Años ha, la única lectora y yo nos llamábamos por teléfono (aclaro que teléfono fijo por si hay algún nativo digital en la sala) para contarnos los regalos de Reyes. Años después dimos el salto tecnológico al sms y los dos últimos años hemos llegado al whatsapp. Moderneces (sí, sí, ya sé que ahora Line es el nuevo whatsapp, pero aún no hemos llegado, que ya tenemos una edad). El caso es que este año la única lectora decía que ya vería mis cosas en el blog y le dije que quizá no pondría los regalos aquí. Me preguntó por qué y le dije que en parte se debía a que algunas cosas se quedaban en Madrid para seguirnos unos días después por correo: imposible que cupiera todo en la maleta y eso que creo que aun así obramos algún milagro porque pudimos cargar con la gran mayoría de regalitos. El caso es que aduje que no podía tener todos los regalos sin colocar esperando a que llegaran los demás para la foto familiar. Hasta ahí todo muy sensato.
Lo que yo no sabía es que hace unos días, tratando de poner orden en los regalos pero en realidad recreándome una vez más en ellos, se me haría irresistible hacer unas cuantas fotos aprovechando que Héctor dormía la siesta y sus manitas-manazas no pululaban a mi alrededor en plan terremoto, huracán o cualquier otra catástrofe generadora de caos.
La única lectora pasó una semanita en Nueva York durante los días de Navidad y, aparte de ponernos los dientes largos, nos trajo algunos regalos que recogimos en los días que pasamos en Madrid por Reyes. No sabía ella que mis padres y mi hermana iban a contribuir al botín neoyorquino desde casa.
Un cuento sobre NY para Héctor que, de momento mantenemos guardado, ya que adora los cuentos pero es muy manazas con ellos. Chocolatinitas de Hersheys. (No salen en la foto unas fantásticas tiritas con onomatopeyas de cómic. Héctor, cuando las use, va a ser el niño con las tiritas más cool del parque. Un marcapáginas que se me olvidó sacar del cuento también se quedó sin ser inmortalizado). Un cuaderno de NY correspondido por otro cuaderno neoyorquino de mis padres. Y mi hermana que nos sorprendió con una preciosa e inesperada (por desconocer su existencia) colección de postales de portadas de The New Yorker. Me gustan tantas (creo que sólo hay una que no me dice gran cosa) que me dan ganas de empapelar una pared con ellas. Son tan bonitas.
Últimamente algunos días me ha dado por hacer lo que yo nunca hacía: tomarme un té después de comer. Hay días que acabo bebiendo tres tazas de té (al día, no después de comer), lo cual pese a mi adicción confesa, no deja de sorprenderme. Y una taza de té es lo que mejor le va a la novela gráfica sobre Virginia Woolf editada por Impedimenta que me regalaron mis padres. Aún sólo he leído trozos de aquí y allá. Es demasiado chula como para leerla con calma de entrada (¿tiene eso sentido?) pero la leeré y hablaré de ella aquí. Y mientras la leo utilizaré un precioso marcapáginas de Virginia Woolf, que junto a otros preciosos y artesanos, también me trajeron los Reyes en las casas de mi tía y de mis primas.
Continuará. Y ya aviso: habrá más té y más anglofilia y más libros. Pero eso nadie lo dudaba, ¿no?
lunes, 14 de enero de 2013
Disfrutando de lo que trajeron los Reyes (o mientras Héctor duerme) (I)
Publicado por Cristina en 15:04
Etiquetas Álbum de fotos, Cosas de casa, Libros, Nueva York, Tés
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Ualaaaa! a mi este año, todo muy tecnológico, he hechado de menos los libros....
ResponderEliminarVa por años, ¿verdad? Siempre hay una tendencia entre los regalos recibidos y la tecnológica no suele estar nada mal.
EliminarMomento té: estaba yo comprando tés el otro día en un sitio buenísimo y sofisticado cuando me acordé de ti porque me ofrecieron uno aromatizado a la vainilla y caramelo. Olía divinamente, la verdad. Igual ya lo has descubierto, pero si no es así y te apetece, dímelo, que te pasaré la dirección.
ResponderEliminarMe pregunto si es una tienda que tengo fichada desde hace mucho y a la que nunca he conseguido ir. Te pediré la dirección. Y el té me tienta a medias, porque no soy gran fan del caramelo, pero la combinación me parece interesante. Lo tendré que probar para salir de dudas.
EliminarAquí tienes su web, por si te animas: http://www.tealosophy.com/
Eliminar¡Sí! Esa era la que yo tenía en mente. A ver si algún día voy. Muchas gracias.
EliminarEste año no he tenido regalos en Reyes, pero en realidad solo me hacía ilusión una cosa, que espero llegue en otras fechas del año. Cada día soy menos compradora.. Pero entiendo eso que dices de recrearse en los regalos, mirarlos y remirarlos.
ResponderEliminarBueno, lo importante es apsar el día como mejor lo vaya a disfrutar uno. Y lo de ser poco compradora, aunque no lo domino, me parece una buena filosofía.
EliminarVaya montón de regalos de NY!!! Qué chulada!
ResponderEliminarNosotros en los últimos años, además de algun libro que siempre cae, hemos pasado a regalarnos viajes, conciertos o teatro que los aprovechamos más que objetos y más objetos...
Que disfrutes los regalitos!
Besos.
Ah, pues es una buena alternativa. Yo algún año ya sabes que he tenido un viaje como regalo y la verdad es que es una gozada así.
EliminarMe han dejado alucinada esas postales de The New Yorker, yo también forraría una pared entera con ellas ;)
ResponderEliminarEn casa somos muy de regalos y creo que cualquier día la casa se nos hunde por la cantidad de cosas que acumulamos, me parece que no cambiaremos jamás :P Y de todos los tuyos, me intriga mucho la biografía de Virginia Woolf porque no me dio buena espina y quiero saber si me equivoco...
¿Qué es Line? Es que yo ni whatsapp ni sms, yo sigo llamando con el teléfono fijo o el móvil, analógica que es una en pleno 2013. Con lo que me gusta a mi oír la voz al otro lado...
Creo que nuestras casas se hundirán a la vez. Qué le vamos a hacer. La bio de V. Woolf ya está leída y pendiente de reseña. A ver cuándo lo consigo.
EliminarUfff, imposible explicarte Line porque yo tampoco lo conozco mucho, pero al parecer tiene tropecientas mil funciones aparte de intercambio de texto tipo sms/chat.
A mi también me ha tocado el comic de Virginia Woolf, pero todavía no me he puesto con él. Los regalos de NY son una pasada, en especial las postales!
ResponderEliminarUn abrazo,
Bien por los Reyes que van repartiendo el cómic de V. Woolf. Yo hablaré de él en el blog, que ya lo leí.
EliminarMe encantan estos posts de adquisiciones, regalos de retyes, de cumpleaños...
ResponderEliminarYo tengo dos marcapáginas de la misma ilustradora del tuyo de la Woolf, los compré en Madrid estas navidades pero ese no lo había. me traje uno de María Zambrano y otro de Faulkner. El comic lo he visto tb y tiene muy buena pinta.Feliz año
¡¡Qué curioso lo de los marcapáginas!! Los tuyos también tienen que ser muy chulos, me encantaría ver la gama literaria completa.
EliminarEstupendos regalos! Aquí otra fan de las portadas del New Yorker tengo guardadas unas cuantas con la intención de hacer medallones o broches, pero lo voy dejando para " otro momento" lo típico. El cómic lo he visto pero noche podido hojearlo, seguro que esta muy bien. Esperamos la segunda parte post regalo.
ResponderEliminarNo me sorprende que las portadas tengan tantos fans: es que son pequeñas obras de arte. Déjaselo caer a Enrique... ;)
Eliminar¡Qué gracia! Esta entrada podría haberla escrito yo. También acostumbro a compartir los regalos de Reyes con una amiga, y este año ha sido gracias a whatsapp. ¡Hasta me han traído el mismo marcapáginas!
ResponderEliminarUna pena que no el resto de regalos, aunque estoy bien contenta con mis tés y mis libros. :)
Qué bueno lo de la coincidencia en la tradición y el marcapáginas :D
EliminarSeguro que tus regalos me pondrían los dientes largos a mí. La envidia es lo que tiene ;)
Me encantó leer el comic de V.W.!! Tiene algo especial...llevo largo tiempo deseando hacer una entrada sobre el libro. Me lo regalaron al poco de ser publicado. Disfruté mucho y lo devoré en dos días. El marca páginas es precioso...y los regalos de N.Y....son una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo, Cristina...y que tengas muy buen día...hoy por aquí nieva!!
Yo también tengo pendiente la entrada del cómic. Verás que al final la sacaremos el mismo día ;)
EliminarAh, nieve, qué suerte.
Adoro Nueva York y me han encantado esas postales de The New Yorker ¿Podrías decirme donde conseguirlas? Muchísimas gracias.
ResponderEliminarComo he dicho en la entrada son un regalo, por lo que desconozco su procedencia. Pero en Amazon imagino que estarán.
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