viernes, 27 de marzo de 2009

En la cesta de Laura Jesson

No se pueden dejar entradas a medio hacer para sacar "un día de estos" porque luego languidecen en la recámara y a medida que avanzan los días se nota cómo se les va pasando el arroz. Así que el origen (que fue únicamente la cita copiada y traducida) de esta entrada se remonta a los días en que leía Among the Bohemians, de Virginia Nicholson.

En el libro se mencionaba brevemente uno que se encuentra en mi enorme wishlist desde hace tiempo pero que nunca termino de decidirme a comprar porque, aunque tiene buena pinta y aunque he leído buenas críticas, me da miedo que luego sea un poco demasiado académico y que entonces me aburra mortalmente. Manuel puede dar fe de que cuando llega Brontë Studies - con artículos más o menos académicos sobre las Brontë - huyo de aquellos que parecen tesis doctorales con lenguaje rimbombante para decir las cosas más sencillas y que estudian cosas como "'This Shattered Prison': Confinement, Control And Gender in Wuthering Heights". Soy consciente de que esos son los verdaderamente buenos pero yo prefiero los que se quedan más a pie de calle. Por suerte, Manuel lee Brontë Studies desde la primera mayúscula hasta el último punto y luego me hace un resumen de los que yo me he negado a leer (y en algunos casos intento hacer el esfuerzo porque el tema en sí no está mal pero el estilo me pierde por el camino) que por desgracia para mí, desde que hay una editora nueva, son más que antes.

El caso es que siempre dudo si A Very Great Profession, de Nicola Beauman será en esa línea o será en la línea amena que cuenta lo mismo en vocabulario sencillo para los pobres mortales como yo que no saben apreciar las bondades de las frases retorcidas y complicadas llenas de palabras largas con sufijos y prefijos. La premisa del libro no me disgusta: un análisis de las novelas inglesas escritas por las mujeres en el periodo de entreguerras. Ahora que me gusta y me interesa tanto esa época de nuevo me pica la curiosidad. Además la autora, Nicola Beauman, es la fundadora de la editorial Persephone, dedicada a rescatar del olvido libros de esas características precisamente, cuya página no hay día que no visite llevada de una forma u otra hasta ella para descubrir un libro tentador detrás de otro.

Antes de encontrarme con la cita que pondré más abajo y en una de las muchas, muchísimas visitas a la página de Persephone le había estado hablando a Manuel de las maravillas de esa editorial. A Manuel todo le parecía cuanto menos curioso hasta que le leí su leitmotiv: ficción y no-ficción olvidada escrita por mujeres, para mujeres y sobre mujeres. Rápidamente me apresuré a a aclarar que también tienen publicado algún libro escrito por hombres como Leonard Woolf pero ya lo había perdido. Y es cierto que no lo termino de encontrar acertado yo tampoco.

Así que días después, cuando me encontré la siguiente cita en Among the Bohemians, no pude evitar pasársela a Manuel y nos dio pie a un debate. Manuel no terminó de estar de acuerdo y, sin embargo, yo la creo a pies juntillas. Ya me indigné aquí una vez sobre cómo los grandes de la literatura suelen ser escritorES y no hay más que mirar alguna lista de esas de mejores libros de todos los tiempos para ver que la mayoría están firmados por hombres. No tengo nada en contra de que uno tenga tendencia a leer más lo escrito por hombres que por mujeres (en mi caso la balanza se inclina hasta casi romperse hacia el lado de las escritorAS). Ya de por sí esas listas no me gustan porque suelen sonar a hueco en el sentido de que me parece de que van en la línea de "si siempre se ha dicho que eran buenas será por algo, para qué me voy a molestar en comprobarlo por mí mismo".

¿Un ejemplo anterior al de la época de entreguerras? Dices que tu autor preferido es Dickens y quedas, aunque el interlocutor no haya leído ni una palabra escrita por él, razonablemente bien. "Dickens, por Dios, sí". Dices Charlotte Brontë y te encuentras con un gesto extraño que, traducido, quiere decir "ah, sí, novela rosa". Y si parezco exagerada basta con un vistazo al artículo de la wikipedia sobre "novela romántica" (siempre confundiendo romántico y Romántico), que no es más que un batiburrillo de Brontë, Austen, Bridget Jones, Danielle Steel y demás autorAS, no hay ni un hombre) y que en mi opinión es como juntar en un artículo a Dickens, a Kerouac, a Hardy, a Salinger, a Dan Brown y a Terry Pratchett porque, digo yo, si son hombres, escribirán sobre lo mismo.

Sin más, dejo aquí la cita que ha dado lugar a esta entrada que, para estar con el arroz un poco pasado, me ha dado mucho más juego del que esperaba cuando empecé.

In her illuminating study of early twentieth-century women's fiction, A Very Great Profession (1983), Nicola Beauman makes a convincing case for domesticity as a fruitful topic for the novel, in that it touches on preoccupations that are of absorbing interest to a female audience. She points out that a tradition of male-dominated criticism has expelled works that depict the everyday details of women's lives from the canon of durable art. Today the clichéd sneer 'Aga-saga' still attaches with regrettable ease to works of fiction which dwell on the trivia of life. Nicola Beauman speaks for many women who are left cold by 'important issues', and seek 'with a desperate and almost perverted yearning for a mere crumb of everyday reality', something with which they can wholeheartedly identify.

En su esclarecedor estudio de la ficción femenina de principios del siglo XX, A Very Great Profession (1983), Nicola Beauman defiende convincentemente que la vida hogareña es un tema fructífero para la novela puesto que trata asuntos de gran interés para el público femenino. Señala que la tradición de crítica literaria dominada por la perspectiva masculina ha excluído del canon de arte duradero aquellas obras que reflejan los detalles cotidianos de las vidas de las mujeres. A día de hoy, el despectivo cliché "Aga-saga"* todavía se atribuye con una lamentable facilidad a las obras de ficción que versan sobre las trivialidades de la vida. Nicola Beauman habla por muchas mujeres a las que los "asuntos importantes" les dejan frías y que buscan "con un anhelo desesperado, casi enfermizo, una pequeña dosis de realidad cotidiana", algo con lo que poder identificarse por completo. (Traducción cutre y rápida mía)

*No me he visto capaz de traducir eso, en gran medida por lo bien que suena. Aga es una marca de cocinas "tradicionales" y carísimas.

La foto, por cierto, es de
Brief Encounter (Breve encuentro), película de 1945 que dio pie a Nicola Beauman a preguntarse qué libros llevaría Laura Jesson, interpretada por Celia Johnson, en su cesta. Tengo pendiente ver esta película desde hace muchísimo, por cierto.

2 comentarios:

  1. Qué interesante!! Ver los libros que Laura lleva en la cesta!! La película de "Breve encuentro" creo poder decir que te va a gustar.
    Por cierto, yo también suelo leer más libros de escritorAS, no por nada especial y sí. No sé desde hace algunos años me interesan mucho los primeros libros de las mujeres y en qué condiciones escribían.
    Hay, también, literatura masculina que me encanta.
    Buen finde!!

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  2. Yo tambiénpienso que me va a gustar, pero la voy dejando y nunca la veo. Muy mal por mi parte.

    Yo no es que mire el nombre del autor, pero al final por asuntos de argumento suelen ser las escritoras las que más me enganchan. Manuel siempre intenta equilibrar un poco la balanza el pobre, y la verdad es que suele acertar. Eso sí, los pocos que leo siempre suelen ser un éxito.

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