lunes, 12 de noviembre de 2007

Contaminación lingüística

Ayer tuve mi primer episodio de contaminación lingüística, argh. Hablando con mi madre le dije que habíamos desayunado chocolate con melindros y me quedé más ancha que larga. Ella me respondió que no sabía qué eran los melindros. Extrañada, le dije que yo ya los había comido en Madrid y le expliqué qué tipo de bizcochos eran. Llegamos a la conclusión de que eso, en castellano, se llama bizcocho de soletilla de toda la vida. Y efectivamente luego comprobé que melindro es la palabra en catalán. Y yo que estaba tan segura de que se llamaban melindros en castellano creo que mi contaminación lingüística viene incluso desde antes de vivir aquí.

Pero a lo que iba. Las fotos que hice el viernes. Hacía días que quería pasarme por el Mercado de la Boquería, aunque ya había estado antes. Pero siempre está bien darse una vuelta por allí. Es una curiosa mezcla de turistas haciendo fotos y gente mayor haciendo la compra diaria, puesto por puesto. Y en medio yo, haciendo fotos al tiempo que estoy atenta a ver si encuentro algo que me apetezca comprar (queso, moras...). Al final no encontré nada que buscara, pero salí de allí con una enorme manzana roja de casi medio kilo que, como decía el cartel de la frutería, estaba deliciosa. De todas las fotos que hice me quedo con esta, que es una variación de una que hice en mi anterior visita de tomates y kiwis.
Desde ahí, comiendo mi manzana gigante por mitad de las Ramblas, me fui hasta la Universidad, que siempre me recuerda a Nada de Carmen Laforet (cosa que me pasa con la mayoría de los sitios mencionados en el libro) y de cuya fachada tengo tropecientas mil fotos. Del interior también tenía alguna pero de los jardines no había hecho nunca, ni tampoco había paseado por ellos a fondo. La verdad es que son unos jardines preciosos.

Saqué muchas más fotos pero esas dos ya dan una idea. Además hay algunos gatos andando por allí que se acercan a los estudiantes que están ahí sentados leyendo, como si fuera una casa y se sentaran junto a su amo que lee en el sillón de al lado de la chimenea.

Y para acabar, cambiando de tema, hay que felicitar a la única lectora por haber dado el salto del iPod Nano al iPod Touch. Mi pobre iPod Video está un poco decepcionado porque en nuestros encuentros su madre biológica ya no lo mirará con deseo porque tendrá uno propio y mejor.

3 comentarios:

  1. La unica lectora lo agradece! Esta cosa es fascinante y maravillosa, deberias bajarte la demo que hay en apple, porque por mucho que yo te cuente es mejor que lo veas. Aunque tampoco es mejor que tu ipod, seguire venerandolo como merece, que no se preocupe...

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  2. Creo que he visto la demo. No sé si la de Apple, pero vi una donde te enseñaban muchas cosas y me pareció muy chula. (¿O quizá vi la del iPhone?)

    Mi iPod te lo agradece :D

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  3. Que curioso! Llegué a su Blog buscando inofrmación sobre la contaminación lingüística, a pesar de contener algo de ello, me pareció mucho más agradable lo que aquí me fui a encontrar =) Hermosas fotos.

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