Lo hemos conseguido. Cargados hasta los dientes y yo estrenando además lentillas, nos hemos pasado por la exposición de la estación de Universitat de la que hablé ayer. Es pequeñita, pero muy bien montada y desde luego pone los pelos de punta.
Se oyen sonar las sirenas, se ven las tristemente enormes listas de muertos, las portadas y páginas de periódicos y esquelas en el suelo, los maniquíes caracterizados de gente de a pie que pasa allí el rato como buenamente durante tres días de 1938 (16, 17 y 18 de marzo) en los que los ataques aéreos sobre la población civil tenían lugar cada tres horas, pantallas informativas y carteles de propaganda de la época. Muy bien recreado. Y muy triste.
En el listado enorme, como en la página web, me ha impresionado de nuevo ver a la tía de mi abuela, aunque ella no pertenezca a los muertos de 1938. Pero lo que en la web no vi fue la enorme lista ininterrumpida de mujeres sin identificar (en la foto).
La exposición tiene un guía al que se le pueden hacer preguntas, yo le he preguntado alguna duda y me ha aclarado alguna cosa que otra. Pero es imposible saber ciertas cosas ya.
En otro orden de cosas, hasta el lunes creo que no podré aparecer más por aquí. Buena Semana Santa.
martes, 18 de marzo de 2008
Cuando el refugio es el subsuelo
Publicado por Cristina en 19:32
Etiquetas Álbum de fotos, Barcelona, Cosas de casa
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Habrá sido muy emotivo, a mi este tipo de cosas siempre me pone la piel de gallina, pero me parece muy bien que se hagan ese tipo de exposiciones para que no se olvide el pasado.
ResponderEliminarSaludos;)