritos propios está en la lista porque, ejem, ha sido el único en francés de este año.

- The Pursuit of Love, de Nancy Mitford. Porque después de siglos queiéndolo leer pero dejándolo siempre en la estantería cuando elgía nueva lectura al final me decidí y mereció mucho la pena. Muy divertido.

- Harry Potter and the Deathly Hallows, de J.K. Rowling. Obviaré el famoso epílogo que lo estropea un poco y me quedaré con que es el último Harry Potter y que resuelve de una vez por todas las preguntas que veníamos haciéndonos desde el primero. Un buen final.

- Everything is Illuminated (Todo está iluminado), de Jonathan Safran Foer. Porque me pareció muy original y es uno de esos libros que hablan de todo y puedes leer mil veces y seguir encontrando cosas nuevas.

- The Siege, de Helen Dunmore. Quizá este sea el número uno de esta lista. Es un libro impresionante de verdad, de los que no se olvidan pero pueden volver a leerse y parecer nuevos. No sólo por la forma de escribir de Helen Dunmore, que siempre me gusta, sino por la historia en sí. El Sitio de Leningrado visto y vivido por un grupo de ciudadanos que hacen lo que pueden para sobrevivir al hambre, al frío y a sus enemigos.

- The Thirteenth Tale (El cuento número trece), de Diane Setterfield. Me gustan los libros sobre libros y este además habla mucho de Jane Eyre. También me gustan los libros de secretos familiares y en este libro abundan.

- I Capture the Castle (El castillo soñado), de Dodie Smith. Un poco por lo mismo que el anterior en lo que respecta a libro sobre libros y no tanto secretos como historias familiares.

(Cuando existe, he puesto enlace también a la traducción. Si no hay enlace es que no hay traducción.)

La estadística dice que de los tres últimos años este es el que menos he leído (normal por otra parte): 32 libros (media de 0,63 libros/semana). De ellos sólo 9 estaban escritos por hombres (la paridad no llega a mi lectura), 3 eran relecturas (2 de ellas Brontë), 5 eran no-ficción y 9 tenían algo que ver con las Brontë de alguna manera.

Es muy curioso hacer la estadística de las lecturas del año y hacerlas en versión blog también ha resultado interesante.

Y hablando de libros recuerdo que nuestra estantería virtual está en Goodreads. Goodreads cada día me parece más chulo, así que si alguien se anima a subir ahí su catálogo de libros que avise.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Garantizado: entrada sin inocentadas

¡Ay, cómo me gusta mirar esta foto que hice hace algunas semanas! La foto en sí ya me gustaba cuando la saqué, pero es que después de ayer, día en que en ningún momento fui capaz de ver la acera* que pisaba debido a la masa de gente que siempre me rodeaba, me parece aun mejor. ¡Una calle casi sin un alma! Increíble.

Qué paliza ayer. Pero bueno, al final me cundió más o menos, sobre todo cuando quedé con Manuel y me ayudó a tomar algunas decisiones. Él, que llegaba más o menos fresco después de ver la exposición de Chaplin, mientras yo ya llevaba un tiempo luchando con las hordas. Eso sí, para cuando volvimos a casa los dos sentíamos que volvíamos de la guerra.

Y es que, aunque suene a inocentada no lo es, no tuvimos ni tiempo para un Starbucks. Lo nunca visto.

*En Barcelona hay muchos tipos de aceras (a ver si un día hago una entrada con varios modelos): la de Gaudí, la de la florecita, las de los circulitos... y siempre me gusta mirar cuál voy pisando.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Días de cine y canelones

Hoy es el famoso día de los canelones, que antes se hacían con los restos de la escudella y la carn d'olla del día de Navidad y ahora se hacen por tradición, sin restos. Nos comeremos los nuestros dentro de un rato, qué hambre.

El caso es que estos días de fiesta he visto más películas (y trozos de películas) seguidas que en toda mi vida. Empezamos el día de Nochebuena por la mañana. Manuel se puso la película y yo cogí mi libro. Pero creo que ni llegué a abrirlo porque la primera historia de Mystery Train con sus japoneses tras los pasos de Elvis me enganchó. Y ya vi las otras dos historias y me lo pasé bien encontrando los lugares comunes (nunca mejor dicho) de las tres historias.

Luego el día (o la noche, mejor dicho) de Nochebuena ya mucho rato después de cenar Manuel rebuscó entre sus grabaciones y dio con The Front Page (Primera plana) y me aseguró que me reiría. Y no se equivocó. Me espabilé cuando había estado a punto de quedarme dormida y me lo pasé en grande con este clásico del que ni siquiera había oído hablar (ejem).

Y para terminar el repertorio ayer por la mañana también me puse al día con otro clásico del que sí había oído hablar pero que tampoco había visto nunca: Life of Brian (La vida de Brian). Con esta me reí todavía más ya desde el principio, con los Reyes Magos que se equivocan de portal y la conversación que mantienen con la madre de Brian.

Y ayer por la noche vimos el especial de Shrek de Navidad y luego, ya un poco empezada, Los padres de él, que incluso sin haberla visto desde el principio se nos hizo bastante laaaaaarga.

Y mañana también será largo: ir de compras ya es inevitable.

martes, 25 de diciembre de 2007

El tió

En resumen: cenamos y hemos comido muy bien y todo salió muy rico.

Así que hoy después de comer he dormido una siesta de Navidad casi sin enterarme porque yo me había sentado en el sillón a leer.

Cuando me he espabilado he hecho una llamada multitudinaria a la nave nodriza y ahora que me venía un rato al ordenador con mi té Joy (hay poco tés más navideños) me he encontrado con que mi minitió había cagado (no es cosa mía, se dice así) un par de bombones. Hmmmmm...

lunes, 24 de diciembre de 2007

Lo típico


(Espero que a Carl Larsson no le importe que haya retocado un poco su cuadro).

domingo, 23 de diciembre de 2007

Té, un árbol y cuatro velas

Acabo de abrir el paquete de 25 bolsitas de breakfast tea de los prestigiosos Fortnum & Mason, comprado en pleno aeropuerto de Heathrow en agosto. He tardado unos cuantos meses en abrirlo, pero es que tengo acumulación de tés. Quería haber probado el Christmas blend de la Tea Shop y hace unos días estuve muy tentada, pero al final pensé que lo dejaba - otro año más - para el año que viene.

Últimamente en casi todas mis entradas hay algo navideño. Normal, por otra parte, que no es como si estuviéramos en junio, así que esta no podía ser menos. Ayer por la tarde me dediqué a montar el arbolito portátil de Keri Smith. Es chulísimo. Pegas la foto de las hojas de pino en forma de cono, coloreas y recortas los adornitos, los pegas a tu gusto y tienes el árbol más apañado del mundo. Yo estuve de lo más entretenida haciéndolo.

Y hoy además es el último domingo de Adviento ya, así que hoy es el último día de tradición sueca también. Las cuatro velas encendidas:

¡Y mañana Nochebuena!

sábado, 22 de diciembre de 2007

La plaça del diamant en el TNC

Total, que hoy no salimos en las noticias abriendo botellas de cava. Pero no me quejo, que al menos ha caido algún reintegro.

El caso es que ayer al final cumplí mis planes y me fui a la Plaza de Sant Jaume a ver el Nacimiento de este año. Tuve suerte: no me llovió y me gustó mucho.

Cada año es totalmente diferente, siempre con mucho verde porque colabora el departamento de parques y jardines. Las figuras eran talladas en madera y, aparte de las típicas que salen en la foto, había un montón de cabras y ovejas y un par de pastores. Detrás de esto tan tradicional estaba la parte más modernilla y artística. Y yo, que para el arte debo de ser un poco clásica, nada más ver estas jaulas pensé que había llegado tarde (en días, no en hora) y que ya lo estaban desmontando. Pero luego caí en que era día 21 y que al menos deberían mantenerlo hasta el 26. Así que con la ayuda del panel explicativo deduje que eran parte del montaje real. El nacimiento de este año se llama Essència porque mezcla la naturaleza con la ciudad, de ahí que en las jaulas, que formaban una especie de avenida, hubiera tanto piedras como plantas o piñas. Oí a un vigilante decir que unas de las piedras (todas diferentes) representaban el Ensanche, por ejemplo. Como mínimo era curioso, aunque reconozco que de haber visto sólo el Nacimiento en sí, sin jaulas, no hubiera echado nada en falta.Había quedado con Manuel aquí mismo, así que mientras esperaba tuve tiempo de hacer de guía turística improvisada cuando nada menos que tres americanos (por separado) se me acercaron y me preguntaron qué era aquello. Y no se referían sólo a las jaulas, sino también al Nacimiento en sí.

Cuando llegó Manuel, callejeamos un poco y acabamos apoltronados en los sillones del Starbucks de Via Laietana (Laietana,Laietana, no me canso de decirlo, me encanta) hasta que se hizo la hora de ir al TNC. Del TNC yo sólo conocía el exterior y la entrada, que son preciosos. Mientras esperábamos a que abrieran las puertas de la sala, yo me compré el programa de la obra, pululé por la tienda e hice fotos. En esta: la famosa torre Agbar vista desde el interior del TNC. Menos mal que los asientos son comodísimos (¡los nuestros en segunda fila!) y la obra era muy buena, porque empezó a las 8 y terminó a las 12 (con un par de entreactos que duraron en total una media hora). Como dijo Manuel, yo debía de ser la única persona de la sala que no sabía realmente de qué iba la historia. Sí, Colometa y la guerra y alguna cosa más, pero eso no es conocer la historia. Eso sumado a que era en catalán al principio daba un poco de respeto.

Pero la obra empezó, con una puesta en escena espectacular y, salvo alguna palabra (que sí, solía ser la palabra clave), se seguía perfectamente. Los actores eran todos muy buenos. Mis favoritos, aparte de Natàlia/Colometa, eran Julieta y la señora Enriqueta. Y los decorados cada vez más impresionantes, sobre todo los de la guerra. El escenario del TNC es enorme.

Quien conozca la historia puede imaginarse que el segundo acto fue tristísimo, pero, en cambio, cosa que yo no me esperaba, el primero y el tercero eran más alegres (el primero con optimismo, el tercero con un poco más de acidez).

Y, cosas del teatro, nos reímos muchísimo cuando alguien del público estornudó y uno de los actores, no sabemos si por qué pensó que era la actriz con la que hablaba la que había estornudado, intercaló un ¡Jesús! en mitad de su discurso.

Cuando terminó no me parecía que fueran las 12, que hubiéramos pasado cuatro horas ahí dentro. Me encantó y ahora, conociendo la historia, estoy deseando leer el libro

viernes, 21 de diciembre de 2007

Invierno

Parece que el invierno se ha tomado en serio lo de llegar hoy. Hace frío, llueve y está casi tan oscuro como si fuera de noche.

El caso es que esta primera noche de invierno tenemos evento otra vez. Vamos a ver la obra de teatro de La plaza del diamante, adaptación de la novela de Mercè Rodoreda. La obra es en catalán y yo siempre "presumo" de entenderlo más o menos bien, aunque normalmente si no entiendo alguna palabra siempre resulta ser la palabra clave. Espero que la dicción de los actores sea buena o la obra, que ya es larga de por sí, se me hará eterna. En fin, un reto. También tengo el libro en catalán en mi haber, pero aún no lo he leído y conozco más bien poco del argumento, así que no tengo guías externas. Quizá ya lo deje para el año que viene (o, lo que es lo mismo, para dentro de un par de semanas) que se celebra el Año Rodoreda.

Tampoco hoy como con Manuel al estilo tradicional de los viernes. Mi idea era pulular por Barcelona mientras hacía tiempo hasta la hora a la que hemos quedado y, de paso, acercarme a ver el Nacimiento de la Plaza de Sant Jaume, pero viendo cómo está el día no estoy tan motivada como cuando, con sol, se me ocurrió mi plan. Bueno, sea como sea ya contaré aquí a qué me he dedicado.

Y es que los planes no siempre se cumplen. Sin ir más lejos hoy quería poner alguna canción de Navidad de las que más suenan en mi iPod estos días, pero he visto el siguiente vídeo por ahí y me tiene fascinada. Es un baile navideño, con su correspondiente música, del tipo que Jane Austen, por ejemplo, hubiera conocido.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

159 "ásperos diciembres"

En mi calendario tengo marcadas las fechas relevantes de los autores que me gustan. En comparación con otros meses, diciembre es un mes muy prolífico. Quería haber escrito entradas individuales y personalizadas para celebrar el cumpleaños de Emily Dickinson (nacida el 10 de diciembre de 1830) o el de Jane Austen (nacida el 16 de diciembre de 1775), pero surgieron otras cosas y se quedaron, nunca mejor dicho, en el tintero. Lo que no puedo es dejar de conmemorar (que no celebrar como dice la gente por ahí) la muerte de Emily Brontë hace nada menos que 159 años (19 de diciembre de 1848, fecha apuntada en el calendario pero que veo venir desde mucho antes de que el calendario lo avise).

Lo hago con mi poema preferido de Emily Brontë, primero en inglés y luego en español gracias a un libro que ya he mencionado anteriormente. La traducción al español es un poco libre, pero también es verdad que gracias a esa libertad el traductor ha conseguido que rime.

REMEMBRANCE

Cold in the earth--and the deep snow piled above thee,
Far, far, removed, cold in the dreary grave!
Have I forgot, my only Love, to love thee,
Severed at last by Time's all-wearing wave?

Now, when alone, do my thoughts no longer hover
Over the mountains, on Angora's* shore,
Resting their wings where heath and fern-leaves cover
Thy noble heart for ever, ever more?

Cold in the earth--and fifteen wild Decembers,
From those brown hills, have melted into spring:
Faithful, indeed, is the spirit that remembers
After such years of change and suffering!

Sweet Love of youth, forgive, if I forget thee,
While the world's tide is bearing me along;
Other desires and other hopes beset me,
Hopes which obscure, but cannot do thee wrong!

No later light has lightened up my heaven,
No second morn has ever shone for me;
All my life's bliss from thy dear life was given,
All my life's bliss is in the grave with thee.

But, when the days of golden dreams had perished,
And even Despair was powerless to destroy;
Then did I learn how existence could be cherished,
Strengthened, and fed without the aid of joy.

Then did I check the tears of useless passion--
Weaned my young soul from yearning after thine;
Sternly denied its burning wish to hasten
Down to that tomb already more than mine.

And, even yet, I dare not let it languish,
Dare not indulge in memory's rapturous pain;
Once drinking deep of that divinest anguish,
How could I seek the empty world again?



Por la ola del Tiempo implacable, arrastrada,
¿A ti, mi único amante, pude olvidar al fin
en la tumba cubierta por la nieve apilada
bajo la fría tierra de un remoto confín?

¿Mis pensamientos tristes ya no siguen derechos
de la costa de Angora* la férrea dirección,
posándose en el punto donde brezos y helechos
cubren, ¡ay!, para siempre tu noble corazón?

Quince ásperos diciembres se han hecho primavera
sobre esos pardos montes: leal es, en verdad,
el pecho cuya dura nostalgia no se altera
con tantos largos años de duelo y soledad.

Perdona si en su curso la mundanal marea
me hace olvidarte, ¡oh dulce pasión de juventud!
Esperanzas más graves mi corazón desea,
que eclipsarte no pueden ni causarte inquietud.

En mi cielo no hay astro que al tuyo sustituya;
ninguna estrella nueva se encendió para mí.
La dicha de mi vida yace en la tumba tuya,
porque toda esa dicha de ti la recibí.

Mas cuando se extinguieron los sueños de mi vida
y era impotente incluso la desesperación,
comprendí cómo puede la vida ser nutrida
con otros alimentos que el goce y la ilusión.

Contuve, pues, el llanto de mi pasión inútil;
dejó mi alma joven la tuya de añorar,
y domé su deseo--como nocivo y fútil--
de volar a esa tumba cavada junto al mar.

Empero, en mi memoria tu imagen no se amustia
ni su dolor pretendo dejar languidecer;
una vez apurada esta divina angustia,
¿cómo al mundo vacío podría ya volver?

Traducción de Ignacio Mendizábal.

*Angora era parte del territorio imaginario de Gondal.

martes, 18 de diciembre de 2007

Sin orden ni concierto:

- Hoy hace un fríiiiio. Además como ayer llovió (que digo yo que ya podía haber nevado) la humedad es altísima y yo aún no me he acostumbrado a ella. El frío se mete dentro y ya puedes llevar mil capas de ropa que pasarás frío igual. El viernes pasado me compré unos mitones para andar por casa (ya lo hacía con unos guantes viejos cortados en Madrid) y ayudan bastante. Eso sí, yo pienso que me dan un aire Amélie Nothomb y Manuel dice que me dan un aire homeless. Sea como sea a pesar de todo prefiero el frío.

- Por aquí no sólo ponen luces de Navidad. No, también ponen villancicos por megafonía e intercalan anuncios de tiendas locales donde encontrar esto o lo otro perfecto para la Navidad. Me parece muy curioso. ¿Así quién necesita un iPod con música navideña?

- El otro día me dejé una anécdota graciosísima relacionada con el Nacimiento. Cuando colocaba las figuras le pregunté a Manuel dónde estaban los del Río. Bueno, lo que nos reímos. Ahora cada vez que contemplo mi querido río en lugar de venirme a la cabeza, no sé, Beben y beben y vuelven a beber... me viene a la cabeza Macarena. ¡A ver si yo también voy a tener que poner megafonía navideña!

- Aún no hemos decidido el menú de Nochebuena/Navidad. Supongo que para el jueves, que es cuando queremos ir a comprar los ingredientes, lo habremos decidido. Lo que sí está claro es el menú del día 26 (San Esteban y aquí festivo): ¡canelones como manda la tradición! Hmmmm.

- Habíamos hecho una costumbre de ver Cranford los martes por la noche y el fin de semana yo estaba toda apenada porque este sería el último martes con Cranford porque el domingo pasaban ya el quinto y último episodio. Lo peor de todo es que no hay forma de dar con el capítulo en cuestión así que parece que la tradición terminó el martes pasado y que tendremos que dar gracias de poder ver el último episodio cuando sea. (Editado al día siguiente: ¡Al final pudimos continuar con la tradición hasta el final! Qué buen capítulo para terminar y qué pena que fuera el último.)

- Me encanta la versión de Marlango de My Favourite Things de Sonrisas y Lágrimas que sale en el anuncio de El Corte Inglés. Pero parece ser que todo lo que se puede oír es lo que sale en el anuncio.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Ronda literaria

El viernes por la noche, cuando volvimos del concierto cogí La trilogía de Nueva York de Paul Auster para lo que creía que sería un momento y acabé leyendo hasta terminar el libro cerca de las dos. La tercera historia también me pareció muy buena. Quizá algo menos que la primera pero impresionante aun así.

Lo que noto, habiendo leído este libro con tres historias de la segunda mitad de los 80 y habiendo leído el libro más reciente (Brooklyn Follies), es que con los años Paul Auster se ha hecho un poco más comercial. Parece que escribe un poco menos para sí mismo y un poco más para sus posibles lectores. Yo no lo veo particularmente mal, pero supongo que hay gente a la que esta evolución no le gusta. Salvando las distancias y con miedo de que me tiren piedras o tomates, se podría decir que Paul Auster es un poco Bon Jovi.

El cuarto cerrado - la tercera historia - incluye una pequeña reflexión sobre las biografías, un tema que siempre me interesa. He leído muchas biografías Brontë y bastantes no-Brontë, sé el tipo de biografía que me gusta y el tipo de biografía que no me gusta y me parece que escribir una biografía es más complicado de lo que pueda parecer. Y luego está el hecho de que leer una biografía no siempre ayuda a ver mejor a la persona en cuestión. Decía Paul Auster:

Every life is inexplicable, I kept telling myself. No matter how many facts are told, no matter how many details are given, the essential thing resists telling. To say that so and so was born here and went there, that he did this and did that, that he married this woman and had these children, that he lived, that he died, that he left behind these books or this battle or that bridge--none of that tells us very much.
Me repetía que todas las vidas son inexplicables. Da igual cuántos hechos se enumeren, da igual cuántos detalles se den, lo esencial se resiste a ser contado. Decir que Fulanito nació aquí y fue allí, que hizo esto y lo otro, que se casó con tal mujer y que tuvo estos hijos, que vivió, que murió, que nos dejó estos libros o esa batalla o aquel puente no es decir mucho.
(La traducción cutre y apresurada es, ejem, mía.)

El caso es que eso me lleva a mi nueva lectura: una biografía de Elizabeth Barrett Browning (artículo de la wikipedia sobre EBB. Quién se resiste a querer saber más sobre esta mujer.) escrita por mi adorada Margaret Forster. Llevo muy, muy poquito pero de momento está tan bien como era de esperar.

Y el viernes también me hice con un par de libros. No está bien que en la Fnac organicen el día del socio porque voy y me vuelvo loca. El caso es que por fin compré Atonement (Expiación) de Ian McEwan. Ahora todo el mundo lo lee por la película, pero yo lo conocía y quería leerlo desde hace años. La película, que no he visto, sólo me ha dado el empujón final. Por eso no quería comprar una edición que tuviera el cartel y el viernes pasado por fin encontré un resto con la portada antigua. También di por casualidad con un libro de un tal Jeremy Paxman llamado The English (Los ingleses). Es un libro sobre por qué los ingleses son como son y por lo que he hojeado tiene buena pinta: información y sentido del humor. ¿Y por qué di por casualidad con este libro que estaba más bien escondido en la estantería? Porque forma parte de los nuevos Penguin Celebrations y aunque luego siempre suelo sacarle alguna pega a las ediciones especiales de Penguin, sus portadas siempre me tientan mucho. Estaba deseando tener alguno de esta colección pero hasta ahora los que me gustaban ya los tenía (y sólo hago lo de comprar 6375375 ediciones del mismo libro con los Brontë) y los que no conocía no me convencían nada.

Hay un dicho inglés que dice que no debes juzgar un libro por su portada. Pues yo lo hago y me quedo más ancha que larga. Y me va mejor de lo que cabría esperar.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Fin de semana dedicado a la Navidad o sobredosis de fotos

El viernes el concierto de música de cine fantástico estuvo muy bien. Todo lo que tocaron era de películas muy conocidas.

Pero siento decir que el concierto queda ya muy lejano porque de por medio está ayer, que fue un día dedicado íntegramente a la Navidad. Desde después de desayunar hasta poco antes de cenar estuve danzando de un lado a otro adornando cosas. Y ahora es cuando vienen las tropecientas mil fotos de mi obra, que para algo trabaja una.

Empezamos, como debe ser, por el portal. El portal en sí, y por cutre que sea decirlo, está comprado en el chinopijo, pero fue sin duda una gran compra. Luego yo fui comprando complementos: la leña, un saco, un fajo de paja, una jarrita de barro... y un cubo de metal oxidado (para darle solera) y un cestillo de mimbre que no sabía con qué rellenar y que poner vacíos no me convencía. Al final cogí los frutitos ya secos del muérdago del año pasado y puse unos cuantos en cada uno. ¡Qué idea! Quedó chulísimo.Lo que más guerra me dio - más que nada porque tuve que hacerlo dos veces - fue el río con sus piedras en la orilla y su correspondiente puente. Pero al final mereció la pena porque ahora cada vez que paso por delante es lo que me quedo mirando y lo que más me gusta.

Por cierto que después de hacer las fotos compramos musgo y ahora el suelo y eso se ve menos vacío. De momento este año no he puesto serrín y aunque al principio me parecía un poco soso, ahora no me disgusta (más que nada porque, como ya digo, el musgo rellena un poco). Lo que aquí se ve son hojas de muérdago, que no quedan mal tampoco.Los Reyes Magos y sus pajes: Un par de planos generales: Ya es bastante del Nacimiento, aunque seguiría poniendo más. Pero dejemos paso al árbol. Hicimos un breve paréntesis en la decoración navideña para ir a comprar y, de paso, acercarnos al chinopijo a comprar las luces para el árbol y algunas bolas más porque yo pensaba que teníamos poquísimas y que nos iba a quedar el árbol más soso del mundo. La foto no es muy buena, porque el pobre árbol ha quedado cortado por arriba y por abajo pero da una idea de que está bastante llenito. De hecho hubo algunas bolas que quedaron sin colgar. (Aprovecho para presumir además de que detrás del árbol está la estantería Brontë).Y no puede faltar mi miniárbol de escritorio con su tió. Y ya para por fin terminar con la sobredosis de fotos pongo la del tercer domingo de Adviento. Qué culpa tengo yo si todo coincide.

THE END.

viernes, 14 de diciembre de 2007

De cine

Esta noche tenemos evento musical. Vamos a un concierto de música de cine fantástico en el Auditori. Ya contaré qué tal aunque tiene pinta de ir a estar bien.

Hoy no será un viernes normal porque en lugar de comer con Manuel en Barcelona y luego ir de acá para allá haciendo tiempo antes del concierto, nos iremos cada uno por nuestro lado a hacer compras navideñas y luego quedaremos en algún sitio intentando que las bolsas no delaten lo que va dentro.

Y mañana Manuel me ha dado permiso para "poner la Navidad". Sí, ha roto todas sus reglas de que no se pone nada hasta casi el día 24 y deja que mañana me dedique a vaciar la caja de la Navidad y la vaya desperdigando por la casa. Habrá fotos, claro.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Otra tradición sueca

Si ayer hablaba de la Feria de Santa Lucía hoy hablo del día de Santa Lucía, que es hoy. Además así tengo la excusa perfecta para colgar un Carl Larsson auténtico en mi blog que ilustra perfectamente por qué sé qué día es Santa Lucía y en cambio no tengo ni idea de cuándo es San Romualdo, por ejemplo. Santa Lucía, o Sankta Lucia en sueco, es otra costumbre sueca de esta época del año que me hizo gracia en su día y que ya soy incapaz de olvidar. Esta no la pongo en práctica como lo de las velas de Adviento, porque una cosa es poner las velas por ahí y encenderlas cada domingo y otra es ponerse las mismas velas en la cabeza y empezar a cantar. No me lo invento por raro que suene, y a YouTube me remito por si el cuadro de Carl Larsson no es suficientemente claro.

A lo que no diría que no es a un bollito típico de azafrán que si no recuerdo mal me gustaban. Lo que sí tenemos es fresquito para dar ambiente, aunque no llega ni de lejos supongo al frío sueco.

Siguiendo con las costumbres suecas: esta semana, y gracias a Spanair, tuve que trasladar el domingo de Adviendo al lunes, así que aquí está la foto de las dos velas correspondientes: una recién empezada y la otra ya más consumida.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Fira de Santa Llúcia

Parece increíble que hoy haga justo una semana, pero el miércoles pasado a estas horas estaba pululando delante de la catedral por la Fira de Santa Llúcia en busca de figuritas para mi nacimiento (que, cómo no, tratándose de algo que yo quiero, empiezan a escasear). Al final encontré un par de puestos y me hice con unas cuantas que ya enseñaré cuando ponga el nacimiento. Además luego en Madrid también compré algunas más.

Pero no sólo me dediqué a las figuritas, también di con un puente lo suficientemente pequeño como para que no parezca que mis figuras tienen tendencias suicidas y hay que impedirles a toda costa que se tiren al río a lo Virginia Woolf. Y también me abastecí de productos de atrezzo: sacos, leña, cofres, vasijas, piedras... Todo en tamaño minúsculo, claro.

Pero en la feria se puede comprar cualquier cosa relacionada con la Navidad. Se parece a lo que debían de ser los puestos de la Plaza Mayor de Madrid antes de dedicarse casi exclusivamente a la venta de todo tipo de pelucas y gorros de reno de peluche (¡¿alguien sabe qué tienen que ver las pelucas con la Navidad?!). Los puestos son todos muy bonitos con tanto colorido, aunque siempre me pregunto de qué vive esa gente el resto del año.


También compré el ya tradicional ramito de muérdago y acebo. Ahora nos queda por quemar el ramito del año pasado como dice la tradición, aunque Manuel no está nada decidido (normal por otro lado*).
Así que con eso, unos cuantos adornos cedidos por mi madre y un par de ositos monísimos venidos de Valencia/Madrid, este es el estado de la caja de la Navidad. Qué ganas de vaciarla.
(Las bolsas de plástico son de la feria, lo aclaro con la esperanza de que la explicación haga que parezcan un poco menos cutres)

*Cómo se va a fiar de mí para quemar nada, por mucho que yo insista en que lo ponemos en la pila bajo el grifo para tener el agua cerca en caso de que se nos vaya de las manos si me pasan cosas como que voy a tirar la basura y suelto el pedal que sujeta la tapa del contenedor antes de quitar la mano y dejo que la tapa me caiga encima de los nudillos con todo su peso. No soy de fiar, está claro.

martes, 11 de diciembre de 2007

Vuelve, a casa vuelve...

Hace un par de minutos que han traido mi maleta. ¡Está sana y salva!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Odisea en Barajas por cortesía de Spanair

Horas de espera en Barajas: 6; número de cambios de vuelo: 3; número de colas largas hechas: 3; media de personal de Spanair para atender las reclamaciones de más de 100 personas: 1,5; número de reclamaciones hechas: 4; número de maletas perdidas: 1; número de veces que el personal de Spanair me aseguró que cambiarían de vuelo mi maleta: 3; número de maletas en la cinta al bajar de un avión lleno hasta los topes: 6; número de llamadas recibidas de Spanair para decirme que me entregan hoy mi maleta: 0; número de veces que Spanair se ha disculpado por todas las molestias encadenadas que nos han causado: 0; número de veces que alguien nos dijo qué pasaba: 0; número de detalles (buenos) que Spanair tuvo con sus clientes que habían pagado por unos billetes y que no recibieron el servicio acordado: 0; número de meses en que Spanair tramita la reclamación de dinero gastado por su culpa: 3; número de pensamientos de odio absoluto hacia Spanair: 8748035279347828037657463158437647613532786573418563856380532658376508356.

Un principio un tanto al estilo de Bridget Jones para una entrada que nunca pensé que tendría que escribir. Cuando barajaba las posibles entradas que escribiría a la vuelta y en qué orden nunca se me pasó esta por la cabeza. Ahora le doy la prioridad inversa que Spanair da a sus clientes.

Crónica de la odisea que no le deseo ni a mi peor enemigo: llegamos a Barajas a las 14:45 para coger el vuelo de las 16:30. En el mostrador de facturación la azafata nos cambia automáticamente al vuelo de las 17:30 porque el de las 16:30 va con retraso. Nos sentimos ligeramente molestos pero nos resignamos. Localizamos la puerta de nuestro nuevo vuelo y nos sentamos a esperar. Cuando minutos antes de la hora de embarque nos levantamos vemos que la pantalla de la puerta está en blanco y que nuestro vuelo no aparece en las pantallas de información. Después de mucho insistir y mucho caos nos dicen que la puerta donde estábamos ahora es para ir a Málaga y que debemos ir al mostrador de "información" de Spanair para saber más de nuestro vuelo. En el mostrador de "información" hay un chico gestionando las reclamaciones de más de 100 personas.

Después de casi una hora de espera en la cola sin que nadie nos diga nada y con una hoja de reclamación rellenada por fin nos atienden. Ahora resulta que nuestro vuelo real sale a las 19:30 pero que ya va lleno. Nos colocan en el vuelo de las 20:30, es decir, cuatro larguísimas horas después de nuestra hora. Pregunto una y otra vez si van a cambiar mi maleta de vuelo y me dicen con toda seguridad que por supuesto. Y nadie nos pide disculpas.

Muy de mal humor nos vamos a tomar algo. Guardamos el ticket para que Spanair lo pague. Después de lo que parecen horas en la cafetería volvemos hacia nuestra supuesta nueva puerta. Manuel se queda allí y yo voy al mostrador de "información" a que me digan qué tengo que hacer para que me devuelvan lo que he gastado por su culpa. Sigue habiendo tanta cola que no consigo que me atiendan y me tengo que ir a embarcar de una vez. Cuando el avión está por fin preparado, tiene que acercarse una chica de handling al mostrador de embarque para pedir que venga alguien a embarcarnos. Se lo toman con calma.

Durante el vuelo con todos los asientos ocupados nadie comenta nada de los pasajeros que llevan horas tirados en Barajas y ni siquiera nos dan agua gratis o tienen algún mínimo detalle para con sus clientes. Por no dar no dan ni el típico caramelito del final del vuelo.

En las cintas de equipajes vemos que las poquísimas maletas que salen son las de la poca gente que volaba desde el principio en ese vuelo. Las del vuelo de las 19:30 con gente reubicada y las nuestras no aparecen. De nuevo a hacer cola para reclamar el equipaje. De nuevo nadie pide disculpas.

Para cuando salimos del aeropuerto son más de las 11 de la noche y nuestro autobús ya no pasa. Tenemos que coger un taxi y pedimos factura para, por supuesto, reclamar el importe a Spanair.

Por fin llegamos a casa como si viniéramos de la guerra. Habíamos perdido toda una tarde.

Y esta mañana he llamado a Spanair y me dicen que mi maleta sigue en Madrid (supuestamente localizada) y que si todo va bien (¡ja!) me la entregarán hoy mismo. En cuanto llegue a Barcelona me llamarán. ¿Me han llamado? Aún no, y lo que quedará.

También he rellenado el formulario para reclamar todos los gastos ocasionados y parece que dentro de tres meses me dirán algo. Los trabajadores de Spanair no sufren estrés.

Lo peor es que el vuelo de Reyes es también con Spanair. Nos os imagináis el miedo que nos da. Después de eso Spanair desaparece del mapa para nosotros. Ya pueden poner sus billetes a Madrid a un céntimo que preferiremos pagar más con cualquier otra compañía.

Consejo del día (y gratis): NO VIAJÉIS CON SPANAIR.

Editado a las 18:43: Después de varias llamadas a Spanair durante todo el día por fin me han llamado ahora para decir que mi maleta está en Barcelona (es curioso cómo sólo unos minutos antes cuando yo llamé seguía en Madrid... eso es control y lo demás tonterías) y que mañana por la mañana me la traen. ¿Será verdad? ¿Será mi maleta? Ya veremos.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El Madrid alegre

Esta mañana me he recorrido media Barcelona y parecía que a cada paso que daba iba más cargada. Barcelona tiene demasiadas tentaciones. Aunque en realidad hoy me he ceñido bastante a lo que tenía en mente: arrasar en la Feria de Santa Lucía y algunas otras compras navideñas. He hecho fotos de la Feria, que me encanta, pero me las reservo para la semana que viene y así poder comentarlas con más calma.

Porque hoy estoy liadísima con preparativos para estos días en Madrid y mañana por la mañana creo que me voy a tener que levantar a las 5 para que me dé tiempo a hacer todas las cosas que debería hacer. La realidad, claro, será que me levantaré a una hora más (o menos, según como se mire) decente y estableceré prioridades.

Escribo esto mientras me tomo mi té y descanso un rato. Esta mañana, pensando en Madrid para evitar pensar en lo que me dolían los pies y me pesaban las bolsas, me vino a la mente un poema de Charlotte Brontë que descubrí gracias a un libro en español con solera que cayó del cielo hace unos meses. Los Brontë atravesaron una fase de auténtica pasión por la "guerra peninsular" y muchos de los nombres de sus personajes de las historias juveniles tienen influencias españolas, pero la verdad es que hasta que ese libro cayó en mis manos no sabía que Charlotte Brontë, a los 20 años, había escrito un poema en el que mencionaba Madrid en la primera estrofa.

En versión original:

I've a free hand and a merry heart;
I dwell in gay Madrid;
My hair is like a night-cloud, when
Its veil the moon has hid.

En la traducción:
Tengo manos ágiles, corazón risueño,
y en el Madrid alegre resido;
mi pelo es cual nube nocturna
cuando el velo la luna ha escondido.

Está escrito por Lady Julia Wellesley, hija de la versión ficticia del héroe absoluto de Charlotte: el Duque de Wellington.

Y seguiría durante mucho más rato con el tema pero se me ha acabado el té y ya no tengo excusa para no seguir haciendo cosas. Así que ya me despido del blog hasta la semana que viene.

martes, 4 de diciembre de 2007

Más normalización

Hace tiempo me apunté a una actividad de catalán que consiste en que los encargados de normalizarnos nos juntan por parejas con voluntarios nativos (o de conocimientos muy avanzados) para quedar fuera de clase y únicamente hablar en catalán.

Ya han organizado las parejas y hoy mismo me han dado mi carpeta con los datos de la chica que me ha tocado (que por su nombre parece nativa) para que me ponga en contacto con ella y podamos vernos para parlar una estona.

De momento lo mejor de todo es que, igual que al principio del curso de catalán, me han dado una carpeta llena de sorpresitas: un calendario de 2008, un marcapáginas con imán, un estupendo cuaderno de espiral y tres libretitos de pasatiempos en catalán que me han parecido muy chulos. Además incluye también un listado de los comercios que colaboran con esto y donde se supone que puedes ir, tartamudear, saltarte toda la gramática que has aprendido y no se reirán de ti. Para mí el lado más práctico es que ahora tengo una lista bien completita de tiendas muy variadas de la zona.

Para terminar con otro tema: dentro de un rato nos iremos a abastecernos de dulces navideños. Hmmmm.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Paul Auster y Kaspar Hauser

El sábado por la noche y el domingo por la mañana me dediqué a leer el guión de The Inner Life of Martin Frost de Paul Auster tal y como había anunciado. Creo que es el primer guión que leo en mi vida, pero- sin haber visto la película - tengo que darle un poco la razón, aunque sin ensañamiento, al que escribió la crítica horrible que leí. La historia, muy corta, funcionaba muy bien en El libro de las ilusiones, pero aquí, sobre todo en la segunda parte, se nota muy alargada, termina por hacerse un poco pesada y por perder un poco el sentido. Me llevé un chasco, pero aun así no me importaría ver la película para comparar. Puede que con las imágenes, los actores, etc. mejore y se vea de otra forma. En cualquier caso en YouTube puede verse el trailer.

Pero para compensar ayer me terminé la primera historia de La trilogía de Nueva York, Ciudad de cristal, que me dejó impresionadísima. No sé cómo serán las dos que me quedan, pero desde luego veo esta primera muy difícil de superar.

Gracias a ella, además, descubrí la historia de Kaspar Hauser (o en inglés, más completo), que me parece de lo más interesante, sobre todo por las muchas intrigas y preguntas sin respuesta que hay alrededor. También me gusta mucho el texto que eligieron para un monumento suyo en Ansbach (Alemania, donde sucedió todo): Hic occultus occulto occisus est (Aquí un desconocido fue muerto por un desconocido).

domingo, 2 de diciembre de 2007

Primer domingo de adviento

Cuando vi las primeras por ahí pensé que quería una flor de Pascua para casa. Pero ya se sabe que del dicho al hecho... Las que veía en Barcelona era un jaleo traerlas a casa y las que veía por aquí cerca parecían todas un poco mustias. Así que ya me había medio resignado a no tener una. Pero ayer cuando estábamos haciendo la compra Manuel me dijo: ¿has visto lo que hay al lado de la fruta? Y yo, que no lo había visto, me acerqué y vi unas cuantas flores de Pascua. Había de dos tamaños y me decidí por el pequeñito. Sinceramente, nunca había pensado que la flor de Pascua llegaría a casa en el carro de la compra.

Veremos cuánto dura la pobre. No sabe en qué manos ha caído. Tengo mis dudas de que aguante siquiera hasta Navidad, pero mientras dure bien mona que está.

Y hace un rato, cuando ya ha empezado a anochecer y he bajado la persiana he encendido mi primera vela de adviento. Es una tradición sueca que aprendí cuando iba a clase y que me gustó mucho, así que ahora la he incorporado a mi repertorio navideño.

El funcionamiento suena muy enrevesado. Se ponen cuatro velas: el primer domingo se enciende un cuarto de la primera vela, el segundo domingo se enciende el segundo cuarto de la primera vela y el primer cuarto de la segunda vela, el tercer domingo se enciende el tercer cuarto de la primera vela, el segundo cuarto de la segunda vela y el primer cuarto de la tercera. Por último, el cuarto y último domingo de adviento se enciente el último cuarto de la primera vela, el tercero de la segunda, el segundo de la tercera y el primero de la cuarta. Descrito parece un lío tremendo, pero no es así y es muy bonito que cada domingo vaya habiendo más luz.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Diciembre

Ya es diciembre y ya hemos abierto la primera ventanita de nuestros calendarios. También he montado todo el tinglado para mañana poner en marcha la costumbre sueca de los cuatro domingos de adviento. No digo más, ya pondré alguna foto mañana.

También he cogido de la librería The Brontës' Christmas y como tiene treintaypico capítulos con una pequeña historia más o menos relacionada con las Brontë pienso usarlo como "calendario de Navidad" y leer una cada día. Calculo que más o menos me durará hasta Reyes.

viernes, 30 de noviembre de 2007

La vida interior de mi iPod

Aunque hoy es viernes no voy a Barcelona. Me quedo en casa para, entre otras cosas, concentrarme en que se me quite el incipiente resfriado antes de ir a Madrid. En octubre ya tuve que llevar un resfriado a cuestas y dos veces igual me parece excesivo.

Pero el miércoles de camino a la charla de Jasper Fforde (el tren y el metro iban especialmente lentos ese día) pude empezar a ver la peli Ensemble, c'est tout (Juntos, nada más) basada en el libro de Anna Gavalda, que tenía muchas ganas de ver desde hace tiempo. Ya había intentado verla antes pero me timaron y me colaron el mismo trailer repetido hasta llegar a los 100 minutos o así que dura la película. Cómo odio eso.

Creo que vi como la mitad y de momento me está gustando. Es clavadita al libro. Además mientras me leía el libro siempre me imaginaba a Camille como Audrey Tautou. Menos mal que descartaron (o como sea la historia) a Charlotte Gainsbourg, que no me pega nada y además - pese a lo que diga Manuel siempre que la pongo verde - no me gusta nada como actriz.

Así que estoy a medias y hasta el miércoles no es probable que vuelva a Barcelona y pueda verla en el tren. Tengo un dilema sobre si ver el resto en el ordenador (después de haberlo convertido y todo) o dedicarme a otras cosas y dejar la segunda mitad para el miércoles en plan miniserie semanal (como Cranford, que sigue de maravilla).

Y hablando de mi iPod, últimamente no puedo dejar de escuchar el nuevo disco de James Blunt. Lo tengo ya desde hace tiempo, pero lo tenía un poco abandonado hasta que hace unos días lo rescaté y ahora soy adicta. También me tiene enganchada el nuevo disco de PJ Harvey (de la que no conocía nada y, por lo que he oído, sólo me gusta este disco).

Ya fuera de mi iPod, y como estoy leyendo La trilogía de Nueva York de Paul Auster, aprovecho para comentar que me apetece ver La vida interior de Martin Frost, aunque el otro día leí una crítica que no la ponía mal a secas... no, se ensañaba con ella de una forma horrible. Tengo el guión, así que igual lo leo para hacer tiempo mientras la estrenan (ya la semana que viene, creo) y para estar preparada, aunque la historia la conozco más o menos porque sale de El libro de las ilusiones (mi primer libro de Paul Auster y que empezó todo, gracias a la única lectora). También querría ponerme en antecedentes cinematógraficos y ver Smoke y las otras de una vez.

En resumen, que igual entre unas cosas y otras aguanto hasta el miércoles para seguir viendo Juntos, nada más.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Con Jasper

He vuelto hace un rato del evento de hoy: una charla de Jasper Fforde como decía en la anterior entrada.

La charla ha resultado de lo más amena y Jasper me ha parecido muy simpático. Nos ha contado un montón de anécdotas de cómo escribe sus libros y ha dicho muchas cosas muy interesantes. Ha hablado de sus dos universos muy a fondo, cosa que me ha hecho gracia porque algunas cosas que decía eran de libros que aún no se han traducido y no sé hasta qué punto la gente se enteraba muy bien de lo que hablaba. Pero yo me lo he pasado en grande oyéndole hablar de su género y de que si cada género literario tiene que tener un nombre (se mete siempre mucho con los tecnicismos y etiquetas literarios) el suyo sería fiction fiction* (o sea, ficción ficticia).

Y oír hablar en vivo y en directo de un mundo tan surrealista como el de Thursday Next le da un toque de realidad que costaba imaginar. He aquí un señor que, con todo el aplomo y la razón del mundo, hablaba de Chronoguards (cronopolicías), gente erradicada (o como sea la traducción que hayan elegido), de dodos, de hooligans literarios enfrentados entre sí porque no se ponen de acuerdo en quién era mejor, Shakespeare o Marlowe. Y una laaaargo etcétera que ha hecho que el rato de la charla se haya pasado volando.

Una cosa que me ha hecho especial gracia es que ha comentado que lo que primero que "exploró" fue el mundo de los Nursery Crimes (que paradójicamente se publicó después) y que luego se preguntó si se podría hacer lo mismo con los clásicos, que siempre han estado en una especie de altar. Y ha dicho que la mayoría, efectivamente, se merecen el altar, porque son muy buenos (aunque no por ello intocables como él mismo ha demostrado)... con la excepción de Cumbres Borrascosas.

Así que cuando me he acercado a que me firmara - o le firmara a la tal Christina - mis dos libros (me decanté por el primero y el último publicados en inglés, confiando en que si se fijaba en lo que firmaba - que ha sido que no - dedujera que tengo todos los que están entre medias) ni corta ni perezosa le he dicho que a mí sí me gusta Cumbres Borrascosas. Se ha reído y me ha dicho que tiene un gran problema con ese libro. Y luego, como siempre que un autor me firma un libro, le he preguntado si el año que viene habrá libro y si sería de Thursday. Me ha dicho que libro habrá, pero que será algo nuevo que es un gran secreto. Intrigada me ha dejado el tío. Pero para compensar me ha regalado un par de postalillas muy características de su sentido del humor. Una la que pongo abajo (mejor verla en grande para leer bien lo que pone) y la otra una partida de Scrabble con números binarios.
Me ha encantado mi evento.

* Aprovecho el juego de palabras de Fforde para reivindicar muy seriamente desde aquí, ya que la RAE se dedica sólo a aceptar palabras como bluyín (blue jean) y no a estas cosas, que se diga también ficción científica, que es lo que tiene sentido, y no ciencia ficción, que si te paras a pensarlo no tiene ni pies ni cabeza.

EDITADO JUSTO UN MES DESPUÉS: La conferencía de Jasper puede leerse online. Muy recomendable.

martes, 27 de noviembre de 2007

Jasper Fforde en Barcelona

Mañana hay evento de lo más interesante. Jasper Fforde, un autor que no dudo en llamar único, viene a Barcelona a dar una charla, "Jasper Fforde, Thursday Next y la metaficción", y a entregar un premio. El acto es en la UPC y es abierto a todo el mundo, así que ahí estaré yo.

Por teléfono me han dicho que en principio no hay firma oficial de libros, pero que si quiero me puedo llevar alguno por si acaso. Y eso pienso hacer. Me queda decidir cuál, aunque algunos ya los tenemos firmados. En las librerías inglesas, cuando un autor va a firmar libros, luego suele dejar también unos cuantos firmados que ponen a la venta. Y así hemos ido consiguiendo algunos. Pero no estaría mal uno que diga para quién es y eso.

Antes decía que Fforde es un autor único, pero como siempre no tengo ni idea de qué más decir de él. Sólo que me río muchísimo con sus libros y que cada año en verano esperamos con ganas que saque el nuevo (de momento va a uno por año). Tiene dos "mundos" que a veces se mezclan: uno es el de Thursday Next y otro el de los Nursery Crimes, este último es un juego de palabras con los nursery rhymes ingleses (las rimas infantiles) donde se investigan muy seriamente cosas cómo qué llevó a Ricitos de Oro a entrar en la casa de los tres osos o por qué se cayó Humpty Dumpty del muro, a partir de ahí salen todo tipo de cosas como blanqueo de dinero o mercados negros de miel.

Pero Thursday Next es la auténtica estrella. Su primer libro (y ya van cinco, el más reciente de este mismo verano) se llamaba The Eyre Affair (hace poco traducido como El Caso Jane Eyre) y gracias a eso la descubrí. Como yo me siento incapaz de describir estos libros, copio y pego lo que dice la web de los editores en español:

En el mundo de Thursday Next la literatura es casi como una religión. Se ha creado una brigada especial que se ocupa de asuntos tan esenciales como perseguir los plagios, descubrir al verdadero autor de las obras de Shakespeare o detener a los vendedores de falsos manuscritos. Pero ser detective literaria teniendo a un padre cronopolicía y a un tío capaz de las más locas invenciones no siempre es una ayuda. Y aún menos cuando Jane Eyre, la famosa heroína de Charlotte Brontë, es secuestrada por Acheron Hades, antiguo profesor de la detective Thursday Next y moderna encarnación del mal absoluto...Como bien se dice en esta novela: «Las barreras entre la realidad y la ficción son más porosas de lo que creemos.» Un verdadero libro de culto.
Un resumen de lo más apañado, pero que pasa por alto los mil juegos de palabras, las parodias, las situaciones totalmente inimaginables que se producen y muchas cosas más.

Y ahora viene cuando digo que le presté The Eyre Affair a la única lectora pero la tía nunca lo leyó. Ella se lo pierde, pero todo el mundo debería conocer a Thursday Next.

Yo mañana conoceré - o como mínimo oiré en vivo y en directo - a su creador.

Ah, la explicación de la imagen: Pickwick es la mascota de Thursday Next. Es un dodo - un pajarraco extinguido ya - clonado por ella misma gracias a un kit casero.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Pre-Navidad

He aquí mi calendario de Adviento, cursi o no cursi. La foto está hecha con el móvil, por pereza, y de ahí que haya quedado con un flou que ya lo quisiera Robert Redford para él.

El caso es que ya estamos en época pre-navideña total. Casi todas las tiendas ya han sacado las galas de Navidad y los supermercados están llenos de cosas ricas navideñas en todas las secciones. Manuel y yo decidimos no comprar turrones, etc. hasta diciembre. Yo ya me lo salté cuando compré los primeros y adelantadísimos polvorones de finales de octubre. Pero me lo he vuelto a saltar otra vez por otro puñado de polvorones y por las deliciosas almendras rellenas, que cada vez que entraba a comprar cualquier cosa me pedían a gritos que las comprase... hasta que no lo pude resistir ya más.

La lotería, el árbol, el nacimiento, algunos adornos del chinopijo esperan a que les llegue la hora de lucirse. Pero hasta entrado diciembre nada de nada.

Ayer no me pude resistir a escuchar algunas cancioncillas de Navidad en el iPod ya. Son las primeras que pongo voluntariamente, pero no las primeras que oigo esta temporada, porque en Starbucks, con sus vasos rojos, no paran de poner villancicos. Y a mí, claro, me cuesta levantarme e irme más aun que de costumbre.

El 2 de diciembre empieza la Fira de Santa Llúcia delante de la Catedral. Estoy deseando que llegue y poder abastecerme de todo tipo de adornitos y complementos para el nacimiento.

Lo dicho, que a ver si llega diciembre de una vez y una puede ponerse en modo navideño sin que la llamen adelantada.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Atrapados en el hielo

¡Ayer me compré mi calendario de Adviento! Claro que Manuel me ganó por una semana en comprar el suyo. Compramos dos porque a él le gustan los que esconden una chocolatina detrás de cada casilla y a mí, a pesar del chocolate, me gustan los de toda la vida: con un simple dibujito. Manuel me dice que el mío es cursi (tampoco es que el suyo sea muy de machote), pero en realidad es muy mono: tiene el portal de Belén (nevado y con un árbol de Navidad al fondo...) y ovejitas y pastorcitos y todo lo típico. Y, lo mejor de todo, tiene la casilla del día 24 doble. Así que ahora queda esperar que llegue diciembre para poder abrir casillas.

Comimos en el Gino's del Maremagnum, con vistas al mar. Al salir ya se estaba poniendo el sol así que nos encontramos con la puesta de sol de la foto de al lado.

Y después nos acercamos al Museo Marítimo a ver Atrapados en el Hielo. Una pena que en la sala de al lado esté Bodies, porque le quita todos los visitantes. A mí no me importaría ver Bodies, la verdad, pero es que ayer había cola y encima la entrada cuesta casi 20 euros. Así que me quedaré sin ver músculos y cosas al natural.

Atrapados en el Hielo nos gustó mucho. Son las fotos que documentan el viaje de Shackleton a la Antártida y son todas impresionantes. Se puede ver no sólo el paisaje único con que se encontraron, sino la vida a bordo del barco, acompañado todo por comentarios y anécdotas del viaje, sacadas normalmente de los diarios de los tripulantes, como la vez en que parte de la tripulación le gastó una broma al biólogo de la expedición y le puso unos espaguetis en un bote de los suyos y luego cómo el barco encalló y tuvieron que abandonarlo y montar un campamento en el hielo, en mitad de la nada. Se pueden ver algunas fotos en esta página, incluida una de los cachorros monísimos que nacieron en pleno viaje.

Así que, señores de la cola de Bodies, ahórrense 14 euros y pasen un rato a la sala de al lado. Merece la pena.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Cranford

Hoy se me ha ido la mañana haciendo recados y a cada nuevo recado más cargada iba. Primero me pasé por la oficina de correos, que cada día que pasa es más surrealista y menos eficiente. Luego: lotería de Navidad, fotocopias, castañas, tintorería. Y todo mientras hacía un bochorno de lo más extraño en esta época del año.

El caso es que ayer por la noche vimos el primer episodio de la nueva miniserie de la BBC, Cranford, que es un refrito (pero de momento muy bien hecho) de varias historias cortas de Elizabeth Gaskell. Empezó el domingo y son cinco episodios. Yo estaba bastante predispuesta a que me gustara, no sólo por las buenísimas críticas que había leído, sino porque me encanta Cranford (la única, y la principal, historia corta que he leído de las tres que hacen el refrito), porque el reparto me parecía espectacular y de lo más acertado. Judi Dench, Imelda Staunton, Eileen Atkins, Deborah Findlay, Barbara Flynn y alguna que otra más, todas haciendo de cotorras y cotillas graciosísimas. Y por otro lado están Francesca Annis, Michael Gambon y Andrew Buchan.

Y sí, como era de esperar nos reímos y nos gustó mucho. Inolvidable la escena de las dos Misses Jenkyns y su sobrina retirándose cada una a su habitación para comer sus respectivas naranjas en la intimidad o la "economía elegante" que practican con las velas.

En YouTube puede verse un minitrailer.

Esperamos ansiosos el próximo capítulo.

martes, 20 de noviembre de 2007

Tres pasos fuera del tiempo

Hoy otra vez la profesora de catalán está malalta. Y además está el día muy gris y hace bastante fresquito. Así que me quedo en casa dispuesta a empezar a leer, por fin, La insolación de Carmen Laforet. Como mi edición - conseguida a duras penas - tiene mucha más solera (es de los años 60) y y una portada más bonita que la que sacaron inmediatamente después de que yo rebuscara la mía por todas partes, la he escaneado para ilustrar esta entrada.

Tengo la manía de, una vez sé que me gusta un autor, intentar leer sus obras por orden cronológico. Las pocas veces que me salto el orden siempre tiene consecuencias "desastrosas". Me empecé a leer Al volver la esquina de Carmen Laforet sin saber la historia que había detrás del libro y para cuando la supe ya no quise dejar de leerlo para retomar el buen orden.

Al volver la esquina se publicó en 2004, poco tiempo después de la muerte de Carmen Laforet y unos 40 años después de la fecha en que debería haberse publicado. Al volver la esquina era la segunda parte de la trilogía Tres pasos fuera del tiempo, que comenzaba con La insolación. De ahí que mi orden se volviera caos porque leí el segundo volumen antes del primero. La idea de la trilogía era más o menos seguir los pasos de un grupo de amigos en tres décadas diferentes, un libro para cada década: los 40, los 50 y los 60.

¿Y qué pasó con el tercero que ya tenía hasta nombre: Jaque Mate? Pues no se sabe muy bien, pero el caso es que de momento nadie sabe o nadie dice qué ha sido de él. Están la teoría de la intriga y la teoría más normalita y menos emocionante. A mí me gusta mucho la de la intriga, pero supongo que la verdadera es la normalita.

La teoría de la intriga es que Carmen Laforet legó una maleta con sus "últimas voluntades narrativas" a un amigo romano. Nadie, ni siquiera sus propios hijos, saben qué había en esa maleta. Pueden ser papeluchos o puede ser Jaque Mate y más.

La teoría más normalita y puede que más creíble es que en los años en los que escribía la novela, Carmen Laforet fue vagabundeando por "hoteles y casas de amigos" y "buena parte de sus papeles se habían extraviado, y aunque hizo varios esfuerzos por recuperarlos, no lo consiguió".

La conclusión de las dos teorías es la misma: nos quedamos compuestos y sin la tercera parte, salvo que de pronto aparezca de alguna forma.

Así que mi caos lector es: que he leído la segunda parte de tres antes que la primera parte y cuando haya leído las dos es probable que nunca llegue a leer la tercera.

Me gustan y me entretienen (y me enervan un poco) los misterios relacionados con los autores y sus novelas que pudieron ser. Aún recuerdo que hace años la única lectora me contó la historia de que una novela de Truman Capote podía estar guardada en el casillero de alguna estación de autobuses de Estados Unidos. No soy una fan de Truman Capote pero la historia me encanta. Y por supuesto está el misterio de la segunda novela de Emily Brontë, si la escribió o no, si la carta sobre una segunda novela era para ella o para su hermana Anne, si se destruyó y cómo...

Y antes de acabar esta entrada larga de mañana gris reclamo humildemente que alguien se decida a escribir una biografía de Carmen Laforet (y ya que estamos de Carmen Martín Gaite). En cualquier otro país ya tendrían varias.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Naranjos en la ciudad

El viernes también me di una buena caminata por Barcelona. Fue el primer día que saqué el abrigo del armario y pensaba que me sobraría cuando fuera por el sol, pero qué va. Pude disfrutar de un día de los que me gustan: frío y soleado.

Después de andar y andar y, vale, sí, coger el metro, mis pies me llevaron hasta un parque lleno de colores otoñales.Una vez fuera del parque y yendo hacia donde había quedado con Manuel me topé con esto que gritaba que le sacase una foto. No me resisto a las escenas de plantas/árboles y farolas, y menos si el árbol en cuestión está cuajado de naranjas en plena ciudad.
Poco después de hacer esta foto decidí entrar un momentito en El Corte Inglés. Y en qué momento. Tardé 15 minutos en conseguir salir y no precisamente porque estuviera mirando nada en concreto, aunque vi los juegos de té unas mil veces mientras daba vueltas cada vez más desesperada tratando de buscar las escaleras de subida y luego, cuando ya me veía más cerca por fin de escapar, tardé otro tanto en encontrar la salida. Yo, que iba con tiempo para llegar antes que Manuel, llegué tarde por culpa de los laberintos de El Corte Inglés. Y si al menos hubiera encontrado lo que buscaba...

domingo, 18 de noviembre de 2007

Eco

Ayer el evento nos gustó mucho. Los actores/cantantes eran muy parecidos, tanto en aspecto como en voz, a los originales y demostraron que eran unos verdaderos profesionales que cubrían como podían las deficiencias de la mala organización: que si el cable del micrófono no daba para llegar hasta el extremo del escenario, que si nada más empezar el micrófono se estropeó. Pero lo peor de todo fue el sonido pésimo. Primero que la sala anexa al Palau Sant Jordi no es el sitio ideal para imaginar que uno está en un casino de los años sesenta, toda desangelada, fría y enorme y segundo que por eso mismo el sonido de las voces potentes rebota por todas partes. Pero eso no hubiera sido tan malo si no hubiera tenido la ayuda de un altavoz que iba con tres segundos de retraso y que añadía más eco al eco.

Y todavía hubo más, esto ya sin nada que ver con la organización, y es que al terminar el espectáculo con My Way el señor que teníamos al lado no pudo contenerse más y se puso a cantarla a pleno pulmón. No exagero, que un poco más y se sube él al escenario y le da una patada al imitador de Frank Sinatra y le roba el micrófono.

Entre canciones hacían chistes y números que estaban muy bien pero de los que el 80% de la sala no se enteró. Hicieron bromas adaptadas al país, como hablar de paella, brindar con "¡Salud!" y en My Kind of Town meter una pequeña mención a Barcelona.

Así que a la organización le damos un cero patatero pero al espectáculo le damos muy buena nota.

Y así estaba Barcelona desde las alturas cuando volvíamos a casa.