martes, 4 de mayo de 2010

The Betrayal, de Helen Dunmore

Creo que ya he mencionado alguna vez de pasada otro libro de Helen Dunmore, The Siege, que leí en 2007 y se convirtió en uno de mis libros favoritos de forma instantánea. Ya había leído otros libros de Helen Dunmore, pero ninguno se acercaba a ese ni remotamente. Helen Dunmore, que quizá porque también escribe poesía, es capaz de captar momentos diminutos y darles una trascendencia inesperada, escribe de maravilla y sus descripciones son lo más cercano a los cinco sentidos que he leído. Así que dio igual que leyera The Siege cuando ya hacía calor, era empezar con cualquier párrafo y sentir que me helaba de frío (y más barato que el aire acondicionado). The Siege contaba la historia de Anna, una chica de Leningrado a la que el sitio de la ciudad la pilla huérfana de madre, con su padre (un escritor que no ha sabido/querido bailarle las aguas al partido), un hermano de cinco años, y su creciente amistad con Andrei, un estudiante de medicina.

Anna se las veía y se las deseaba para mantenerse a sí misma y a su familia con vida y Helen Dunmore contaba de la forma más elegante y poderosa posible lo que fue el primer invierno del sitio de Leningrado, donde apenas había víveres y el pan de cada ración estaba hecho prácticamente de celulosa, donde el frío era literalmente letal, donde cada uno tenía que mirar por sí mismo y por nadie más, donde la gente se caía en mitad de la calle y nadie tenía fuerzas ni ganas de ayudarlos y donde de vez en cuando, sin embargo, la unión entre los habitantes era total. Un invierno larguísimo en el que el frío, el hambre, el agotamiento llegan al lector en estado puro. Y, de nuevo, creo yo, demostrando que la mejor forma de contar la realidad es la ficción. Pueden decir que en los 900 días que duró el sitio de Leningrado murió un millón de personas, pero impresiona más cuando lo cuentas desde los ojos de un grupo de ellas, aunque sean ficticias (nada que ver con el libro, pero también está la historia real de Tatiana Sávicheva). Hace unos días me enteré de que Stalin precisamente había dicho que la muerte de un hombre es una tragedia, la muerte de millones es una estadística. Y no le faltaba razón pero, claro, él sabía de lo que hablaba.

Así que cuando me enteré de que Helen Dunmore nos daba la oportunidad de volver a Leningrado (ya que al San Petersburgo actual la cosa no está nada clara) para saber qué fue de sus personajes, sabía que me haría con el libro en cuanto estuviera a la venta. Al final resultó que además tuve la suerte de encontrar en Londres una copia que supongo que le enviaron a alguien para reseñar (y que vendió) antes de tiempo.

The Betrayal comienza unos diez años después del final de The Siege, en los últimos años del mandato de Stalin. No quiero revelar nada de las vidas de los protagonistas por si alguien se anima a leer The Siege aunque no esté traducido, baste con decir que Andrei, que ahora trabaja en un hospital, tiene la mala suerte de toparse con el hijo enfermo de uno de los mandamases de Stalin. El tratamiento que proponen no funciona y el mandamás de turno convierte lo aleatorio de la enfermedad en una causa personal que Helen Dunmore ubica dentro del Complot de los médicos que de verdad se produjo al final del régimen stalinista (y que fue la excusa para aniquilar a decenas de médicos judíos).

Y todo lo terrible del régimen lo vemos a través de los ojos de este grupo de personas que se ha esforzado en pasar desapercibido, porque las denuncias eran tan aleatorias, inesperadas y letales como la enfermedad del hijo del mandamás. La foto de la portada del libro, preciosa, es una muy buena representación de esos días en que los edificios oficiales (lo que se ve al fondo es, si no me equivoco, el Palacio de invierno, ahora el Hermitage, y creo que el edificio del arco es el Estado Mayor) con todo lo que contenían hacían a las personas sentirse tan minúsculas como a las dos siluetas de la foto. Y, sin embargo, qué bonito Leningrado/San Petersburgo, tanto en la portada como en esta crítica que vino en la revista de Waterstone's. Y eso que en la novela el Leningrado que aparece - y en The Betrayal aparece mucho menos que en The Siege - no es el monumental.

Anna, la protagonista, sigue siendo la heroína de infinitos recursos que era en The Siege y, para mí, igual que ese libro, una de mis preferidas, sin nada que envidiar a, por ejemplo, Jane Eyre.

En fin, que dirán aquello de que segundas partes nunca fueron buenas pero en este caso no se cumple. De entrada ya sabes que el libro no puede igualar a The Siege, eso es imposible, pero queda a una altura mucho más que digna y es igual de absorbente y envolvente. Y el final parece que queda abierto. Yo firmo desde ya para una tercera parte.

5 comentarios:

  1. Desde luego, si alguien me empuja a lanzarme a leer en inglés ( lo que significaría cargar dos libros a la vez: el escogido y el diccionario ), esa eres tú. The Siege parece tan, tan apetecible...en cuanto acabe unas lecturas obligatorias que tengo pendientes, me pongo con The Victorian Chaise-long para ir acostumbrándome...

    ResponderEliminar
  2. hola,
    conoces a Cecile Corbel?? se que no tiene nada que ver con tu entrada en el blog pero acabo de descubrirla y quizás tú conozcas su trabajo. Si no es así merece la pena escucharla porque me ha maravillado su música.Es una arpista francesa y aunque a mi no me gusta la música francesa (nada más porque nunca me ha llamado el idioma) también canta en inglés y la última ha sido en japonés para una película nueva de los estudios Ghibi. He intentado buscarla en fnac en la página web pero no hay ningún trabajo suyo. ¿su sabes donde podría encontrar algún cd?

    ResponderEliminar
  3. Samedimanche: es cuestión de ponerse, ya verás. Lo que más cuesta es lanzarse, luego es más fácil de lo que parece. Y no te ates mucho al diccionario, salvo por palabras que te impidan realmente enterarte de lo que está pasando, déjate llevar.

    Amelia: pues la verdad es que no la conozco de nada, lo siento. Es que la música celta, con un par de excepciones, no me va mucho.

    He mirado su web y veo que tiene tienda online donde vende todos sus discos, ¿no te animas a comprarlo ahí? Y también creo que tiene canciones a la venta en iTunes. Pero de tienda física de por aquí no tengo ni idea, la verdad. Lo siento.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Cristina de todos modos pero no me animo a comprarlo por internet porque me sale mu caro.
    un saludo

    ResponderEliminar
  5. Pero ¿y en iTunes? ¿No te animas a no tenerlo en formasto físico?

    Yo no tengo Spotify, así que no te puedo pasar una invitación (si es que funciona así), pero supongo que ahí tendrán también. Por si no lo sabes, Spotify es una web en la que puedes escuchar canciones gratis (con un poco de publicadad entre canciones) sin descargarlas, sino en streaming (en línea, vaya).

    Ah, otra opción: Play.com, donde compras el CD físico y te lo envían sin gastos de envío. Aquí está lo que tienen de esta chica: http://www.play.com/HOME/HOME/6-/Search.html?searchstring=cecile+corbel&searchtype=cdall&searchsource=0

    ResponderEliminar