Teníamos las entradas de Hair creo que desde allá por entonces cuando vimos a Hannah Waddingham y hasta este fin de semana - cuando nos enteramos de que nuestras entradas en realidad eran para previas y no para el musical ya estrenado (el estreno oficial es mañana; nosotros fuimos ayer) Manuel no me preguntó si sabía algo del musical. Después de pensarlo muy brevemente dije que no y Manuel dijo que sí, que seguro que tenía que conocer la canción de Aquarius. Y efectivamente la conocía por el anuncio de hace unos años de la bebida del mismo nombre.
Pero ya está, ese era todo mi conocimiento previo de Hair. Luego ya me enteré de que era un musical sobre hippies (y por hippies, diría yo) de los años sesenta que en los últimos años han resucitado en Nueva York y Londres.
Así que ahí estábamos ayer a las puertas del teatro Apolo viendo caras conocidas de las que vemos en actuaciones como las de Julie Atherton o Hannah Waddingham, gente del mundillo que además aprovechaba para ir ayer ya que la mayoría de los teatros cierra los lunes. Ya le dije a Manuel que a este paso si alguien se acuerda de nosotros como nosotros nos acordamos de ellos van a pensar que somos del mundillo también y empiezo a sentirme un poco estafadora. Claro que al mismo tiempo me lo pasé en grande creando una falsa identidad de productora de musicales en Londres o Nueva York, pero creo que no cuela.
A todo esto debo contar un pequeño detalle de mis complementos de anoche. Antes de ir al teatro me había pasado por el supermercado de El Corte Inglés para comprar una de esas cosas aparentemente sencillas que sin embargo no parecen abundar en los supermercados que nos rodean: Oporto para cocinar la cena de Nochebuena. Así que fui al teatro con una botella de Oporto (dentro de una bolsa un poco más discreta que la navideña del supermercado de El Corte Inglés). Cosas más raras se habrán visto.
El musical estuvo muy bien y en lo único que notamos que eran previas era en que el sonido a veces no estaba del todo controlado, pero es totalmente comprensible puesto que son ciento y la madre en el escenario y siempre todos haciendo algo, está controlado hasta el más mínimo detalle y eso a mí siempre me impresiona. Además es de esos en los que los actores se mueven por toda la sala, pasean por entre las butacas (una vez un actor pasó por nuestra fila y yo tuve que agacharme corriendo a por mi botella de Oporto no la fuera a pisar), a veces por el suelo y a veces por encima de ellas, reparten folletos entre el público, hablan con gente de algunas butacas, les dan a fumar lo que sea que fumen (sea lo que sea no huele a nada) y, no sé si ayer por ser una previa o si lo harán de forma continuada, al final invitaron al público a subir al escenario con ellos. Nosotros nos quedamos en nuestras butacas, eso sí. Además ayer el buen ambiente era también debido a eso de que hubiera mucha gente del mundillo, así que los actores sobre el escenario conocían a los de las primeras filas. Así que hay entretenimiento por todas partes dentro del teatro.
Al acabar, Manuel y yo hablábamos del concepto del musical. Como decía antes Hair es un musical de hippies y, creo yo, por hippies. Se estrenó off-Broadway en Nueva York en 1967 pero pronto lo llevaron a Broadway. Todo esto es muy chocante porque entonces era 1967 y ahora es el año 2010 y sigue habiendo lo que hoy en día llamaríamos cosas "políticamente incorrectas" en el musical. Si hoy hay cosas que chocan un poco, ¿cómo sería en 1967? O, quizá, precisamente el mero hecho de que hoy en día exista el concepto de "políticamente incorrecto" y entonces no indica que antes había mayor libertad creativa y si alguien se sentía ofendido lo hacía en privado, no como ahora. En fin, no sé.
El caso es que, como Manuel decía, el musical está intacto: en el escenario es 1967 y el trasfondo es la guerra de Vietnam y todo el contexto histórico de entonces. Y así es fácil viajar en el tiempo un rato pero la idea de resucitarlo ahora es un poco confusa. ¿Pretenden que encontremos paralelismos o es un homenaje o es un documento histórico? ¿Nadie se ha animado a actualizarlo? (Pero esto lleva a lo que decía antes de que ahora nadie se atrevería a hacer un musical así, y en caso de que alguien se atreviera no encontraría a ningún productor dispuesto a llevarlo al escenario). Quizá se hace Hair tal cual porque es lo más que se puede acercar uno a ser así de "irreverente" en estos tiempos, con la excusa de que ya está hecho.
Pero bueno, reflexiones aparte, lo que cuenta es que lo pasamos muy bien y disfrutamos del espectáculo, que está muy bien montado. Y no sé cómo será cuando lleven muchas más representaciones, pero ayer es de esos días en que se puede afirmar casi con total seguridad que los actores están disfrutando también sobre el escenario.
Y aquí dejo un vídeo de las dos canciones más conocidas del musical (las que yo conocía) de cuando lo presentaron hace unos meses:
martes, 21 de diciembre de 2010
Hair
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Es como un viaje en tiempo. Parece que fue ayer, allá por finales de los setenta, en mi primerísimo viaje a Londres (y diría que mi primer viaje a secas) cuando vi Hair, que por aquel entonces ya tenía muchísima fama y llevaba no sé cuánto tiempo en los escenarios. Yo sí que me sabía todas las canciones, pero en aquel entonces todo el mundo se las sabía, eran como un himno a la libertad y la tolerancia. Y, viniendo de la casposa y gris España, ese musical me resultó como una explosión de ritmo y color. Todo es muy diferente ahora, al menos en apariencia. Pero si, como dices, sigue resultando una obra que sorprende, eso es que la sociedad no ha cambiado tanto.
ResponderEliminarPor cierto, si no recuerdo mal, ya entonces los actores hacían eso de pasearse por la sala e invitar a los espectadores a subir al escenario. Nada nuevo bajo el sol. Pero la era de Acuario ha resultado menos fraternal de lo que los hippies prometían.
Muchas gracias por la historia, me ha encantado. Qué suerte haberlo visto en pleno apogeo y en pleno Londres.
ResponderEliminarY supongo que el musical invita a que los actores se paseen por todo el teatro, tienes razón.
Ayer justo hablaba con Manuel de qué fue de los hippies. Alguno (un pelín trasnochado) quedará, otros supongo que se quedaron por el camino y otros se reconvirtieron y ahora son empresarios y similares.
Y por ti - y ahora también la wikipedia - me entero de que seguimos en la era de Acuario: no tenía ni idea.
¿Irás a ver este montaje o te conformas con el que viste entonces y que, seguro que por muchas razones, es insuperable?
Let the sunshine in... Pues la de veces que habré escuchado este musical en mi viejo cassette!!! Y lo políticamente correcto me gusta cada vez menos, la verdad. Creo que no es lo mismo que el respeto auténtico. Además, los espectáculos pueden ser un poco irreverentes, es parte del show.
ResponderEliminarEn fin, no sé si debo confesar esto en público, pero nunca he ido a ver un musical, tenía pensado solucionarlo en Londres pero el tema económico estaba muy ajustado... a ver si en NY consigo arrastrar a mi marido a ver alguno!!
ResponderEliminarUn saludo!
Elvira: totalmente de acuerdo en eso de que lo políticamente correcto no es respetuoso en absoluto. Por ejemplo, ahora se supone que hay que decir personas de color y yo en la universidad conocía a una chica negra que odiaba esa expresión y decía que ella era negra y punto, igual que nosotros éramos blancos (y en su opinión mucho más coloridos), y que no era la palabra lo que dolía (salvo en caso de ser un insulto, claro) sino las connotaciones que en ella ponía el que la pronunciaba.
ResponderEliminarY no tengo tampoco nada en contra de este tipo de espectáculos que te sacan un poco fuera de lo habitual. Hay que salirse un poco de la senda a veces, mirar las cosas desde otra perspectiva, etc. Pero eso se hace poco y, cuando se hace, salen todo tipo de voces quejicosas.
Dina: no es una confesión nada grave y lo mejor de todo es que tiene fácil arreglo. No sé qué querríais ver en Londres pero allí lo mejor es pasarse por la TKTS de Leicester Square un poco abierto de miras (algunos musicales se les agotan rápido) y comprar las entradas al espectáculo a precio reducido (tampoco precio ganga, pero más barato que en taquilla). Te arriesgas a que no haya para el que quieres, si sólo quieres uno, pero te ahorras un dinero importante. Y ojo que las demás tiendas que se anuncian como que venden entradas a precios rebajados y demás por la zona no tienen nada que ver: hay que ir a la TKTS.
Y lo mismo para Nueva York: allí tienes la half-price ticket booth en pleno Times Square. Es probable que tengas que hacer un poco de cola (también en Londres, pero 15 minutos o así en condiciones normales, en NY quizá un poco más, según el día) pero allí suele ser muy ameno porque hay actores callejeros contratados por los grandes musicales repartiendo folletos y animando un poco el cotarro. Pasa lo mismo: hay que ir con varias opciones por si acaso, pero siempre hay alguno que seguro, seguro merece la pena, auqnue sólo sea por poder decir que has visto un musical en Broadway.
Yo descubrí hace unos años este musical con la adaptación al cine de Milos Forman (si no la has visto, muy recomendable), que, de hecho, cambia muchísimas cosas de la trama del musical original, aunque yo creo que con un resultado bastante bueno.
ResponderEliminarTengo bastantes ganas de verlo en Barcelona, pero vistos los precios, habrá que ahorrar mucho, porque entre esta tentación y la de los Miserables en Madrid.. :(
Es uno de mis musicales favoritos. Sólo he visto la película, no he tenido la oportunidad de verlo en el teatro. Tiene que ser espectacular y por el vídeo tiene toda la pinta. Tuvimos que ver la película para Literatura Norteamericana en la carrera y me acuerdo de entrar en el examen cantando Manchester, England, England :)
ResponderEliminaryo, como ann, sólo he visto la peli, pero me encantó. Sí, lo de cantar en el examen es verídico. jajajaja. No sé si me gustaría ver el musical porque eso de que traduzcan las canciones...
ResponderEliminarMira esta, paciencia que la letra tarda en empezar:
http://www.youtube.com/watch?v=TzwGfP98vGM
es tremenda. jajaja.
No sé, Cristina, por un lado me apetecería volver a verlo, es para mí un musical mítico. Pero he tenido alguna mala experiencia con los musicales montados aquí. Hace un par de años o así vi Cabaret (otro musical mítico, claro) en Barcelona y me decepcionó mucho. O sea que creo que sólo si la crítica y amigos varios se deshacen todos en elogios de este montaje me animaré a ir a verlo.
ResponderEliminarA mí me recomendaron la película, hace ya unos años, y me encantó. Más tarde, me compré el dvd, y cada cierto tiempo la reviso. Sin duda en directo tiene que ser impresionante. Y confío en tener la posibilidad de verlo algún día de estos.
ResponderEliminarEn cuanto a lo políticamente correcto o incorrecto, yo opino que a día de hoy, se vive una ola de conservadurismo bastante importante, y dudo que nadie se atreva a hacer algo similar con temas que son tan "sangrantes" o más que lo que cuenta Hair.
Y lo que es peor, creo que si sehiciera algo "políticamente incorrecto" con temas de actualidad, ni siquiera se llenaría hasta la mitad un teatro, y al fin y al cabo, el teatro también es un negocio. Así creo que está la sociedad.
Un saludo
No viene a cuento con el post (que me ha encantado) pero lo he visto y ha sido acordarme de ti:
ResponderEliminarhttp://www.librosyliteratura.es/concurso-libros-2010.html
Sólo he visto la película, no el musical en teatro.
ResponderEliminarPor cierto hace siglos que no salgo al teatro.
Besos,
Emma
Cada vez me chirrían más las letras de los musicales en castellano, supongo que es porque las escucho muchísimo en inglés y me cuesta que el oído se adapte pero Hair es un musical para disfrutar y seguramente iré a verlo, lo hippy es lo mío (y también lo políticamente incorrecto) ;)
ResponderEliminarPor cierto, recuerdo que Boris Ruiz (el actor que está entre el público al principio del video) ya saltaba al escenario e incluso se subía por encima del público en La vida es sueño, hará como 10 años. Qué vieja me hago...
Me sé Hair de cabo a rabo por la cantidad de veces que habré visto la película. Estos actores del musical tienen grandes voces pero no soporto esas traducciones de las canciones. Es un desperdicio cantar "abre el alma a la luz del sol " por "Let the sunshine in". Además `para interpretar a hippies van muy arregalditos y planchaditos.
ResponderEliminarSi lo veo algún día será con las canciones originales. Como a Elena, me hubiese gustado verlo en Londes en su momento.
Aprovecho para desearte unas muy felices fiestas y que la cena de Nochebuena sea todo un éxito.
Qué bien que fueras a verlo, Cristina, ojalá hagan gira como suelen hacer algunos musicales por toda España. La película es de mis favoritas, y como te han dicho por aquí, te recomiendo que la veas.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas;)
Vengo a desearte muy felices fiestas, Cristina. Tu blog fue uno de los primeros que visité en Septiembre del 2008 y desde entonces soy una habitual. Un fuerte abrazo y que sigas muchos años!
ResponderEliminarVolvía para desearte FELIZ NAVIDAD
ResponderEliminarMiles de besos,
Emma
Si me lo permitís comento un poco en generala cosas que habéis ido diciendo.
ResponderEliminarSobre la película de Milos Forman: tranquiloas que ya está previsto verla, así que ya contaré.
Sobre los musicales en español: efectivamente las letras no resultan como las originales. Pero esto no es como leer un libro en inglés o en español, que puedes elegir con comodidad lo que prefieres. Mientras la hucha no nos deje viajar a Londres o Nueva York a ver los musicales que se estrenen y que nos llamen la atención nos tenemos que conformar con las letras traducidas (y traducir las letras musicales de forma que conserven el sentido, rimen y tengan gracia me parece admirable, todo sea dicho). Menos da una piedra y tampoco está tan mal, es cuestión de no comparar.