El jueves cuando llegué a Barcelona a medio día, unas horas antes de ir a la cata de tés no tenía muy claro si me había bajado del metro en Barcelona o en Escocia.
Pero a lo que iba, que la cata de tés estuvo muy bien. Nos dieron a probar unas 6-7 variedades (ordenadas por colores) desde té blanco hasta té negro pasando por verde, rojo y azul (oolong) y nos explicaron de dónde venían y por qué eran tan diferentes. Mi favorito sigue siendo el negro en sus múltiples variedades y por lo visto nunca seré una verdadera gourmet del té porque - ¡horror! - me pongo azúcar en él. De la leche no dijeron nada, pero entre líneas creí entender que tampoco estaba bien visto. Tampoco es que me preocupe.
Descubrí que el té blanco con aroma de fresa es una delicia, eso sí. Y que el olor del té rojo no me gusta pese a no tener nada que ver con el sabor, que el té verde sigue sin decirme gran cosa y que he hecho bien en nunca decidirme a probar los tés aromatizados con jazmín, ¡puagh!
Al final de la cata nos obsequiaron con sendas bolsitas de muestras de todas las variedades de té que habíamos probado y la pobre chica que daba la charla estuvo aconsejándome un rato sobre nuevas variedades de té negro que probar. Me abrió cajas y más cajas para que las oliese y a la mayoría una de las dos siempre concluíamos que era demasiado fuerte.
Al final me decidí por un té negro de chocolate y naranja que probé ayer mismo y está muy rico. También me compré por fin un filtro que quería para la taza (y así dejarme de bolitas y cosas cuando el té no viene en bolsa) y un paquetito de algo que ya había visto muchas veces (sobre todo en el Starbucks) y que nunca me había decidido a probar: stroopwafels. Son unas galletitas de gengibre muy finas unidas por una especie de caramelo/sirope en el centro. Cuando se prepara el té o el café caliente se colocan sobre la taza y con el vapor y el calor el caramelo/sirope de dentro se derrite. Me han gustado mucho más de lo que imaginaba.
Mañana o pasado me dejaré de tés y escribiré una entrada llena de fotos. Ayer fue un día de lo más prolífico en Barcelona. Es lo que tiene visitar una vez más el Mercado de la Boquería y decidirse por fin a hacer fotos de los jardines de la Universidad en el mismo día.
sábado, 10 de noviembre de 2007
El arte de disfrutar el té
Publicado por Cristina en 13:43
Etiquetas Álbum de fotos, Barcelona, Tés
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Anda maja, que qmenudo atracon de te ultimamente, no?? Necesitas un hobbie nuevo... Perdona que no haya escrito pero esta semana he estado yendo a clase y trabajando todas las tardes. Agotador, pero ahora tengo el fin de semana libre asi que guai.
ResponderEliminarY esta tarde igual me compro el ipod nuevo, solo que ahora estoy dudando otra vez entre el tuyo o el touch, que tiene menos capacidad pero mas fruslerias. Siempre me pasa lo mismo cuando me compro algo caro, lo miro, lo remiro, cambio de opinion 100 veces, y luego llego a la tienda y compro lo primero que veo, asi que ya te dire.
Y ayer vi Tierra!! Tienes que verla!!!!
Quejica, mira que meterte con mis hobbies :P
ResponderEliminarYa que al final ayer no fuiste a por el iPod mantenme informada de cuándo te decides a ir y cuál te compras por fin. Yo dudo que cambiara el mío por 1000 iPod Touch, pero entiendo que la novedad tira.
Gracias por la recomendación. Veré lo que puedo hacer :D Desde luego el cartel me encanta.