¿He dicho que salvo por las velitas de adviento, los respectivos calendarios, la creciente montaña de dulces navideños y la lista de las compras gastronómico-navideñas pegada al frigorífico aun no hay nada de decoración navideña propiamente dicha puesta? Es cuestión de encontrar dos pequeños grandes huecos: uno para una escapada a la Feria de Santa Lucía (curiosamente hoy mismo es Santa Lucía) para ver si encuentra alguna nueva adquisición y otra para poner la Navidad, claro. A ver si para el fin de semana que viene hemos progresado un poco o para cuando la ponga voy a tener que empezar ya a quitarla.
Pero bueno, volviendo al adviento: hoy ha habido doble sesión porque el domingo pasado - oops - me olvidé con la visita. Hace un rato he informado - porque estas cosas se avisan - a Manuel de que era el domingo pasado, con sus dos velitas correspondientes:
Y un poco después, no sin una precipitada confirmación en el calendario de que no me había adelantado un domingo y que hoy, efectivamente, ya era el tercero, que tocaban tres velitas y que el domingo que viene se acaba el asunto este de las velas un año más (y he aquí donde se ve la verdadera motivación del primer párrafo de esta entrada. De repente falta muy poco para Navidad y, símil tan poco navideño como es este, me va a pillar el toro). Pues sí, ya tercer domingo de adviento:
Lo bueno de caer en la cuenta es que ha sido la excusa perfecta para estrenar el té de Navidad y saborearlo con el bizcochito rico de ayer (mañana más sobre esto) y ver lo bien que se complementaba todo: los sabores, el ambiente, el frío que por fin hace fuera.
Para las prisas siempre hay tiempo (¡qué zen!).
Al final voy a tener que comprarme ese té de Navidad del que tanto habláis todas... Aysss, me da envidia ese bizcocho, esta semana me pongo a hacer una tarta de manzana :-)
ResponderEliminarUn saludo,
Tanakil.
Si te da cosa comprar el té a ciegas acércate a una tienda y pide una muestra antes para ver qué te parece. Yo pedí la de té blanco de Navidad.
ResponderEliminarQue te salga muy rica la tarta.
¡Qué acogedor y hogareño! Tu calendario de este año es muy mono. ¿Me pones una tacita de té?
ResponderEliminar¡Marchando la tacita de té de Navidad! :D
ResponderEliminarQué rico todo Cristina!!! Es lo que dices...una sensación zen, maravillosa. Qué rico el té de Navidad!! Y también los pasteles que haces, la lista grastronomico-navideña...que crece pegada en la nevera...mmm...muy buena y agradable sensación (por cierto...también reconozco que soy de las que ponen su lista de la compra en la nevera, aunque la de navidad, la suelo llevar en un cuaderno...para no olvidarla...jajaja)
ResponderEliminarBesos!!
Es que lo de la lista en el frigorífico es el mejor invento del mundo ;)
ResponderEliminarMe ha hecho gracia que digas que llevas la de Navidad en el bolso porque precisamente el otro día pasé por la carnicería de comprar cosas habituales y, ya que estaba, lo de Navidad. Y resultó que la lista seguía en el frigorífico y no pude comprar nada fuera de lo habitual. Creo que debo seguir tu ejemplo.