Suelo poner verde a la Real Academia de la Lengua Española en cuanto puedo, más que nada por la lentitud con la que trabajan y por algunas de las decisiones que toman (¿bluyín? ¿cederrón? palabra esta última, además, que ilustra dos de mis principales quejas, no sólo por la escritura cutre sino por el desfase, poca gente hay ya que diga CD-ROM en cualquier caso: va directa a la sección de arcaicismos) .
Pero el caso es que estos días la Nueva Gramática me pone los dientes largos. Lo feliz que sería yo criticando aun más lo mal, lo terriblemente mal, que hablan los periodistas (el resto de la gente, al fin y al cabo, no vive de eso) a golpe de imponente gramática, tomo sobre tomo. Pero como les decía el otro día a mis padres cuando la tuvimos en la mano en una tienda y vimos al dorso los 120 euros que cuesta: a ese precio se entiende que la gente hable tan mal; hablar bien sale muy caro.
Hablando de periodistas: quiero felicitar al Telediario de la 1 que el otro día dedicó el triple de tiempo a hablar sobre la "nochevieja universitaria" en Salamanca y Zamora que a una entrevista en directo con el señor Víctor de la Concha sobre la Nueva Gramática*. ¿Quién dijo que un Telediario era para informar de las cosas importantes? Como dice Àlex Gorina en un fantástico artículo en la Guía del Ocio de esta semana "en los informativos, curiosidades".
En fin, será cosa de ir haciendo hucha o algo.
*El señor de la Concha decía que "esta Gramática viene del pueblo [¡espero que no!] y busca al pueblo [al pueblo con 120 euros en el bolsillo, claro]". Pero no sigo por esos derroteros o acabaré en mi línea habitual criticona.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Nueva Gramática
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BLUYÍN, ARGHHHHHHHHHH!!!!!!! No lo sabía, horrorrrr!
ResponderEliminarA mí también me gustaría tenerla, pero es como para pensárselo dos veces. Yo también oí esa frase, que me pareció bastante demagógica.
Siento haberte dado dolor de ojos con lo de "bluyín". Yo ahora lo asocio con la RAE directamente. Es terrible. Hay más de esas, pero bluyín me impactó tanto cuando me enteré que las otras no parecieron para tanto.
ResponderEliminarbluyín, cederrón... no comments. Sería divertido buscar qué otras "aberraciones" al idioma hay en el diccionario... pero lo siento, al precio de 120 € no.
ResponderEliminarY bueno, ahora los informativos van llenos de crónica de sucesos, con decir que algunos sacan los videos que emiten directamente de youtube. Los únicos que puedo ver sin espantarme son los de TV3.
Jajajajaja! "Hablar bien sale muy caro" Jajajajaja!
ResponderEliminarBluyín... he tenido que leerla tres veces para asegurarme que lo hacía bien y a qué se referia. En un país desarrolado como se supone que es el nuestro la cultura no puede ser tan cara!!! Así como quieren que el "populacho" se culturice? Intentaré buscar ese artículo de el fantástico Alex Gorina. Estoy con littleEmily, los de TV3 son menos sensacionalistas.
Ni idea de dónde andará, o de si viajaría siquiera conmigo a Barcelona, pero en su día tuve un artículo de periódico que contaba aberraciones similares y que fue el que me grabó a fuego lo de "bluyín". Terrible.
ResponderEliminarSí, los de TV3 y el 3/24 son de los más pasables.
Guacimara: es que lo de "bluyín" es lo peor. Y, auqneu me tienta mucho la gramática, también te digo que si el precio de culturizarse, además de los 120 euros, es tener que decir bluyín porque lo dice la RAE prefiero se una inculta, bendita ignorancia y todo eso.
Pues ojo con la gramática y los 120 euros porque sólo es media gramática (morfología y sintaxis). Queda otra mitad (fonética y fonología) que esperan sacarla a finales del año que viene (supongo que a precio de marisco en el Bulli). De esta parte van a sacar dos versiones más, una resumida y otra básica, a lo largo de 2010.
ResponderEliminarSaludos
Supongo que la comprarán únicamente en bibliotecas, colegios y universidades porque el precio es realmente caro.
ResponderEliminarYo también aluciné con lo del bluyín i el cederrón!!
Un abrazo!
Anónimo: no lo sabía, así que gracias por el comentario. De todos modos la segunda parte me importa un poco menos, la fonética y la fonología siempre me han parecido soporíferas. Me quedo, eso sí, con lo de las versiones abreviadas. Eso sí que lo veo que busca más al pueblo, que diría Víctor de la Concha. Gracias.
ResponderEliminarMar: eso pensaba yo, pero también es cierto que sacarla por estas fechas no es casualidad, que los montones que se apilan en las librerías y que anuncien que va a ser el best-seller de la Navidad quiere decir que muchos particulares la van a comprar. Al fin y al cabo los años que sacan nuevo diccionario suele rondar ese precio también y es cierto que se convierte en superventas. Así que no sé, habrá que mirar las listas de ventas y andar con cuidado con las bolsas que lleve la gente: un golpe en la espinilla con una bolsa que lleva la gramática puede ser mortal ;)
y hablar saldrá el triple de caro del otro lado del Atlántico. Pero, aunque la Real diga otra cosa, ni "bluyin", ni "cederrón", forman parte ni de la grafía ni de la pronunciación, ni de la "imaginación" lingüistica del argento-español de estas tierras argentinas, cosa rara...bah, no tan rara, si consideramos nuestra "cercanía" con la nueva y anglosajona lingua franca.
ResponderEliminarPerdón, ¿qué es bluyín?
ResponderEliminarLlevo algunos días pensando en escribir una entrada sobre el daño que está haciendo el abuso en los medios de la palabra "presuntamente".
El otro día en los informativos de Antena 3 la presentadora dijo "la víctima está presuntamente muerta"
¡¿Presuntamente muerta?! O está muerta o no lo está, ¿no?
¡Qué vergüenza!
Anónimo: lo de bluyín no lo he visto nunca escrito en ningún sitio, pero lo de "cederrón" sí que lo he visto en un periódico a este lado del Atlántico, o sea que no es cosa del "argento-español" ni mucho menos. Lo que yo veo es que la influencia del inglés es innegable en todas partes y lo de transcribir como suena (o cómo dicen que suena, porque "el rón" de "cederrón" se lo han sacado de la manga, sería, en todo caso, "cederrom") me parece muy cutre. O haces como los franceses y te buscas palabras equivalente en tu idioma o las dejas tal cual. Pero las medias tintas no funcionan.
ResponderEliminarIris: bluyín en la entrada es clicable y te manda a la definición del propio diccionario, que es:
bluyín.
1. m. Am. pantalón vaquero.
Es decir, blue jean.
¡Escribe esa entrada! Yo con los presuntos también me lo paso en grande (y el que tú citas me ha parecido buenísimo). "Presunto detenido", "presunto hombre que...". Un desastre. Y piensas que en cinco años de carrera deberían haber al menos aprendido que el orden de las palabras sí que altera el pproducto, que no se pueden colocar las cosas allá donde caen.
Claro, por "imaginación" lingüística me refería mas bien a una actitud del hablante frente a la incorporación de una palabra extranjera (bah, las únicas "extranjeras" para nuestro argento-español son las inglesas): un océano de por medio me impide conocer con precisión acerca de si "bluyin" forma parte o no del uso cotidiano cada vez que un español-a piensa en qué pantalón ponerse. Lo que sí puedo decirte es que "cederrón" en argentino no podría ocurrírsele a nadie (no hablemos de la pronuncación, que nunca es ce sino ci...tanta es nuestra "cercanía" o "incorporación" de las palabras inglesas, entiéndase lo que está entre comillas como se quiera). Puedo pensar entonces que lo del "bluyín" es otro caso de esas simpáticas recomendaciones y sospechosas sugerencias de nuestra Real Academia de la Lengua Española ante la peligrosa y anglo-fílica aparición de una prenda de vestir extranjera (otra más).Claro que es un tema complejo y más que interesante como para tratarse en un breve comentario. Sólo comparto mi impresión ante el fenómeno.
ResponderEliminarPD. Sin embargo, si en Argentina le preguntaras a alquien ¿"recuerdas tu palabra de paso en hotmail?", primero te miraría con ojos embelasados pensando que haces un poema, pero luego debería comprender que a lo que tú te refieres es al argentino, más prosaico, más pedestre, "contraseña"
Totalmente de acuerdo. Bluyín no lo he visto/oído más que en el diccionario, así que si puedo juzgar por eso diría que a este lado del Atlántico tampoco se usa. Ya te digo, en cambio, que "cederrón" sí que lo he visto impreso en al menos un periódico.
ResponderEliminarEfectivamente, aquí, aunque hay quien dice password, contraseña está muy extendida. Es cuestión de ser rápido con las palabras y ponerlas en marcha en cuando surge el uso en inglés. Si se deja pasar una eternidad desde que se empieza a usar la palabra extranjera hasta que se propone una alternativa (esperemos que más en la línea de contraseña que de bluyín) no se puede esperar que los hablantes modifiquen lo que a todas luces ya se ha convertido en un vocablo habitual.
Tampoco entiendo por qué hay palabras que se transcriben supuestamente fonéticamente (bluyín) y otras en cambio que se dejan tal cual (software, hardware). Prefiero el último caso, por supuesto, pero unificar las "normas" tampoco hace daño, aunque sí lo haría ver escrito "sofgüer" y "jargüer" :D
Es muy curiosa esa diferente "reacción" ante el vocablo extraño y extranjero en la propia lengua, porque seguramente, a ambos lados del Atlántico, del tuyo y del mío, cada vez que a aguien se le ocurre vestir "bluyín", no se le escapa ni por un momento que "bluejean" no es palabra de su lengua. Acto seguido, sin hacerse demasiados problemas ni sentarse (desnudo, pues aún no se lo ha puesto) a divagar sobre el fenómeno lingüístico, se viste(digresión: en todo caso, quien más podría preocuparse, españolas y argentinas, serían mujeres, ya que las curvas femeninas y los bluejeans suelen ser elementos intimamente relacionados). Salvo que, un bluejean argentino es lisa y llanamente un "vaquero". No se usa ni "bluejean" (quizás a alguien se le ocurra pedir en una tienda "jeans") ni "pantalón vaquero": con "vaquero" basta y sobra. Es decir, de este lado y frente a ese "extrañjero" bluejean, aquí se ha preferido la traducción (será por la pampa húmeda?).
ResponderEliminarSiempre me ha resultado graciosa (y un poco difícil de comprender) esta idea: algo así como un cuerpo de funcionarios públicos, con poder de policía, al servicio de una nación en particular, trabajando en alguna de las oficinas de una imaginaria Torre de Babel, preocupados por controlar de alún modo la espontánea e impredecible corriente viva del lenguaje y sus hablantes.
PD. obviamente, no puedo comprarme todavía la antedicha edición de la Real, motivo y causa de todas estas divagaciones. Seguire hablando mal por el momento.
y parece que escribiendo mal, también. Perdón por las erratas: alún es algún, aguien es alguien)
ResponderEliminarEn fin, pues yo no sé de dónde se sacan ciertas ciertas palabras. Será que algún académico dice en sui casa "bluyín" y piensa que el resto de la humanidad hispanohablante también ;)
ResponderEliminarYa que hablas de la Nochevieja en Zamora me viene al recuerdo un libro que acabo de leer: "El Libro de los Bretones" de Mailoc. Relaciona Zamora con Bercelona, con Nueva York y con María Magdalena; casi tan imaginativo como esa celebración de la nochevieja.Si te gustan las novelas históricas con intriga no te lo pierdas.Jose Luis.
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