Esta Semana Santa (es decir, dentro de unos diez días) volveremos a hacer este recorrido*.
Las fotos son de la última vez que estuvimos en Haworth, el pueblecito de las Brontë, en marzo de 2011. Entonces un tal Mr X iba incluido en el pack y pataleaba como loco. Ahora, dos años después, es Héctor de pies a cabeza, sigue pataleando como loco al aire libre: camina, corre, grita, baila, dice algunas cosas y en general es un pequeño terremoto que se suele portar muy bien.
"Peregrinaje literario" es una expresión que me gusta porque realmente siento como si fuera el bautizo literario de Héctor: la versión pagano-literaria de llevar a los niños a que los bendiga un santo. Veremos qué tiempo nos hace (la siempre variable previsión a diez días no es muy halagüeña) pero Héctor tiene y ha hecho ya uso de sus botas de lluvia compradas para la ocasión. Tengo ganas de verlo allí, de verlo subir por la escalera por la que todas las noches subían los Brontë para irse a dormir (imagino también que habrá que andar con ojo de que no se cargue el reloj de pie que el padre ponía en hora cada noche de camino a la cama, que está situado en el rellano), de soltarlo a correr por los páramos por los que ellos corrieron, de encontrarse en el mismo espacio que una familia de la que no sabe nada todavía pero de la que quiera o no terminará sabiendo mucho, aunque sólo sea por vivir en esta casa con estos padres.
Y ahora una pequeña solicitud de ayuda: allí nos reuniremos un rato con nuestros amigos Sarah y Steve y, como siempre, me gustaría llevarlos algún detallito. Y, como siempre, no se me ocurre nada. El vino no les disgusta pero la última vez ya les llevamos un par de botellas y repetir parece un poco cansino. ¿Alguna idea de un detallito para ambos, por farvor? Es que he llegado ya a un punto de sequía mental en que la broma de Manuel de llevarles una sevillana y/o torero para encima de la televisión empieza a parecerme buena idea. ¡Gracias!
* Más o menos, que la calle que lleva de la iglesia a la casa-museo está en obras y hay que dar un pequeño rodeo.
Alaaaaa! que maravilla de viaje con el enano! seguro q lo disfrutas el doble, con la pasión q tu le pones a esto de las Bronte seguro que se lo contagias! En cuanto a lo del detalle, por qué no un libro??
ResponderEliminarO se lo contagiamos o lo odiará, pero no creo que haya lugar para medias tintas.
EliminarY para ella, más lectora, ya tengo un par de libros (Yo siempre recurro a los libros, ya lo sabes ;)), lo que me falta es un regalo común que lo incluya a él. Muchas gracias de todos modos.
Precioso viaje. Tal vez algún día...
ResponderEliminarY qué tal una cesta típico-gourmet: lomo, aceitunas, paté ibérico, almendras garrapiñadas...? Delicias típical spanish. Poco poético pero delicioso.
¡A ver qué tal sube Héctor esas cuestas! Con la sucesión de fotos que has puesto, casi parece que los lectores también hagamos el recorrido. Envidiable plan. Sobre el tiempo, mi hijo mayor está precisamente estos días en Londres, y nieva y hace un frío terrible. Pero marzo es muy varibale, quizás cambie para mejor. Invariablemente, mi regalo para amigos extranjeros son un par de sobres de buen jamón ibérico. Nadie suele hacerle ascos y no hace bulto en el equipaje.
ResponderEliminar¿Qué tal un libro sobre Gaudí??? Seguro que lo encuentras en inglés, en Paseo de Gracia o en las Ramblas. A mí me encantaría, jaja! Pero no sé cómo son ellos.
ResponderEliminarPues yo llevaría productos nuestros: queso, aceite de oliva, aceitunas... Héctor está hecho todo un trotamundos (además de muy grande). Nosotros nos quedaremos por aquí enseñando alguno de nuestros rincones a nuestra au pair, porque hemos decido que tienen que empezar a entender inglés desde ya y qué mejor forma que la inmersión lingüística.
ResponderEliminarDisfrutad del viaje y de las librerías: te recomiendo dos libros para Héctor: The Very Hungry Caterpillar y Brown Bear, Brown Bear, los dos de Eric Carle.
Estaba pensando en uno de esos que editan para turistas, que no están nada mal, no en un libro de arte carísimo. Los que yo digo los venden en los quioscos de periódicos.
ResponderEliminarYa verás como esa cuesta la subirá en dos minutos con vosotros corriendo detrás... ¡qué envidia me dáis! De la sana, algún día conseguiré convencer a alguien para ir a Yorkshire.
ResponderEliminarNo se me da bien recomendar regalos ni comidas, uuf, ese papel lo hace siempre el otro. Pero ¿por qué no hacéis algo de repostería casera típica de aquí y la lleváis de regalo? Torrijas, por ejemplo.
Yo MUERO de envidia mientras me alegro por ti :)
ResponderEliminarEspero que lo disfrutéis muchíiiiisimo.
Qué maravilla!Disfrútalo ;) Pues yo les llevaría algunos dulces típicos!
ResponderEliminar¡Qué envidia y qué ilusión ir con Héctor! Haworth os va a parecer aún mejor en esa compañía. Héctor está hecho todo un viajero. :)
ResponderEliminarUff, a mí me cuesta muchísimo pensar buenos regalos. ¿Quizá algo de repostería que aguante bien el viaje?
Geniales las fotografías que nos hacen volar la imaginación y nos transladan a tiempos pretéritos, una idea genial el peregrinaje literario que nos hace entrar en una dimensión nueva la física que hechamos tanto de menos cuando leemos aunque en ocasiones nuestra imaginación va mas allá de realidad.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Dos años ya!! Parece imposible que el tiempo haya pasado tan rápido! Ya sabes que espero con ansia la crónica del viaje, aunque supongo que habrá muchas fotos repetidas, no importa.
ResponderEliminarEn cuanto al regalo, si a vuestro amigo le gusta el vino, no pasa nada con repetir regalo siempre que sea diferente al de la otra vez, así tiene excusa para ir catando.
Maravilloso destino...y fotos!! Ahora, Héctor, se podrá pasear por la casa...ya nos contaréis que aventuras o anécdotas os tocan vivir...
ResponderEliminarRecuerdo que hace unos añitos (cinco) descubrimos una tetería en la misma calle que muestras, en la que podías pintar tu propia taza y/o tetera...era genial ver a la gente en pleno mes de Julio con chaquetas y gorro, pero sentados en la calle pintando. Es una pequeña tienda y está frente a otra que vende dulces maravillosos...como digo...no sé si habrá perdurado hasta los días de hoy.
Qué tengaís un feliz viaje!! Disfrutar mucho...
Con respecto a los regalos a los amigos...yo he llevado de todo a amigos de otros paises...desde guías de viaje, hasta vinos (hay uno que se llama Alma y está riquísisismoooo), luego están los regalos culinarios y típicos de cada región, pero sí los conocéis, seguramente también les hará ilusión recibir algo que les guste aunque sea de su propio país. Seguramente tendrán un libro de las Brontë en español...o otros/as escritores.
Bueno, seguro que tenéis mejores ideas de lo que creís.
No sabéis la envidia que nos daís a quienes nos quedamos...nos consuela pensar en que luego habrá una crónica de vuestro viaje.
¡¡Yo también me quiero bautizar!! Cómo envidio a Héctor...
ResponderEliminarYo últimamente regalo el té "Barcelona Blend" de The tea shop...
Buen viaje!
Hola Cristina, al mismo tiempo que te manifiesto mi envidia por tu inminente viaje a tierras tan literarias, aprovecho para pedirte por favor que me recomiendes alguna biografía sobre las Brönte. Es español, eso sí, que yo no soy políglota como tú :-), aunque supongo que eso limitará bastante las posibilidades.
ResponderEliminarSaludos y pasadlo muy requetebien.
Ufff, es que tengo peros para todas las que tengo constancia de que están traducidas. Quizá, y con muchos peros también, podrías comenzar por la clásica, la escrita por Elizabeth Gaskell, Vida de Charlotte Brontë, publicada por Alba. Es una hagiografía muy poco realista en algunos aspectos pero es sin duda también la básica en muchos otros.
Eliminar¡Gracias a todos por las sugerencias! Qué imaginación tenéis y qué suerte los agraciados extranjeros qque reciban regalos vuestros. Al fina y por cuestiones logísticas nos decantamos por el surtido de productos ibéricos. Parece que gustó así que un éxito.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!