Todo está inventado y etiquetado. Hoy me he enterado:
1) de que existe una cosa que se llama "Paradoja de Abilene".
2) de que consiste en lo siguiente:
Una calurosa tarde en Coleman, una familia compuesta por suegros y un matrimonio está jugando al dominó cómodamente a la sombra de un pórtico. Cuando el suegro propone hacer un viaje a Abilene, ciudad situada a 80 km., la mujer dice: "Suena como una gran idea" (pese a tener reservas porque el viaje sería caluroso y largo, pensando que sus preferencias no comulgan con las del resto del grupo). Su marido dice: "A mí me parece bien. Sólo espero que tu mamá tenga ganas de ir." La suegra después dice: "¡Por supuesto que quiero ir. Hace mucho que no voy a Abilene!"
El viaje es caluroso, polvoriento y largo. Cuando llegan a una cafetería, la comida es mala y vuelven agotados después de cuatro horas.
Uno de ellos, con mala intención, dice: "¿Fue un gran viaje, no?". La suegra responde que, de hecho, hubiera preferido quedarse en casa, pero decidió seguirlos sólo porque los otros tres estaban muy entusiasmados. El marido dice: "No me sorprende. Sólo fui para satisfacer al resto de ustedes". La mujer dice: "Sólo fui para que estuviesen felices. Tendría que estar loca para desear salir con el calor que hace". El suegro después refiere que lo había sugerido únicamente porque le pareció que los demás podrían estar aburridos.
El grupo se queda perplejo por haber decidido hacer en común un viaje que nadie entre ellos quería hacer. Cada cual hubiera preferido estar sentado cómodamente, pero no lo admitieron entonces, cuando todavía tenían tiempo para disfrutar de la tarde.
A esto que a todo el mundo le ha pasado le puso nombre el "experto en administración" Jerry B. Harvey.
Y no sé qué es peor: que exista la situación, que el concepto tenga nombre rimbombante o que, cuando he tenido tiempo para procesarlo, me haya parecido curiosísimo.
¡Qué curioso que esta situación tenga nombre! Sí que tiene que ver con mi última entrada, sí. Un poquito de asertividad no habría venido mal.
ResponderEliminarUna vez me contaron la historia de un matrimonio que se pasó la vida así: él comiendo siempre las pechugas del pollo porque pensaba que ella prefería los muslos, cuando lo que a él le gustaba era comer las patas. Y ella lo mismo pero al revés. ¡Qué absurdo! La cosa se habría solucionado con una simple pregunta: ¿tú qué prefieres, muslo o pechuga?
Lo que cuentas del matrimonio es como lo que comenté después de leer el libro sobre las hermanas Mitford y que me hizo tanta gracia. El padre se reservaba siempre un dinero para, cada viernes, comprarle a su mujer el mejor melocotón de Covent Garden y ella se lo comía, a veces ofreciéndole un pedazo. Pasaron décadas hasta que el padre se enteró de que a la madre no le gustaban nada los melocotones.
ResponderEliminarConclusión, que la paradoja de Abilene, bautizada con nombre "exótico" en 1988, podía perfectamente haberse llamado la paradoja del muslo y la pechuga o la paradoja del melocotón :P
Estoy intrigadísima (y que conste que estoy encantada): ¿Cómo se ha creado un enlace a mi entrada si yo no lo he hecho? Acabo de ver lo mismo en otros blogs amigos, y tampoco lo he hecho yo. Creía que sólo podía hacerlo el dueño del blog, ¿o no?
ResponderEliminarPues la verdad es que no tengo ni idea, porque yo no lo he creado. Me da que Blogger se hace un poco de lío entre los enlaces a entradas concretas y enlaces a blogs "permanentes" (los que se ponen en el lateral). Otra cosa no se me ocurre.
ResponderEliminarSeguro que ha sido eso que dices. ¿Has visto que ya se ha borrado solo? He mirado en varios de los otros blogs donde había sucedido lo mismo, y... han desaparecido los enlaces!! Misterios de blogger :-)
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