Las últimas cinco Noches de viernes las hemos dedicado a la serie de la BBC de 1979 de Testament of Youth (y emitida aquí en los años ochenta como Legado de juventud). Fui yo la instigadora después de leer el libro y a Manuel no le quedó otra que resignarse (pero ya me la devolverá, ya).
No sé si lo que voy a decir a continuación me descalifica de decir nada más o de hecho lo dice todo, pero el caso es que en una parte significativa de los tres primeros capítulos volví a las andadas y me quedé dormida. Así que casi cada vez que retomábamos la serie se había muerto alguien y yo ni me había enterado. El caso es que esas tres primeras semanas renuncié a hacer punto de cruz mientras la veíamos por aquello de prestar mucha atención a los detalles. Las dos últimas me dejaba de tonterías y me dedicaba al punto de cruz como si de cafeína en vena se tratase.
Y es que los años setenta para las series de la BBC fueron unos años muy prolíficos y, por lo que veo, muy difíciles. No sé qué fue de la agilidad y la vitalidad de los guionistas y sus guiones pero ellos sí que estaban desaparecidos en combate. O, como mínimo, no han envejecido demasiado bien.
A mí me hacía ilusión ver la serie porque había leído buenas críticas (de gente que la debió de ver en su día, no hay duda) y porque el libro me había gustado mucho. Y la serie es curiosa hasta cierto punto, pero es todo tan estático que no deja ir mucho más allá. Por suerte la decoración y demás de la BBC siempre ha sido impecable así que de vez en cuando te puedes entretener mirando por ahí.
Las adaptaciones de memorias y autobiografías y ese tipo de cosas no suelen salir bien. Los textos, por muy serio que sea lo que cuentan y sobre todo sin son ingleses, suelen aderezarlo todo con más o menos humor. Vera Brittain, no en los momentos más dramáticos, claro, no es menos y el libro de vez en cuando tiene algo divertido, no para reír a carcajadas pero sí para esbozar una sonrisa. La serie no. La serie es una tragedia contada en teletipo detrás de otra sin ningún respiro.
De los actores poco puedo hablar. Cheryl Campbell, que hace de Vera Brittain, no está mal, y la chica que hace de Winifred Holtby hacia el final me gustó bastante (quizá porque por fin, después de cinco largas semanas, entró un poco de aire fresco). Peter Woodward, que hace de Roland, nos espantó desde el principio y si hubiera sido algo relacionado con la Segunda Guerra Mundial en lugar de la Primera, no habría quedado ninguna duda de su doble vida como Nazi, como se ve en la foto del cartel ahí arriba. (Luego Manuel se acordó de que le sonaba de Babylon 5 y Stargate).
Lo mejor de la serie es la facilidad para verla: está enterita en YouTube. Si la BBC, que siempre está borrando vídeos y usuarios por problemas de copyright, ha dejado que permanezca ahí (la BBC lo ve todo en YouTube) es porque seguro que no tienen planes de sacarla en DVD. Comprensible.
Por otra parte, cuando estuvimos en Londres yo tenía muy reciente el libro y sabíamos que el primer viernes después del viaje nos esperaba esta serie. Manuel, que hasta que yo leí el libro no tenía mucha idea de quién era Vera Brittain, no se podía creer que lo de Vera Brittain no fuese una vuelta al pasado extraña mía: en un montón de tiendas había cosas relacionadas con Vera Brittain que le obligaron a decir "Vera Brittain está en todas partes". Yo, siempre que me cruzaba con él (y era siempre que entrábamos en cualquiera de esos antros de perdición llamados librerías), cogía Because You Died de entre los demás de Vera Brittain y me planteaba si comprarlo o no. Era carillo, pero tan bonito. Al final siempre lo dejaba de vuelta en su estantería. Si es que soy una sacrificada...
jueves, 2 de abril de 2009
Noche de viernes: Testament of Youth (1979)
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Qué entrada más bonita!! Yo también hago sacrificios de esos...con mucho pesar.
ResponderEliminarGracias por facilitarnos los enlaces, la verdad es que leyendo "Ellas solas" deseas conocer a esas damas que sobrevivieron en aquélla época. Mil besos!!
Recuerdo lo de Ellas solas... es cierto que dan muchísimas ganas de sabermás sobre todas ellas.
ResponderEliminarBueno, tomo nota por si tengo un ratito sin hacer nada (ja-ja-ja, risa irónica), y me la veo por youtube.
ResponderEliminarA lo mejor sin haber leído el libro resulta un poco más interesante. Ay, no sé, me cuesta creerlo y Manuel dejaría constancia de que no es así...
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