Lista en imágenes de (algunas de) las cosas a las que nos hemos dedicado estos días de visita oficial de la única lectora:
A ver tiendas de comida (léase: más que nada de dulces). De la Delishop, por ejemplo, nos llevamos tres botellitas de una misteriosa Fritz-Kola alemana, que en su web presume de su exceso de cafeína (tres veces más que una Coca Cola normal) y su exceso de gas. Hicimos la cata de las tres botellas - kamikazes que somos - de una sentada tarde una noche y baste decir que nadie durmió demasiado bien esa noche. Los sabores eran cola, cola sin azúcar y melón. Yo me decanté - cosa no del todo fácil - por la de sin azúcar extrañamente, que a Manuel y a la única lectora les espantó. No repetiremos.
Por suerte la noche siguiente "descorchamos" la segunda de las tres botellas parisinas de Coca Cola de vainilla. Muchísimo, muchísimo mejor.
Visitamos algunas otras tiendas chulas, de una de ellas la única lectora salió con una nueva visión del mundo que nos acompañó el resto del tiempo y que probablemente dio lugar al nacimiento de un nuevo estilo fotográfico:
Hicimos domingo, en lugar de sábado, de repostería. Bizcocho cebra que se tomó su tiempo en el horno, que no quedó del todo cebra pero sí bien rico.
Comprobamos que la única lectora no se equivocaba cuando decía que en Barcelona había una estatua de un mamut (en la Ciudadela, que estaba llena de dragones con sus huevos gigantes correspondientes). No lo sabíamos ni la habíamos visto nunca y eso que ni es pequeña ni está escondida.
Llegamos a la playa, y eso que la única lectora dice que eso es todo una proeza en Barcelona, porque hay todo tipo de obstáculos para llegar a ella. Vimos el mar desde la distancia (desde una terraza donde dejamos una pequeña fortuna):
Y de bien cerca, partiéndonos de risa por todo y por nada, mojándonos los pantalones más de lo previsto y comprobando que el método de secado de pies y eliminación de arena de la única lectora - madrileña de pura cepa, ¿eh? pero con trucos marinos - es infalible.
Vimos y disfrutamos de las fiestas de la Mercè por todas partes literalmente. Siempre estaba pasando algo y siempre nos lo pasábamos de maravilla, como cuando vimos las proyecciones sobre el Ayuntamiento:
O, por supuesto, cuando anoche vimos el espectáculo piromusical en vivo y en directo entre una masa humana.
Y... hasta la próxima, ¿no?
En París hay cocacola de vainilla? Llevo años queriendo probarla y nunca he dado con ella. Ni en Londres ni en París. Lo máximo a lo que llego es a mi querida Cherry Coke, pero la de vainilla se me resiste! Pensaba que solamente la tenían en los EEUU. La semana que viene voy a Dublín haré una búsqueda intensiva!
ResponderEliminarHasta la proxima y ojala que sea pronto. Es como la decimoquinta vez que te lo digo, pero me lo he pasado muy bien y claro que repetiremos, la verdad es que no se porque he tardado tanto en ir... Eso si, para la proxima al menos parcheadme la cama hinchable que no quiero volver a despertarme en el suelo.
ResponderEliminarQue bonitas te quedaron las fotos de los fuegos!! Mi movil me la ha vuelto a jugar y me he quedado sin mis maravillosas y claras fotos. Pero bueno, entre estas y las que recupere de mensajes que envie (menos mal que a una le gusta gastarse la pasta enviando fotos) me apaño. Aún así es un gran drama.
Tres veces mas cafeina!! Madre mia, y aun asi yo me dormi en la cama hinchable!! Si que debia de estar cansada... Que gracia la pagina web, hasta venden camisetas, estoy por comprarme una.
Oooh! Quiero saber cómo mojarme los pies y quitar los restos de arena! Llevo toda la vida yendo a la playa y todavía no lo domino.
ResponderEliminarCristina, ¿cómo habéis hecho esas fotos redondas? Me encantan.
Mar: yo tampoco lo sabía, nos topamos con ella por pura casualidad en uno de los escasos supermercados. Yo la conocía desde que la sacaron en Inglaterra y desde entonces me paso la vida echándola de menos. En Inglaterra yo creo que ya no hay y en Estados Unidos se supone que sí pero el año pasado en Nueva York no la vimos por ningún sitio.
ResponderEliminarA Manuel la Cherry Coke sí que le gusta (es otra de nuestras compras habituales en el extranjero). A mí, psch, un traguito está bien, pero más me empalaga un poco.
¡Qué suerte lo de Dublín! Que lo pases muy bien.
B: jajaja, creo que la imagen tuya durmiendo en el suelo con los pies en alto no se me olvidará nunca. Tranqui, ya estamos barajando alternativas que con un poco de suerte no impliquen que el huésped amanezca por los suelos.
Jo con tu móvil. La verdad, las fotos las hace chulísimas pero si luego no las puedes ver casi prefiero las de mi cámara aunque queden más cutres.
LittleEmily: pues como no creo que tenga el método patentado ni que sea un secreto de familia te lo cuento. Con los pies mojados y llenos de arena pegada te dedicas a andar por la arena seca o, si hay donde sentarse, te sientas y vas restregando y metiendo los pies en la arena seca, que te va secando los pies y quitando la arena pegada (que además, como decía la única lectora, es muy exfoliante, y es cierto, luego los pies te quedan suaves-suaves). Cuado ya se te haya secado, te sacudes bien la arenilla seca sin problemas y te calzas. Y listo, zapatos sin arena. Para mí, que hasta entonces luchaba con las duchas y eso fue todo un hallazgo, desde luego.
Las fotos las hicimos con una cosa que se compró en la tienda Laie del CCCB (aunque luego vimos que también la vendían en La Central del Museo de Historia de la Ciudad): https://www.werkhaus.de/shop/product_info.php?info=p81_GUCKAUGE-OPTRIX.html&XTCsid=qcvh9vqeo0lilc9ie40oepl600 Esos son con forma exterior de cámara de fotos, pero el suyo era con un robot y alargado, así que tenía aspecto de monóculo. Muy chulo y muy difícil de explicar, es como si de todo pudieras hacer un kaleidoscopio
Pues a mí la Fritz-Cola me encanta, menos la de melón. Hay un bar en la ciudad que la sirve.
ResponderEliminarEl tema del mamut es una tradición no escrita el tener una foto cuando eres pequeño subido a la trompa. Casi todos la tenemos.
¡¿En serio te gusta?! Hala, no lo creía posible, aunque ya suponía que algún público tenían que tener. Si miras en su web verás que en Barcelona, por ejemplo, tienen muchos puntos de venta en cafeterías y demás.
ResponderEliminarNo sabía lo del mamut y eso que Manuel de pequeño vivía al lado de la Ciudadela pero no tiene la foto. Ahora entiendo por qué siempre había algún que otro niño en la trompa mientras estábamos por allí.