Tenemos un gran dilema sobre si tener sábado de repostería mañana o no. Por un lado, eso de tener algo dulce que picar durante unos días es una gozada, pero tener que hacerlo no tanto. Hojearé las recetas en busca de algo rico y fácil y rápido de hacer y a ver si nos decidimos. Lo que está claro es que desengancharnos de los sábados de repostería va a ser más difícil de lo que pensábamos, a pesar del calor. Por cierto que el otro día cuando hablé de los carteles no mencioné este que me pareció ideal para los sábados de repostería: una frase de Harry Truman un tanto sacada de contexto, eso sí: If You Can't Stand the Heat, Get Out of the Kitchen (Si no aguantas el calor, sal de la cocina).
Y la famosa lata es una gozada también: conservó las galletas de maravilla... ¡hasta ayer mismo! Y es que con eso de no verlas todo el tiempo se pica mucho menos. ¡Qué gran compra!
Con lo que no hay dudas es con las comidas de verano. He decidido que cada semana tendrá dos platos fijos: una ensalada y una crema bien fresquitas (la variedad es mayor en las ensaladas, porque en cremas sólo me gustan la de calabacín y el gazpacho, y como las hago yo pues las hago a mi gusto, ¡ja!). Se hacen en un momento, se hace mucha cantidad y duran que da gusto. Soy una fan declarada de los restos de comida y me dan mucha rabia las comidas que son visto y no visto.
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He aquí los dos platos de esta semana: ensalada de judías verdes (la primera vez que la hacía y la primera vez que la comía, y qué rica) y gazpacho, como el año pasado aunque no con tomates propios que hay que gastar de forma inmediata.
El otro día, cuando hacía este, que tiene el honor de ser el primer gazpacho de la temporada, me acordaba, sobre todo por el olor, al más estilo Proust y su madalena, del verano pasado, me reía yo sola acordándome de nuestro gazpacho cargado de ajo. Y no alejaba la receta de mi vista porque aunque el año pasado hice tantos gazpachos que ya ni la necesitaba este año lo único que recordaba era que llevaba tomate y que no me podía pasar con el ajo.
Tienen muy buena pinta los dos platos! Y con el calor de estos días debían estar riquísimos.
ResponderEliminarA mi me encantan las ensaladas, de toda clase, pero que lleven poca lechuga! La gente se extraña cuando lo digo porque se suelen asociar las dos cosas. Qué incomprendida me siento!!
Creo que te voy a imitar con el gazpacho!
Un muaquis!!!
uf, yo estoy igual, en mi casa hace un calor bárbaro y al horno le he dado vacaciones! animaros a hacer postres y pasteles fríos, están buenísimos y son ideales, como un pastel de queso o de mousse de limón, y para las cremas, qué tal salmorejo o el ajoblanco, a mí me chiflan!
ResponderEliminarClaro, la solución salomónica es hacer algo que requiera poco rato de horno. Ya nos enseñarás el resultado. :-)
ResponderEliminarY el gazpacho tiene una pinta estupenda...
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarYo también busco recetas de verano :-) ¿Podrías ponernos la de la ensalada de judías verdes? El gazpazho tiene muy buena pinta, pero es que a mí nunca me ha gustado ese regustillo que deja... entre el pepino y el ajo mal vamos.
Un saludo,
Tanakil.
Mar: a mí las ensaladas "de lechuga" tampoco me dicen gran cosa. No tengo nada en contra ni de la lechuga ni del resto de ingredientes, pero, psch, la puedo tener delante y no tentarme en absoluto. Así que yo te entiendo :)
ResponderEliminarIris: pastel de queso es que ya hicimos aquel que nos dejó tan llenos y, la verdad, de momento no tenemos ganas de repetir ni rebajando las cantidades. Algunos iremos encontrando. Gracias por las recomendaciones de las cremas :)
Elvira: gracias. Al final, al menos en lo que a ayer respecta, no hubo ni que usar el horno :)
Tanakil: la ensalada de judías verdes no tiene nada de misterio. Hierves las judías normal (con o sin patata, eso a tu gusto). Una vez que ya estén, las pones a escurrir y dejas que se enfríen CASI por completo. Mientras, preparas en una fuente todos los "complementos" que quieres añadir. Yo puse: pimiento asado, atún, maíz, huevo duro, aceitunas verdes rellenas de anchoa, zanahoria rallada y tomates cherry, pero puedes poner cualquier cosa (taquitos de jamón de york, trocitos de pollo, lo que sea). Cuando las judías están casi frías, pero no del todo tampoco, y bien escurridas, las añades. Aliñas bien con aceite y, si quieres, con vinagre (yo no puse sal porque ya se la había echado a las judías al hervirlas). Como ya está prácticamente frío, lo metes en el frigorífico tapado y dejas que se enfríe bien. Y listo: delicioso, en serio.
A mí el gazpacho me encanta a pesar del regustillo :D
Si descartáis la de queso, probad ésta, es genial! Tarta fría de fresas
ResponderEliminarGracias, Iris, tomo nota. Tiene buena pinta, desde luego.
ResponderEliminarOye, hablando de todo un poco: ¿tú has hecho alguna vez coca de sant joan en casa? He mirado recetas y no parecen terriblemente complicadas, pero tampoco facilísimas y quería saber si tú habías pasado por ese "trance" :)
Pues he hecho la coca de llardons, pero la de brioche con crema y fruta escarchada no la he hecho nunca porque no tenía amasador y hacer la masa de brioche es muy laborioso. Quizá este año me anime, no sé. En cambio la de llardons es muy sencilla, si entendéis el catalán podéis leer mi receta aquí y si no puedes consultar la de mi hermana aquí. A ver qué tal os va. :D
ResponderEliminar¡Gracias, Iris! Pues yo la que tenía en mente es la de brioche, pero por lo que dices y lo buena que estaba el año pasado creo que optaremos por comprarla.
ResponderEliminarY la de llardons es que no la he probado... Así que antes de hacerla en casa debería probarla para saberlo. Manuel dice que a él no le entusiasma. A ver si la pruebo y te digo.