Dejo constancia de que aprendo de mis errores: ayer volví a hacer gazpacho y puse un diente de ajo (tirando a pequeño esta vez, para compensar).
Cuando al principio lo probé y no me ardió la boca pensé que había salido un poco insulso, pero en realidad ha salido riquísimo.
jueves, 10 de julio de 2008
Para que no se diga
Publicado por Cristina en 19:02
Etiquetas Cosas de casa
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Todo en la cocina empieza con errores Cristina, pero intentándolo e intentándolo es como salen los mejores platos. ¡Qué aproveche!
ResponderEliminarBien por ti. Siempre hay que volver a montarse en el caballo... O en el gazpacho o en lo que sea. Y si luego esta rico y fresquito mejor.
ResponderEliminarNo te dije que me habia comprado el libro de J. S. Foer?? Pues me lo he comprado.
Iris: bueno, no me puedo quejar, que aunque mis platos no suelen ser muy sofisticados, este ha sido el primer gran error.
ResponderEliminarB: ¡no me lo habías dicho! Dime qué tal cuando lo leas.
"Y si luego esta rico y fresquito mejor."
Yo añadiría a eso: y si luego no sabe muchísimo a ajo aun mejor.