La buena noticia es que - a ver cuánto dura - hemos retomado la repostería, sin la regularidad de todos los sábados (o necesariamente los sábados), sustituyendo casi siempre a Manuel, que mientras se dedica a otros menesteres, con Héctor, que - no lo puedo negar - colabora mucho menos, no es el instrumento de precisión que es Manuel a la hora de medir y pesar, distrae, a veces se enfurruña un poco y tiene cierta tendencia a afferarse a mis pantalones/piernas y dejarme clavada en el sitio.
La mala noticia es que, por sorprendente que pueda parecer, la repostería va mucho más rápido que mi capacidad de escribir sobre ella en el blog. Con la regularidad de los sábados reposteros parecer que se fue toda la regularidad que la seguía al traste. Pero qué le vamos a hacer.
Una regularidad que no falla es la Last Night of the Proms (allá por principios de septiembre), con el tradicional acompañamientos británico, tanto en música como en comida. Este año prescindimos de los sándwiches de pepino y mantequilla (ooooh) y de nuevo, pese a que para mí septiembre es el mes de las mroas por excelencia, no encontré moras en la frutería y me tuve que "conformar" con unos deliciosos arándanos azules. Ojalá todos los sacrificios fueran así.
Lo pasamos en grande y Héctor, a la mañana siguiente, probó su primer scone (sin clotted cream). Ni bien ni mal, ni frío ni caliente. Hay que seguir trabajando esa anglofilia.
No hay duda de que la necesidad de hacer repostería viene dada principalmente por nuestros estómagos que rugen, pero también por mantener esta "sección" del blog, porque es un entretenimiento que me gusta mucho y, un añadido de ahora, porque la madre de uno de los coleguitas de Héctor y yo hacemos un contrabando de productos reposteros que haría las delicias de cualquiera. Un buen día ella me trae pan de chocolate o palitos de brioche y otro día soy yo la que le acerca estas deliciosas madalenas de canela y limón de Xavier Barriga.
Y aparte de deliciosas geniales de hacer. Me pareció, esta vez sí, no como la primera vez que hicimos una receta de este hombre, fascinante eso de poder dejar la masa reposando en el frigorífico toda la noche. Fascinante porque - oh, cómo no lo habíamos descubierto antes - eso significa que puedes tener madalenas recién hechas para desayunar sin necesidad de andar midiendo y pesando y mezclando aún con una parte de las neuronas dormidas. Las neuronas madrugadoras - pocas en mi caso - dan de sobra para repartir la masa en los moldes y meter al horno.
Eso sí, me hizo gracia que un hombre que da la cantidad de huevo según el peso y no las unidades, no precise más a la hora de decir cuánta canela y cuánta ralladura de limón poner. Pero bueno, a ojo, y con miedo a pasarme con la canela, el resultado fue bueno y seis personas se chuparon, literal o figuradamente, según de quién se hable, los dedos. A Héctor le gustaron, pero a él lo que de verdad le gusta de las madalenas son los moldes.
Y por último, cuando el otro día le comenté a Manuel que iba a hacer algo de repostería fácil pero no sabía qué, me recordó que teníamos un estupendo preparado para hacer cupcakes de red velvet. ¿Fácil y red velvet en la misma frase? Hecho. Y así de fácil que fue realmente.
Venía hasta con ayuda para la cubierta de Philadelphia, que desde luego quedó riquísima.
Como bien dijo Manuel cuando esa misma noche hincamos el diente a la primera, las cupcakes de red velvet nos trasladan automáticamente a Nueva York (que últimamente echamos mucho de menos, sobre todo desde que la única lectora nos dijo que se va a pasar allí unos días en plena Navidad, ¿quien podría no envidiar eso?). Mejores, mucho mejores, que las madalenas de Proust.
Y esas son nuestras andanzas recientes en el maravilloso mundo de la repostería.
Adivina qué entrada tengo programada para dentro dos días XD Hice las magdalenas de Xavier hace un par de semanas y me hice la misma pregunta sobre la canela y el limón. Ya ni recuerdo cuánto eché pero quedaron muy bien. Parece que esta receta sea infalible, eches lo que eches.
ResponderEliminarLos scones tienen una pinta increíble, como cada año. Y los red velvet también apetecen para una buena merienda :)
Sí, quizá es eso, que puedes echar la cantidad que sea y no se estropean, no sé. Tengo ganas de ver las tuyas, aunque me darán aun más ganas de repetir. ¿Has probado alguna otra receta de este hombre que recomiendes?
ResponderEliminarYa me dirás de donde sacaste esos red velvets tan fáciles. Yo ahora tengo unas galletas de chocolate con moka en el horno...a ver q tal! Porq no puedo contar con el vedericto de mis hijos, ya q la repostería ni les va ni les viene.....
ResponderEliminarDina: este es el preparado de los cupcakes de red velvet, comprado en Happy Day en Madrid: http://tiendaonline.happydaybakery.es/product.php?id_product=67
EliminarTus hijos seguro que terminan por convertirse a la repostería ;)
Qué fotos!! Esta mañana me levanté pensando en hacer scones...y espera que no los haga para llevarlos mañana al trabajo...en realidad...se tarda poco en hacer...
ResponderEliminarUn placer ver la capacidad repostera que tienes...
Bss!!
Jajaja... capacidad repostera la justa tirando a poca. Y sólo motivada por zamparlo todo luego ;)
EliminarLos scones son una delicia de hacer y de comer. Y seguro que triunfan siempre.
Oh! Qué delicia! Triple delicia! Por esas maravillosas fotos que hacen que se me llene la boca de agua, por esos apetitosos postres y por esas encantadoras entradas reposteras que tanto echaba de menos!
ResponderEliminarGracias! Y mil besitos!
Gracias a ti por todo lo que dices :)
EliminarMmm menos mal que ya he cenado, que bien que podáis iniciar a Héctor en el noble arte de la anglófilia, tengo ganas de hacer scones, ahora que hace menos calor ya da menos pereza encender el horno.
ResponderEliminarSí, ahora según el día encender el horno ya da menos pereza. Ya era hora.
EliminarUf, las mías salieron feísimas porque con las ansias de magdalenas y la pereza de no sacar más moldes los llené demasiado y...en fin, como setas. Qué alegría ver que las tuyas subieron en condiciones :)
ResponderEliminarAún no me he lanzado más allá de las de mermerlada y éstas. A ver si cae alguna novedad ahora que tengo más tiempo. ¿Tú has hecho alguna?
En las mías hubo algunas que soltaron lava como pequeños volcanes, o sea que tampoco quedaron del todo vistosas. Misterio repostero.
EliminarEstamos empatadas a recetas entonces. Pero yo creo que seguiré experimentando en breve :)
Algún día tendré que probar a hacer magdalenas, cupcakes o algo parecido... pero soy tan vaga para la repostería. Los preparados caducan en mis manos... Además, excepto a mi madre y a mi en casa no les gustan nada los postres (me hermano incluso me recrimina que no haga 1º o 2º platos).
ResponderEliminarBueno, a lo mejor Héctor sale anglófilo pero prefiere los pies de carne, nunca hay que perder la esperanza ;)
Oye, que si buscas público para la repostería ya sabes donde encontrarme. Si es esa la motivación que necesitas ya sabes, yo siempre dispuesta a echar una mano o hincar el diente ;)
Eliminar¡Me gusta mucho que recuperares la sección de repostería! Todo tiene una pinta buenísima. No obstante, se me hace la boca agua con las magdalenas red velvet.jam jam .Besos
ResponderEliminarAcabo de desayunar y leyendo tu entrada y viendo tus magníficas fotos me ha entrado un hambre atroz. QUe suerte tener con quien intercambiar repostería. Esas magdalenas las tengo que hacer
ResponderEliminarBesos
Emma
No lo dudes y hazlas. Muy fáciles y ya digo que genial eso de que se pueda dejar la masa lista para hornear en el momento. ¿Qué mejor desayuno que una madalenita recién horneada? Hmmm.
EliminarOh, preciosos! No abandones la sección, que vuestra repostería del sábado es muy entretenida, jiji. Y yo que últimamente tengo que cuidar más aún los dulces que hago por razones de salud de mi pareja, ays!
ResponderEliminarsaluditos!
Vaya, dichosa salud que no deja disfrutar de las cosas no del todo sanas.
EliminarY no, no abandono la sección :)
Además de ricos (seguro que lo están), bonitos. Sí que echaba de menos la sección de repostería.
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarMmmm.... Y las manitas de Héctor, ya menos regordetas, siguen siendo monísimas.
ResponderEliminarMenos regordetas porque ya camina y no para ;)
EliminarQué gozada ver todas estas fotos!! Yo tengo en casa unos moldes de silicona para madalenas todavía sin estrenar, esperando a que algún día me decida.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande!!
Anímate aunque te recomiendo que aun así los metas en un molde de moldes pequeñitos. Los moldes de silicona tienen muchas cosas buenas pero la gran pega que yo les encuentro es precisamente lo flexibles que son y qe dejan que la masa tome la forma que le apetece.
Eliminar