Me gustó la conversación que surgió sobre los marcapáginas en la entrada acerca de mis marcapáginas recién llegados así que hace unos días, cuando estaba por fin colocando en sus nuevos hogares a los libros traídos de Nueva York e incluso algunos adquiridos con anterioridad (sí, me lo he tomado con calma), no pude resistirme a hacer fotos de mis dos cajas de marcapáginas. Estas son las dos cajas "oficiales", puesto que prácticamente, mire donde mire, siempre surge un marcapáginas.
Las cajas oficiales contienen, por regla general, marcapáginas comprados (por mí o para mí) y muy poquitos de publicidad, sólo algunos especialmente bonitos. Soy una snob de los marcapáginas y tiendo a utilizar sólo los "de pago". Pero a los publicitarios no les hago ascos porque me sirven para marcar dónde me quedo en las antologías que no leo seguidas, para marcar las notas finales que llevan muchos libros y que hay que ir consultando a medida que se lee (aunque para esto suelo utilizar postales de esas de publicidad, más cómodas), para marcar puntos de referencia (aunque a medida que leo un libro las páginas en que aparecen textos que quiero conservar las marco con uno de los seis "marcapáginas" de papel que venían en el Book Lovers' Kit; es un ritual, eso de pasar de libro en libro que leo los seis marcapáginas), etc.
Para los marcapáginas "de pago" ya comenté que el ritual consiste en no usar el mismo dos veces seguidas y elegirlo según lo que me sugiriera la idea del libro que tenga antes de leerlo. Otro ritual es que el marcapáginas elegido sea más pequeño que el libro al que va a ir a parar. Salvo si estoy leyendo y lo pongo por las páginas de más adelante dejando que sobresalga por encima para localizarlo rápidamente, no aguanto que el marcapáginas sobresalga por encima del libro, más que nada porque eso da lugar a todo tipo de arrugas, dobleces y esquinas chafadas. Y de ahí que tenga dos cajas.
En la primera, que en realidad era de mi madre pero que en algún momento me apropié, guardo los marcapáginas grandes, que sólo suelen servir para libros de tapa dura o similares.
Y en la segunda caja, más grande porque tengo muchos más, están lo de tamaño adecuado para libros de bolsillo. Los uso más que los anteriores, porque leo más libros de bolsillo.
Un montoncito para que se aprecie bien el grosor del fajo de marcapáginas "pequeños".
En este montón faltan los nuevos, que entonces aún no había guardado, y unos marcapáginas preciosos que guardé tan bien, tan bien (esto le pasa mucho a mi madre) que ahora no sé dónde están. Eran unos marcapáginas comprados en la casa-museo de las Brontë, cada uno de una hermana, y que ya no venden. En la parte de arriba tenían una ilustración en blanco y negro, debajo un texto y debajo una cintita de raso, cada una de un color. Se guardaban en unos sobrecitos a medida. Ahora cada vez que leo un libro Brontë deseo usar uno de esos marcapáginas, pero ya he mirado en todos los sitios que se me ocurren que podría haberlos guardado y nunca doy con ellos. Espero que algún día vuelvan a aparecer.
Pues que decirte, soy coleccionista desde hace 12 años y colecciono de todo tipo aunque me gustan especialmente los relacionados con la literatura y con el arte.Creo que los primeros que compré fueron uno de Emily Bronte y de Lord Byron en un Waterstones.En cambio , para leer, nunca uso los comprados, sólo los de publicidad q tengo repes o alguno que está muy deteriorado y que ya no voy a cambiar con nadie.Mi colección es ya muy grande:los tengo en álbumes especiales , cajas de cartón y también de metal. Las de metal fueron las primeras que utilicé para guardar. Los que se ven en las fotos tienen pinta de ser muy bonitos. Saludos
ResponderEliminarYa imaginaba por tu blog de marcapáginas que tu colección era grande, pero por lo que cuentas ahora pienso que es ENORME. Los que tienes en álbumes tienen que quedar preciosos.
ResponderEliminarMe encantan los rituales de lectura. Yo no tengo un ritual tan definido con los marcapáginas como tú, aunque también tengo algunos muy bonitos. Ahora, con eso de leer en digital, muchas de mis manías se están redefiniendo.
ResponderEliminarSi que tienes una buena colección, el otro dia Enrique queria hacer una criba y tirar algunos, pero a mi me da un palo terrible y le estoy dando largas.
ResponderEliminarNo se que pasa que algunas veces se pierden los comentarios, me estoy ya imaginando un "limbo" de comentarios perdidos de millones de personas, ah tengo demasiada imaginación.
Menuda colección! Mi montoncito no llega ni a la cuarta parte de los tuyos, jaja, pero me sirven para mi propósito, que es lo importante al fin y al cabo :D Tengo muy pocos "de pago", pero son muy especiales y no los uso mucho por miedo a que se estropeen. Normalmente tiro de los de publicidad, de los que tengo seleccionados los "bonitos" por un lado y los "corrientes" por otro para los libros que saco de casa en viajes o así, por si se pierden :P Sí, tengo pánico a perder cosas o que se me estropeen y no me sirvan nunca más, lo reconozco XD
ResponderEliminarsaluditos!
PD. Me encantan tus cajitas de lata!
Menudo ritual! Me encanta aunque yo no tengo ninguno. Normalmente uso el primero que pillo y también utilizo postales compradas en algún viaje y que luego no mandé.
ResponderEliminarComo curiosidad, en mi Ley de Enjuiciamiento Civil (que tengo en el despacho y uso cada día) tengo uno con la imagen de la Virgen de Montserrat que mi chico (totalmente ateo) iba a tirar y rescaté en el último momento.
Tendré que hacer recopilación de los míos, que la mayoría están dentro de los libros en los que los he utilizado.
Buen fin de semana!!!
¿ritual?¿usos y costumbres?¿colección?Yo diría manía obsesivo-compulsiva.
ResponderEliminarUf, valoro muchísimo las personas que tenéis un sitio para cada cosa y las coleccionáis. Me encantaría poder ser así, pero "malauradament" soy algo más caótica. Tengo puntos de libro en bolsitas de museos, en carpetas, dentro de los libros, en el cajón de las manualidades... además suelo aprovechar también un tríptico de publicidad, una postal, la etiqueta chula de una tienda de ropa...
ResponderEliminarQuiero ser como tú y tener esas preciosas cajas llenas de marcapáginas... buaaaaah!!!!! snif, snif...
Yo uso los de publicidad hasta que se rompen, y muchas veces corto un trozo de portada de revista, un trozo de sobre del banco, o un billete de metro si me pilla sin nada a mano...
ResponderEliminar¿Soy una friki?
vaya colección tan chula tienes. A mi siempre me ha gustado guardarlos pero nunca había pensado en hacer una colección. Así que me has dado una buena idea. Gracias.
ResponderEliminarYo también hago colección. En la biblioteca siempre me apartan un par cada vez que llegan de los nuevos. Colecciono aquellos relacionados con bibliotecas, libros, literatura infantil y juvenil, cómic y alguno ya por libre que me guste especialmente su diseño y estética.
ResponderEliminarTambién los tengo organizados en cajas y en cada caja los coloco por temas y luego tengo el cajón desastre donde acumulo los repetidos o los que no me gustan tanto. ¿Bastante ritual también, no? :)
Malglam: sí, ahora con la lectura digital hay que redifinir y reinventar los rituales, pero seguro que los seguirá habiendo.
ResponderEliminarÁngeles: lo mismo que tú te imaginas el limbo de comentario yo a veces me imagino el limbo de fotos a medio subir. El limbo de las fotos a trozos. Un poco deprimente.
Y haces bien en darle largas a Enrique con lo de los marcapáginas ;)
Lillu: qué curioso, somos totalmente opuestas en lo de los marcapáginas de pago y de publicidad. Yo también odio perder cosas pero mira la historia de mis marcapáginas Brontë, si los hubiera dejado con los de diario para usar normalmente ahora los tendría localizados ;)
Mar: qué bueno lo de la estampita rescatada y colocada en un nuevo hogar :D Yo soy incapaz de dejar los marcapáginas dentro de los libros para los que los uso, salvo si son de publicidad y sirven para marcar las notas finales o el lugar en que me quedo para cuando retome la lectura en el futuro.
Pseudosocióloga: sea como sea ya ves que no estoy sola...
Guacimara: qué gracia me ha hecho tu comentario. Yo guardo las cosas así porque sino tiendo al caos y en el caos se me pierden las cosas (también en el orden, como los marcapáginas Brontë). Cuando más organizado todos menos posibilidades de perder las cosas. Odio buscar algo que sé que tengo pero que no encuentro.
Teresa: yo creo que es lo que tú haces es lo más extendido, al menos por lo que yo veo en el transporte público. Así que de friki nada.
Amelia: ¿vas a empezar una?
Iris: qué curioso eso de que colecciones los de ciertas temáticas. Yo voy haciéndome con los que me gustan, pero sin orden ni concierto. Puedo comprar uno colorido de ovejitas como uno más serio con un cuadro de Van Gogh. Y lo de tu colocación deja a mis cajitas de latas como recipientes caóticos sin ton ni son ;)
¡Oooh, qué montón! Lástima no poder verlos uno a uno en las fotos :-D Yo colecciono pero desde hace muy poquito, por lo que no tengo esa cantidad. Ahora me ha dado por hacerlos yo misma para las amigas :-) Creo que es un detalle personal y bonito.
ResponderEliminarSaludos,
Noemí.
Qué de marcapáginas...yo los guardo en un cajon y entre los libros...a veces olvido los que tengo. Me ha gustado muchísimo leer esta entrada.
ResponderEliminarBesos!!!
Noemí: ya verás cómo tu colección crece más rápido de lo que te imaginas. Son adictivos. Yo también tuvo un tiempo en que los hacía yo. Y sí, regalarlos, hechos por ti o por otros, es bonito.
ResponderEliminarMaría: me alegro. Si los guardas en un cajón es que tienes unos cuantos... ;)