domingo, 10 de mayo de 2009

Tarta bretona

Ayer tocaba tarta bretona después de muchísimos fines de semana queriendo hacerla.

La tarta bretona es una tarta que antes siempre hacía mucho mi madre hasta que de repente... dejó de hacerla. Hace tiempo, como asesora culinaria que es, le pedí la receta y, después de hacer un poco de memoria, me la pudo dar.

Y ayer por fin nos pusimos manos a la obra. Lo malo es que ayer no teníamos el día, por lo visto. Entre otras cosas - no todo sucedió mientras hacíamos la tarta - rompimos un plato, me quemé dos veces (en dos dedos y en el brazo), y me equivoqué totalmente de molde para hacer la tarta. La mezcla que hay que verter en el molde es muy líquida y yo, sin pensarlo dos veces, cogí el molde redondo de siempre, de esos que se cierran ajustando el aro de fuera, lo forré como siempre con un poco de papel de plata y eché el líquido. Y al cabo de un par de minutos, cuando lo iba a meter al horno vi que una parte del líquido se estaba escapando a pesar del papel de plata y, aunque visto fríamente creo que no se perdió tampoco demasiado, en ese momento lo vi del tamaño del Mediterráneo o así. Muy mala elección de molde, claro, porque obviamente no es hermético y podía haber elegido uno de "una pieza" perfectamente, pero bueno, puse más papel de plata (para horror de Manuel, que mientras todo el mundo está concienciado con gastar menos plástico, menos papel, etc. él tiene su campaña particular sobre la escasez del aluminio) y lo metí al horno cruzando los dedos para evitar que el líquido se desparramase en el horno y el desastre fuera ya de proporciones bíblicas. Hubo suerte. Eso sí, después de tal serie de desastres, ni intenté quitar el "platito" de abajo del molde. Con lo que sí me las vi y me las deseé fue con el aro del molde que tenía el papel de plata y el bizcocho atrapado en él pegado como con superglue.

La tarta, a pesar de todo, quedó rica, así que no nos podemos quejar. Eso sí, queda finita y es muy ligera, lo que le garantiza una corta estancia entre nosotros (que de esta noche no pasa, vaya).

Hoy en el desayuno, mucho más lejos de los desastres de ayer (aunque a mediodía se nos ha caído el agua, por lo visto nos ha mirado un (cocinero) tuerto o algo) nos ha sabido mejor incluso que ayer. Por suerte, este fin de semana no sólo se ha caracterizado por las pequeñas catástrofes caseras, sino por bastante cine. Para Manuel ha sido en su línea, pero yo he visto más películas de las que acostumbro a ver. El viernes empezamos con la nueva Star Trek, como ya dije, que está bastante bien, aunque Manuel salió del cine reconfigurando su perspectiva trekkie. A mí me encantó ver al Spock de la serie y, en cierto modo, di las gracias a que la consistencia de la historia no diese pie a que sacasen también al antiguo capitán Kirk (y es que duele mucho ver el cambio de joven a mayor).

Luego hemos tenido un par de sesiones (no en sección Noche de viernes pese a que cumpliría los requisitos) de Mrs Dalloway (La señora Dalloway), película que yo ya había visto y que recordaba tan grisácea como me ha vuelto a parecer. Mrs Dalloway no es un libro fácil de adaptar (lo siento por Eileen Atkins, que fue quien se encargó de hacerlo) y ni siquiera Vanessa Redgrave es capaz de hacer mucho por ella. Pero bueno, se deja ver.

Y por último, la película de plancha y aceitunas, claro: Vivacious Lady (Ardid femenino), con Ginger Rogers y James Stewart. Como siempre: muy buena.

Ya para acabar, antes de planchar, mientras desayunábamos, me he reído un buen rato con las confesiones de hoy de Javier Marías y sus vicios "culpables". Los vicios no me han parecido tan escandalosos y lo que más me ha gustado sin duda es imaginarme la siguiente conversación telefónica entre la T y la R de la Real Academia Española:

“¿Cómo es eso de que desayunas crispies y un vaso de leche y que mientras tanto hojeas revistas del corazón?”, le pregunté. . .

Impagable.

EDITADO para añadir la receta de la tarta bretona:

Ingredientes:

- 70 grs de harina
- 2 huevos
- 1/2 litro de leche hervida con canela (uno o dos palitos, al gusto)
- 225 grs de azúcar
- 100 grs de mantequilla


Preparación:

Ablandar un poco la mantequilla y mezclar con las dos yemas y el azúcar. Cuando se haya hecho una pasta homogénea, agregar la harina y seguir batiendo hasta que todo esté bien unido. Añadir entonces la leche caliente (no demasiado) y las claras batidas a punto de nieve. Mezclar bien todo y verter en un molde engrasado de una pieza o cierre hermético.

Tener el horno precalentado al máximo y meter el molde a horno fuerte al principio hasta que se dore la parte de arriba. Una vez dorada, cubrir con papel de plata por encima y bajar el horno a 180º-200º. La duración de la cocción dependerá del tipo de molde, de modo que hay que ir pinchando en el centro con una aguja o un palillo para saber cuándo está hecho. Cuando salga limpio ya se puede sacar.

6 comentarios:

  1. ¿A qué sabe esta tarta? La foto de arriba me recuerda a un pastel de queso...
    Saludos,
    Tanakil.

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  2. Tienes razón en que en la pinta se parece a la tarta de queso, pero no sabe parecida. Se me da fatal describir sabores pero esta, entre otras cosas, lleva leche hervida con canela, así que ya te haces una idea.

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  3. Huy, sí que está diferente William Shatner en las fotos de joven y las de Boston Legal (y eso que tu primera foto no se ve).

    Me he reído con el artículo de Marías: yo también veo esa serie de sobremesa muchos días -Amar en tiempos revueltos-. Puestos a confesar... confesemos todos, jaja!

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  4. Mmmm qué buena pinta!! Imagino que a estas horas, ya no quedará nada...jaja.
    Ahh!!Espero que te encuentres mejor de tus quemaduras.
    Por cierto...vuestro horno es pirolítico?? De esos que se limpian solos?? Y si lo tienes...se limpian casi sólos de verdad?? Besos!!

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  5. Gracias, Elvira, por decirme lo del enlace. Lo he cambiado y creo que ahora sí que funciona. Está cambiadísimo. Yo no sabía qué había sido de él hasta hace relativamente poco cuando Manuel me contó lo de Boston Legal y me invitó a una sesión de fotos actuales que me dejaron traumatizada durante días ;)

    ¡Anda, mira! Sólo te separa una TV de Javier Marías :)

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  6. María: no, ayer por la noche nos lo terminamos. Es de los que menos nos han durado, fíjate.

    Gracias por los buenos deseos con lo de las quemaduras: no son muy grandes ni nada, sólo pequeñas heridas de guerra que ya se van curando.

    No, el nuestro es... bueno, otro nombre que no recuerdo y creo que es el paso anterior a los pirolíticos. No se limpia solo del todo pero tampoco tienes que andar frotando como en los viejos. Con cuidado no se mancha mucho y eso que te ahorras, de ahí que me diera pánico que se saliera la masa dentro.

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