miércoles, 22 de septiembre de 2010

59a Fira del Llibre d’ocasió, antic i modern

El lunes me pasé (y me paseé) por la Fira del Llibre d’ocasió, antic i modern de este año. Pensaba, como mucho, volver a casa con un libro, pero pasear entre libros antiguos (los de ocasión no me dicen gran cosa) siempre es un placer, aunque sólo sea para mirar los lomos, los diseños antiguos, hojear algunos particularmente llamativos, asustarme ante algunos precios, por altos, y sorprenderme ante algunos otros, por bajos.

Me gustan los de la colección de Aguilar de Premios Nobel, con sus lomos de franjas azules y amarillas. Hace tiempo que busco el de Selma Lagerlöf y aunque últimamente me he encontrado con él un par de veces y aunque no es especialmente caro, ahora no termino de decidirme. El otro día me topé con un ejemplar (justo en este grupo de la foto) pero olía muchísimo a humedad y me dio un poco de repelús, así que lo devolví a su sitio. He comprado libros con olor a humedad, pero ninguno había olido como este.



De puesto en puesto hojée periódicos antiquísimos y descubrí que los Don Mickey ya son madera de algunos puestos, aunque no me atreví a preguntar cuánto costaban. Además, al contrario del libro de Selma Lagerlöf que decía arriba, lo mejor de los Don Mickey en su día era el olor del papel recién impreso. Uno de estos me lo acerqué discretamente a la nariz (soy adicta a oler libros, y parece que se me va agudizando además) y ya sólo olían a papel viejo como era de esperar.

Me encontré un año más con una colección preciosa de libros de no sé qué años (nunca me he fijado, qué despiste) que me encantan por sus portadas y por los cantos decorados.No hay ninguno que me llame especialmente la atención (aunque hay uno de Tennyson, por ejemplo) y me resisto - por el momento - a comprar un libro (de unos 40 euros) sólo por su aspecto. Pero cuando me encuentro con ellos me encanta mirarlos y admirarlos. Ya no se hacen libros así.



Al final compré el libro que tenía previsto y que, a fin de cuentas, es de la categoría de "ocasión": Atlas ilustrado de carteles de la guerra civil española. Un buen complemento a mi libro de la WPA y una muestra más de mi creciente afición a este tipo de carteles. Ya lo llevaba viendo desde hace tiempo por ahí y como está muy bien de precio (15 euros), ya no quise dejarlo pasar una vez más, que ya se sabe cómo acaba siempre eso.

Y con la nueva adquisición y la feria recorrida de principio a fin, inauguré la vuelta al té en Starbucks (hasta el año que viene, frappuccino de vainilla) en la buena y alocada compañía de los pequeños Brontë en mi lectura actual.

13 comentarios:

  1. Es precioso el libro. A mi primer jefe se lo regaló un cliente hace unos años y lo encontré muy interesante. Buena adquisición.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Es un libro muy curioso, sí :)

    ResponderEliminar
  3. Cristina, qué buen final!! Estar sentada en un Starbacks con tu té de vainilla y el libro que te estas leyendo y que parece tan apetecible!!
    Las fotos están geniales!! Y el libro de Tennyson...en fin...yo también estaría tentada a comprarlo.
    Me voy a seguir leyéndote!!
    Besos!!

    ResponderEliminar
  4. Los olores y las manchitas suelen echarme para atrás si no se trata de una oportunidad única.
    Yo este año he encontrado la feria muy floja...estaré tiquis miquis.

    ResponderEliminar
  5. Por lo que veo en la foto, esos libros tan bonitos con los cantos ornamentados y cubiertas más o menos modernistas son de una colección llamada Biblioteca de Artes y Letras de la editorial Verdaguer, que se publicó a finales del XIX. Hay otra parecida, aunque creo que no tiene los cantos tan adornados, de Montaner y Simón, más o menos de la misma época (yo tengo dos libros de esta colección, uno de 1898 y otro de 1906). Me los compré hace muchos años y entonces, desde luego, no tenían este precio.

    ResponderEliminar
  6. El lunes en la radio oí un anuncio de la feria, pero no he ido nunca. Me quedaría embobada con esos libros... Los libros más bonitos que he visto nunca estan en una libreria de antiguedades que hay en el barrio viejo de León y que sin falta, cada año, visitamos mi hermana y yo por navidades.
    Mmm! Té de vainilla en Starbucks! Qué pena que se haya acabado el verano, echaremos de menos el frapuccino de vainilla...

    ResponderEliminar
  7. Esos libros son una auténtica belleza, pero es verdad que a veces resultan demasiado caros o están demasiado deteriorados como para poder comprarlos. A mí que estén muy usados no me importa, pero que huelan mal o estén sucios o desmembrados a simple vista también me crea mucho rechazo.

    saluditos

    ResponderEliminar
  8. Los primeros años que fui iba más para ver si encontraba algo interesante, ahora voy mucho más tranquila... me gusta mirar libros antiguos, nunca se sabe, ¡tal vez caiga alguna cosita!

    Frapuccinos sigo tomando hasta en Navidad así que de momento sigue la temporada ;)

    ResponderEliminar
  9. María: sí, la parada para repostar en Starbucks fue muy agradable. Aunque me temo que té de vainilla no tienen, así que es un Earl Grey con leche :)

    Samedimanche: a mí salvo que alguna de las dos cosas, o las dos, (los olores y las manchitas) sea excesiva, no suelen importarme demasiado. Pero en este caso el olor me pudo. Yo no la vi mal, pero claro, yo ya siempre voy asumiendo que no encontraré nada.

    Elena: muchas gracias por la información. Siempre suelo mirar esas cosas, pero en estos me deslumbra tanto el precioso diseño que nunca me doy cuenta de hacerlo, así que tu sabiduría me ha venido de perlas. ¡Qué suerte tener alguno en casa!

    Guacimara: a ver si este año cuando vayas puedes hacer fotos de esa librería y nos las enseñas. Me has dejado con la curiosidad de cómo será.

    Y en honor a la verdad, como le decía arriba a Maria, el té era Earl Grey con leche. Lo de vainilla es el frappuccino ;)

    Lillu: de las cosas que enumeras, a mí la que más me molesta, sin duda, es que estén en mal estado. Pero hay algunos con los que hay que transigir incluso así...

    LittleEmily: entonces tú y yo vamos en el mismo plan. Yo al principio también buscaba algo y si no encontraba nada me quedaba chafada. Ahora voy a mirar y me lo paso mucho mejor.

    Yo es que en cuanto puedo me lanzo al té ;)

    ResponderEliminar
  10. Tengo 5 libros de esa colección tan bonita de la segunda foto: dos de Goethe, Anna Karenina en dos tomos, y La Celestina.

    ResponderEliminar
  11. Elvira: qué suerte, son una preciosidad de libros. Seguro que le dan un toque estupendo a la estantería en la que estén :)

    Iris: ¡gracias!

    ResponderEliminar
  12. Hoy me he acordado de ti en el Starbucks, porque he ido con una amiga que siempre se pide un Darjeeling allí, y le han dicho que hace meses que ya no lo tienen! Una lástima, la verdad.

    ResponderEliminar