martes, 1 de diciembre de 2009

Man in the Dark (Un hombre en la oscuridad), de Paul Auster

Desde antes de ir a Nueva York en el verano de 2008 no leía nada de Paul Auster y ya no podía dejar pasar más tiempo, sobre todo ahora que tiene un nuevo libro (Invisible (Invisible)) que cada vez que lo mencionaban no hacía más que recordarme que no había leído el anterior (por no hablar de los muchísimos anteriores que no he leído, claro, ¿qué fue de mi ordenadísimo plan de lectura por autor por orden cronológico? Con Paul Auster ha dejado de funcionar).

Ayer, además, y desde que Cristian lo comentó, tenía el pie mental plantado en Nueva York (claro que podría argumentarse que siempre lo tengo) puesto que Javier Marías visitaba Estados Unidos por primera vez en más de 20 años y, además, daba una charla junto a Paul Auster (de la que Cristian habla en su blog). Un evento espectacular.

El caso es que en los días anteriores, a modo de consuelo, yo leía Man in the Dark (Un hombre en la oscuridad) y lo cierto es que no me puedo quejar. Me ha gustado. E igual que comentaba cuando leí El hombre sentimental de Javier Marías Paul Auster es de voz inconfundible que hay quien puede decir que siempre suena igual o bien achacarlo a la voz. El caso es que da igual, Paul Auster y Javier Marías, como tantos otros escritores, tienen sus temas habituales, recurrentes, igual que los demás tenemos temas de conversación preferidos o anécdotas que repetimos. Lo que sorprende no es necesariamente la voz sino lo que se hace con ella y Paul Auster en Man in the Dark (Un hombre en la oscuridad) se pone muy serio y muy político en este libro escrito en los últimos meses de la presidencia de George W. Bush en Estados Unidos.

Pero Paul Auster al fin y al cabo escribe ficción, así que le da su toque personal, un narrador que inventa historias dentro de la historia inventada, una historia inventada dentro de otra historia inventada dentro de la realidad. August Brill, un hombre de setenta y dos años con movilidad reducida a causa de un accidente, sufre de insomnio y se dedica a contarse historias por las noches y a ver películas durante todo el día con su nieta que ha pasado por una situación muy traumática. Durante la noche se inventa a Owen Brick y lo planta en mitad de una nueva guerra civil en Estados Unidos y durante el día habla con su nieta de lo expresivos y llenos de significado que pueden llegar a ser ciertos objetos en ciertas películas. Una de ellas de nuevo de Ozu, como en L'élégance du hérisson (La elegancia del erizo) y Manuel, que cuando le decía que leer lo que Auster escribía sobre películas que conoce bien seguro que le gustaría, no se podía creer que de nuevo me conformase con eso y no me lanzase a ver las películas. Qué le vamos a hacer, me gustaba lo que Paul Auster decía lo suficiente como para no querer saber más.

Y mientras lo leía y me reencontraba con Paul Auster de vez en cuando volvía a la primera página y admiraba su firma. El libro llegó a mis manos así en mi cumpleaños, parece ser que en la librería de donde procede no los habían esperado firmados pero así les llegaron. Y todos tan contentos.

6 comentarios:

  1. Otro autor que no he leído. :( Y al ritmo que voy ahora...

    "A room of one's own" está a punto de llegarme, y otro en mi lista es "Casa de muñecas", de Ibsen. A ver qué tal.

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  2. Qué emocionante lo de A Room of One's Own. Tengo mucha curiosidad por saber qué te parece, así que aunque ya sé que dices que tú no sueles hacer reseñas de los libros que lees, espero que cuando lo leas me digas al menos qué te ha parecido y/o quizá dediques una entrada a citas que destacarías.

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  3. A mí me encanta Auster. desde que leí Leviatán no he parado...hacia delante y hacia atrás, en desorden u ordenados, los libros de Auster están hechos para ser leídos.

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  4. Precisamente Leviatán - y tantos otros - lo tengo pendiente. Pero cada vez que leo un nuevo Auster me quedo con ganas de más. Escribe tan bien.

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  5. Pensamos que era una inocentada, pero no. Hace dos días, 28 de diciembre, asistí a una sesión de preguntas abiertas a Paul Auster en el MUSAC, en León. Contestando a una pregunta sobre sus escritores preferidos en lengua española, comentó el "tête à tête" en el que coincidió con Javier Marias en NY, y que enseguida recordé haber leído en tu blog! Conseguí su firma en Brooklyn Follies, jeje!

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  6. ¡Qué bueno! Y menuda suerte tuvisteis de pillar a Paul Auster nada menos que en León.

    ¡Felicidades por la firma!

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