lunes, 6 de octubre de 2008

Virginia Woolf's Nose, de Hermione Lee

Seguimos con las exitosas adquisiciones neoyorquinas. De hecho, Virginia Woolf's Nose: Essays on Biography, de Hermione Lee, está comprado el mismo día y en el mismo Borders que A Tree Grows in Brooklyn (Un árbol crece en Brooklyn), de Betty Smith.

Desde hace tiempo tenía ganas de leer este libro y no me ha defraudado. Está dirigido principalmente a gente a la que le gusta leer biografías, claro, pero no es un libro sesudo y pesado en absoluto. Está plagado de anécdotas rarísimas, divertidísimas o simplemente de lo más sorprendentes que hacen la lectura muy amena.

El título del libro, la nariz de Virginia Woolf, viene de uno de los ensayos que lo forman. Hermione Lee es la autora de una de las biografías de Virginia Woolf mejor consideradas (una copia me espera en la sección Woolf de nuestra estantería), así que sabe bastante bien de lo que habla cuando compara La señora Dalloway, Las horas en versión novela y Las horas en versión cinematográfica. A la novela Las horas le da el visto bueno y destaca todos sus puntos positivos, pero con la película es otro mundo. Eso sí, ella siempre se basa en el punto de vista realista, no mira los aspectos cinematográficos. Como ella misma dice, no hay nada más difícil para un biógrafo que ver a sus biografiados convertidos en personajes de ficción. Y, según ella, la película deja mucho que desear. Hermione Lee no sólo ofrece su punto de vista, sino que también comenta las reacciones a la película que hubo en internet, los periódicos y los lectores de Virginia Woolf, la mayoría divertidísimas y siempre mencionando La Nariz. Hermione Lee dice que Nicole Kidman, incluso con la nariz postiza y el gesto fruncido, no se parece mucho a Virginia Woolf. Se parece a Nicole Kidman con una nariz postiza. De todas formas esto de la nariz no sólo viene de la película; la nariz aristocrática de la pobre Virginia Woolf ya ha sido objeto de "debates" anteriores, cuando se usaba para caricaturas, etc., y para resaltar su supuesto esnobismo.

Pero Hermione Lee no se queda sólo en la nariz. Se queja también de que parezca que Virginia Woolf era una rarita que no se divertía y estaba siempre medio loca y medio en trance recibiendo la inspiración, que parezca que escribió La señora Dalloway de un tirón y, sobre todo, se queja del aura romántica que le dan a su suicidio (que parece, por el aspecto de Nicole Kidman, que se produjo nada más terminar de escribir La señora Dalloway - como demuestran algunas críticas de la película en internet - cuando en realidad pasaron casi 20 años: Virginia Woolf escribió La señora Dalloway con unos 40 y se suicidó con 59). Virginia Woolf se tiró al Ouse en una zona donde la corriente es tan fuerte que apenas hay vegetación en un gélido día de marzo de 1941; en la película hace un sol espléndido y el río parece de lo más apacible. (Hermione Lee cuenta que cuando entrevistó al director le preguntó que por qué era junio en la película y él respondió que sólo contaban con Nicole Kidman seis semanas y que no podían pelar los árboles sólo para que pareciera invierno).

Pero hay tres ensayos más. El primero habla de cómo algunos escritores se vuelven casi santos en el sentido de que se guardan "reliquias" suyas: cuenta una historia horrible sobre el corazón de Thomas Hardy y una aún peor sobre la muerte de Shelley y lo que fue de su corazón (o quizá hígado). Todo ello con varios matices y contradicciones según lo cuenten unos u otros. También, más en esta línea, habla de las decisiones de los biógrafos de contar unas cosas y no otras, o cómo contar las cosas.

Otro de los ensayos es sobre Jane Austen, cuyas biografías abundan. En concreto se toma un episodio de su vida cuando supuestamente se desmayó al enterarse de que tenían que mudarse de Steventon a Bath y se observa cómo lo cuentan diferentes biografías y cómo la forma de contarlo está relacionada con la visión general que se está ofreciendo de Jane Austen en esa biografía. Muy curioso.

Y por último se para a pensar en cómo se suele tratar la muerte del biografiado, según las tendencias literarias, etc. A pesar de la mención Brontë de este ensayo a mí me ha parecido el más flojito.

Cuando terminas el libro te das cuenta de que te has enterado de episodios de vidas que nunca pensabas llegar a conocer tanto. Casi nadie se libra de que se examinen sus biografías. Así que, como puede verse en la foto, mi elección de marcapáginas fue de lo más acertada, con todas esas fotos de escritores famosos.

Por si a alguien le ha picado la curiosidad, no hay que comprar el libro para saborearlo un poco. La web de Hermione Lee ofrece la posibilidad de leer el primer ensayo y de oír varias charlas de Hermione Lee que son prácticamente idénticas al texto del libro.

4 comentarios:

  1. Sin duda alguna me pasaré por la página web de Hermione Lee y en cuanto lo tenga a tiro me haré con el libro para leerlo y colocarlo en mi propia estantería Woolf!

    ResponderEliminar
  2. Me apunto el libro, y el enlace de internet...¡¡qué de comentarios acerca de una nariz, verdad?? Bss

    ResponderEliminar
  3. A mí lo que más me sorprendió fue que encima los comentarios sobre la nariz de Virginia Woolf vinieran ya de antes de la película.

    ResponderEliminar