Tener visita en Semana Santa es una excusa como otra cualquiera para ir a comprar sábanas.
Había visto que en El Corte Inglés tenían buenas ofertas en la Semana Fantástica y quería aprovecharla. La buena dependienta me ha enseñado amablemente todas las que tenían rebajadas. Todas me han parecido estampadas muy a lo bestia y pese a las bondades del precio no me veía durmiendo en ellas. Casi sin darme cuenta he pululado hasta donde siempre pululo, hasta la sección de Bassols. La dependienta se ha acercado a decirme que esas precisamente no tenían rebaja. Ya lo sabía, pero el amarillo ya me había cautivado.
Nunca pensé que me declararía fan de una marca de sábanas, o que escribiría una entrada sobre marcas de sábanas. Pero Bassols son una maravilla. Los colores son todos preciosos y, lo mejor de todo, se arrugan poquísimo. No como otras que tenemos (muy bonitas, eso sí) de Royalife que se arrugan con sólo mirarlas.
Y ya que estoy con las sábanas. No me gusta nada eso de que las vendan por separado en Ikea o en Zara Home. A mí me gusta que ya me den los colores combinados, las medidas adecuadas y, sobre todo, todas las piezas necesarias juntas. Una vez intenté comprar un conjunto de sábanas en Zara Home y renuncié. Cada vez que creía que tenía la combinación de colores ideal resultaba que la última pieza de ese tamaño en ese color estaba agotada. A las tres veces o así renuncié. Creo que ese día fue el que descubrí Bassols.
Editado al día siguiente: ¿Y que después de la entrada y todo a lo mejor voy y las cambio? Es que luego descubrí - mal hecho, debería haberme enterado al comprarlas - que son 100% algodón, o sea, un gran mar de arrugas en potencia.
lunes, 10 de marzo de 2008
En amarillo
Publicado por Cristina en 18:46
Etiquetas Álbum de fotos, Cosas de casa
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