Desde que dejé de contar sus visitas "oficiales", la única lectora nos visita con cierta frecuencia. Digo "nos" pero a ella lo que de verdad le interesa es ver a Héctor. Hace poco me dijo que se venía a pasar nada menos que cinco días de sus preciadas vacaciones con nosotros coincidiendo con la semana de mi cumpleaños.
Al poco de cruzar el umbral el pasado lunes ya estábamos casi todos (menos Manuel, pobre) abriendo regalos independientemente de las fechas: regalos de cumpleaños atrasados para la única lectora, regalo de cumpleaños ligeramente adelantado para mí (ver en la última foto de esta entrada: un ejemplar de El lamento de Caín, de Luis Montero, firmado por el autor) y regalo de cumpleaños un poco más adelantado para Héctor. Y todos un éxito.
La mente creativa de la única lectora siempre se ve obligada a trabajar por estos lares, así que con uno de sus regalos hizo unos cartelitos monísimos para la habitación de Héctor. Sin duda el gran esfuerzo del viaje fue un inolvidable transbordo en el metro de Urquinaona con el cochecito de Héctor escaleras arriba y abajo, pero hubo un trabajo mucho más placentero, que fue hacer scones. A la única lectora le encantó el proceso de elaboración y en menos de lo que dura una siesta de Héctor teníamos esto sobre la mesa:
Lo de hacer scones era para por fin probar el lemon curd que me había regalado - entre otras delicias de la hora del té - mi hermana por Reyes y que caducaba ya en agosto. Una excusa como otra cualquiera.
El lemon curd, nunca probado hasta ahora, como bien decía mi hermana cuando me lo dio, está delicioso. Con un puntito ácido de lo más equilibrado que combinaba a la perfección con los scones de arándanos azules.
Doce scones que dieron mucho de sí y que nos supieron a gloria.
Y como no podía ser de otra manera, el día de mi cumpleaños hubo tarta. Pizza también, como entraba en los planes, pero no helado, porque hay quien ya tiene una edad (yo por lo visto me conservo muy joven de espíritu) y opinó que pizza tarta y helado era demasiado, así que nos conformamos con pizza y tarta, que tampoco estuvo mal, sobre todo tratándose de una tarta tan rica como esta:
Y Manuel, que no es tan liberal con los regalos como la única lectora, se esperó a la mañana de mi cumpleaños para dármelos. Algunos eran sorpresa y otros eran directamente sacados de uan lista que yo misma le había hecho de la tienda de regalos de la exposición de Writing Britain en la British Library. Ya que no podemos ir, qué menos que visitar la tienda de regalos virtualmente, ¿no?
Así que ahora tengo a la espera del eterno proceso de poner en un marco, agujerear la pared, colgar, etc, estos dos fantásticos pósters: este mapa de Gran Bretaña a base de sus escritores más conocidos y este de fusión feliz de Tolkien y Emily Brontë (el lugar es Top Withins, donde se cuenta que se inspiró para situar Cumbres borrascosas en los páramos).
También una taza de las Brontë (también de la exposición), un estupendo libro de pingüinos al que no puedo dejar que Héctor se acerque pese a ser chulísimo y... una guía/mapa popout de Edimburgo para complementar el viaje que habíamos reservado tan sólo unos días antes: un viaje de cuatro diítas a Edimburgo a finales de este mes.
Curioso lo de Edimburgo, porque yo siempre quería ir y Manuel estaba reticente. Yo iría feliz de vacaciones a cualquier pueblo perdido británico y él es más selectivo y tiende a optar sólo por Londres y Haworth. Como solemos ir de vacaciones en agosto, Edimburgo quedó descartado cuando vimos que era el Fringe Festival: con Héctor no queríamos complicaciones adicionales. Yo propuse Bath o, en realidad, cualquier sitio en suelo británico y Manuel estaba poco convencido hasta el punto de proponer volver a Estocolmo, cosa que a mí tampoco me parecía mal. Pasaron siglos sin que moviéramos un dedo y lo siguiente que supe, en plena visita de la única lectora, era que Manuel había estado mirando fechas y demás para Edimburgo a finales de este mes. Me lo dio todo hecho y bien masticadito y yo encantada de la vida, deseando poner el pie allí pese a que los horarios de los vuelos son bastante incompatibles con un niño de un año. A ver qué tal.
Y como Héctor es un viajero y este mes de julio parece que nos hemos empeñado en dinamitarle sus rutinas, el sábado nos vamos a pasar unos diítas a Madrid, a celebrar su primer cumpleaños con la family. Un año ya... pero eso es material de entrada para la vuelta.
¡Qué días más buenos habeis pasado por lo que veo! Regalos,dulces,visitas.. Los scones muy apetecibles( ¿a qué sabe la crema de limón?), pero la tarta me ha hecho la boca agua. De los regalos que fueron estupendos me encantan relacionados con la exposición. Da gusto que te organicen un viaje y tu a disfrutar.
ResponderEliminar¡Parece imposible que Héctor vaya a cumplir un año! Besos.
Sí, esta es de esas entradas que luego me ponen a mí misma los dientes largos al verlas de nuevo. La crema de limón sabe a limón ;) Tiene un puntito ácido y esá deliciosa. Si la ves por ahí no lo dudes.
EliminarOh, Edimburgo! Os encantará... Yo soy una enamorada de esa ciudad... por su fisonomía, por ese castillo que todo lo observa... las calles, tiendas, bares, pubs... Que lo disfrutéis!
ResponderEliminarMmm! Y esa tarta con macarons incluídos! jeje! Aún no he probado a hacer los scones, seguro que si busco por tu blog encontraré la receta verdad?
Qué chulada de regalos! Pero el que más me ha llamado la atención es ese mapa literario. Si te apetece ampliar fronteras, este mapa interactivo te servirá: http://www.llibresperllegir.cat/viatges-de-literatura
Besos y que disfrutéis la visita a Madrid!
Si no la encuentras pídemela, pero en las primeras entradas sobre scones está enlazada la receta que uso para los scones. Anímate, es facilísimo, muy agradecido y además puedes introducir muchísimas variaciones.
EliminarGracias por el enlace. Lo miré por encima y tengo ganas de mirarlo más a fondo :)
Si tienes alguna recomendación para Edimburgo no lo dudes, ¿eh?
MUCHAS FELICIDADES, CRISTINA!! Qué de regalos, tan interesantes!! Me ha gustado mucho ese mapa de escritores y la taza (como seguro que habrás supuesto). Y eso de Tolkien con Brontë!!?? Estoy deseando que nos hables más profundamente de ese libro...a mi me gustan mucho ambos, y verles junto me llama la atención.
ResponderEliminarQué tarta y qué scones!! Los haces guapísimos!!! (los scones).
Por cierto, probé esa mermelada, Lemon Curd...hace dos años hicimos un viaje por Bretaña y en fin...hasta este año nos ha durado la mermelada...pero todo fue porque nos conteníamos. Emilio ha cambiado el orden de sus gustos y ahora la primera es...Lemond...después le siguen otras.
Yo de momento, y a pesar de lo mucho que me gustó, sigo aferrada a la de fresas...aunque voy de sibarita por la vida, y de cuando en cuando me regalo uno de los que hay en Living in London.
Qué tengáis un feliz viaje...y lo de Edimburgo, suena genial. Estuve hace unos años y es maravillosa, os va a encantar. Nos cuentas a la vuelta!!
Besos mil!!!!!
Gracias, María.
EliminarMe debí de explicar mal porque lo de Tolkien y Brontë no es un libro sino un poster. Una imagen en blanco y negro de Top Withens (la supuesta localización de Cumbres borrascosas en la realidad, que no el edificio en sí) con la frase de Tolkien: Not all those who wander are lost. Mira si me gustó que me di prisa para colgarlo y todo y ya luce de maravilla en el pasillo.
Yo soy poquísimo de mermelada, pero por suerte el Lemon curd no entró en esa categoría y me encantó.
Por supuesto que hablaré de Edimburgo.
Yo tampoco lo leí despacio...pero lo del poster, suena casí que mejor!!!
EliminarEn mi caso soy más de mantequillas...y no me separan de una determinada marca irlandesa -kerry Gold- que solo encuentro en algunos supermercados...
Y de mermeladas, me quedo con la lemon Curd, y las de fresas...mmmm!! Con la de arándanos tomo el queso de huntar de filadelfia...y entonces...veo el cielo.
Bss!!!!
¡Muchísimas felicidades!!!! ¿Me das un scone (sin crema de limón)? Mmmmm... tienen una pinta impresionante.
ResponderEliminarBueno, ya nos enseñarás fotos del cumpleaños de Héctor en Madrid.
Muchas gracias, Elvira. Yo te doy el scone sin nada, pero creo que deberías probar una pizquita de crema de limón ;)
EliminarQué cumpleaños tan estupendo!! Y cuantas promesas viajeras. Nosotros llevamos años posponiendo Edimburgo porque sólo podemos viajar en Agosto, así que espero ansiosa la crónica de vuestro viaje. Y ya me he pedido el colgante de "I cannot live without my soul", jeje...soy una envidiosa.
ResponderEliminar¡Jajaja! Ya podían darme comisión en la tienda entonces. Yo estuve tentada de alguna de las "joyas" de Jane Eyre, pero luego no me decidí. ¿Me arrepentiré?
EliminarEspero que luzcas bien tu colgante :)
¡Hola! Creo que es la primera vez que escribo en tu blog y entraba para darte las gracias, porque yo diría que fue aquí donde descubrí "I Capture the Castle" (es uno de esos libros que no querría que terminaran nunca; me pasaría toda la vida leyendo las reflexiones de Cassandra). El caso es que he estado buscando tu reseña y no la he encontrado, así que me he quedado con la duda. En todo caso, aprovecho para comentarte que me encanta tu blog y me paso de vez en cuando para encontrar próximas lecturas. :-) Y aprovecho para hacerte una pregunta de novata: ¿de dónde viene tu pasión por todo lo británico?
ResponderEliminarBesos,
Halcombe (desde Londres)
No, no lo reseñé, creo que en alguna de las primeras entradas del blog mencioné que lo estaba leyendo o lo acababa de leer, pero no están reseñados el libro ni la serie, por desgracia.
EliminarMi anglofilia, como tantas cosas, es el resultado de muchas cosas y seguro que muy larga que contar. Nada del otro mundo, simplemente piezas del puzzle que terminan formando cierta bandera... ;)
¿Vives en Londres?
Ah, pues eso sería, porque hace unos meses, que tenía algo más de tiempo libre, me propuse leer tu blog desde el principio, así que ahí encontraría la mención (me temo que no llegué a leerlo en orden cronológico hasta el presente, pero todo se andará ;).
EliminarPor cierto, no sabía que habían hecho serie de I capture the Castle, pensé que solo había peli. Investigaré...
Sí, en Londres vivo con mi nena de casi 4 años. ¡Nos leemos! :)
Perdón, perdón, perdón. Dije serie pero me refería a la película con Romola Garai, etc.
ResponderEliminarSeguro que ahora andáis inmersas en el espíritu olímpico entonces, qué suerte.
¡Ah, vale! Igualmente la peli no la he visto. A la cola. :)
ResponderEliminarPues sí, primero fue el Jubilee y ahora las Olimpiadas. Los dibujos que trae Inés del cole lo van reflejando: ayer fueron los aros olímpicos, y hoy ella misma con una medalla. :)