Hace unos días leí en algún periódico británico, después de que la nueva adaptación de Cumbres borrascosas se emitiera allí (en Estados Unidos ya se había visto en enero, cuando la vimos nosotros) que Peter Bowker - el guionista - no podía hacer nada malo después de Desperate Romantics (aunque ese ha sido el orden de emisión en el Reino Unido yo diría que el orden cronológico es al revés, pero no lo sé), que pese a haberse emitido por la BBC2 ha sido un verdadero - e inesperado, diría yo - éxito.
Nosotros hemos ido viendo Desperate Romantics a lo largo del verano - son seis episodios, seis semanas - casi al tiempo que se iba emitiendo en la BBC. El primer capítulo, debo confesarlo, nos dejó muy, muy poco convencidos. Aquí estaban los prerrafaelitas John Millais, Fred Walters (conglomerado de Fred Stephen y Walter Deverell), Dante Gabriel Rossetti y William Holman Hunt comportándose como si fueran adolescentes del siglo XXI. No, no estábamos convencidos.
Pero entonces llegó el segundo capítulo y nuestra opinión empezó a cambiar. Desconozco si se debió a que la serie mejoró o a que simplemente nosotros supimos verle el lado bueno o a una combinación de ambas. Pero lo cierto es que desde entonces y en un imparable y vertiginoso ascenso la serie cada viernes nos ha ido gustando más. Hasta llegar al viernes pasado, noche en que llegó el último y nos quedamos chafados.
Desperate Romantics, ya lo he dicho, gira entorno a la hermandad prerrafaelita, representada, en principio, por John Everett Millais (que pintó el famoso cuadro de Ofelia) y que aquí aparece representado como un jovencito bonachón e inocente entre una panda de, cómo decirlo, gamberros que son Dante Gabriel Rosetti, que aquí aparece como mujeriego, salvaje y un tanto disperso y William Holman Hunt, que empieza gamberro y luego se vuelve entre medio loco y medio hippie avant la lettre. El otro miembro de la hermandad, Fred Walters, aúna a dos personajes reales y es el más convencional de todos. A su alrededor aparece todo el universo que los rodeó en la realidad: las modelos Elizabeth Siddal (que es la Ofelia de Millais y cuya historia personal, tanto en la serie como en la vida real, me pareció interesantísima), Annie Miller y Jane Burden (más adelante Jane Morris), todas, por supuesto, con el pelo imprescindible: encrespado, voluminoso y, con la excepción de Jane Morris, castaño rojizo, tal y como decía Elizabeth Gaskell. Al grupo luego se suman William Morris (con el que se casó Jane Burden y que, yo no sé en la vida real, pero en la serie parece sacado de Muchachada Nui) y Edward Burne-Jones. Y siempre de fondo John Ruskin (interpretado magistralmente por Tom Hollander, que hacía de señor Collins en la última adaptación de Orgullo y prejuicio), victoriano eminente donde los haya y personalidad de esas que sólo podía pertenecer a su siglo: fue crítico de arte, escritor, ensayista, dibujante... en definitiva, un hombre ilustrado en su vida pública aunque algo extraño en su vida privada.
En este embrollo de nombres (sumado a los miles de enlaces que yo he puesto) parece fácil perderse, pero la serie los presenta muy bien a todos y se sigue de maravilla a pesar de que cuenta bastantes historias a la vez*. Otra cosa es que lo que se presente sea real, ¿de verdad se comportaban así? No lo sé exactamente, pero sí que es cierto que mirando en la wikipedia todo lo que se cuenta en la serie ocurrió de verdad; la única diferencia es que en la serie está reconcentrado, de modo que lo que pasó en años, casi vidas enteras, aquí pasa en aparentemente poco tiempo, como mínimo los personajes apenas envejecen y el único cambio notable es que Holman Hunt pasa de ir vestido normal a ir vestido con túnicas y cosas. Así que a pesar de haberse cargado el transcurso del tiempo, podemos decir que la serie de verdad nos ha enseñado cosas curiosas y reales, contadas de la forma más amena posible, a través de estos gamberros, retorcidos, complicados, bohemios y brillantes artistas.
Vamos, que si empezamos con ciertas dudas hemos acabado la serie siendo unos conversos. Si alguien la ve y no le ve la gracia al primer episodio, que siga y se enganche.
* No me puedo atribuir comentarios ajenos aunque se me pida expresamente que los incluya en el blog. Manuel comenta que Peter Bowker está muy influenciado por Ken Russell. Dicho queda, aunque yo no sabía nada - ni sé mucho ahora - sobre Ken Russell.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Noche de viernes: Desperate Romantics
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Yo que venía encantada de Londres con mis nuevos DVDs!!! Y ahora vuelves a ponerme los dientes largos...allí estaba anunciada por todas partes, pero el look de Rosetti daba más grima que las portadas de Jazmín. Claro que, después de lo que cuentas, me tiro de nuevo a la ilegalidad...
ResponderEliminarPor cierto, reivindiquemos a las musas prerafaelitas, unas mujeres de cuidado...¿ o porqué pintaban tanto a Circe, a Medusa y a otras tipas por el estilo?.
Angeles dijo...
ResponderEliminarAy! has dado con una de mis debilidades,de hecho una noche en el hotel vi un trozo de esta serie y aunque no entiendo nada de ingles vi de que iba la cosa,ya te comente que vi en la Royal Academy una exposición de Waterhouse y era muy emocionante ver aquellos cuadros,la decepción, aunque espero verla algún dia, fue no poder ver la casa de Leigthon, estabán en obras hasta septiembre,tiene cuadros o murales no recuerdo bien ahora, de Alma-Tadema, uno de mis favoritos.
Por cierto, he leido en un foro de lectores electronicos, que a algunos se les ha estropeado el reader al poner el movil encima o llevarlo en el bolso juntos, no se si puede pasar, por si las moscas ire con cuidado, te lo digo por si acaso,un saludo
Qué buena pinta esta serie. Investigaré en la hermanadad.
ResponderEliminarSamedimanche: ay, qué bien conozco esa sensación de pensar que vuelves con todo lo que querías (más o menos) y que se te chafe la ilusión nada más llegar ;)
ResponderEliminarEs que a Rosetti le han puesto de latin-lover total, tenían que sacarles partido a los genes y creo que, con o sin look latin-lover, en la vida real no era mucho más comedido en los asuntos de faldas.
Ángeles: ay, también conozco la sensación de rabia que encontrar algo cerrado en un viaje (en mi caso fueron los cuadros de Larsson del Museo Nacional de Estocolmo prestados todos al museo de Oslo). Pero haz lo qeu yo: repítete a ti misma que así tienes una excusa más para volver.
No sabía lo del reader que comentas. Andaré con ojo, aunque hasta ahora cuando lo he llevado en el bolso han ido juntos y a veces incluso he dejado el móvil encima en casa y no ha pasado nada. Pero más vale prevenir... ¿Qué tal vas con él? ¿Sigues contenta y exprimiéndolo al máximo?
Insonrible: investiga... pero, en serio, no esperes una serie seria (serio-serie-seria... ¡ja!) porque no lo es. Es entretenida y, a su manera, bastante fiel a la realidad.
Acabo de ver el tercer episodio y la verdad no sé muy bien todavía qué pensar. Me hace gracia y sí es la historia concentrada de estos pintores bohemios, y está bien hecha, pero hay algo que no me convence; el tono quizá. Creo que ha tenido críticas bastante encontradas. De todos modos estoy enganchada.
ResponderEliminarLo de Peter Bowker-Ken Russell, podría ser. Russell hizo esos biopics extraños y desmitificadores.
Estoy encantadísima con el lector, me he leido ya unos cuatro o cinco libros en dos semanas.
ResponderEliminarUno era de Amelie Nothonb, Que Tenía ganas de leer hace tiempo, "la soledad de los números primos" que no me ha gustado mucho, la verdad, otro de Stefan Zweig y dos más policíacos, como Tenía vacaciones podia leer más tiempo de lo habitual.
Me temo que soy un poco bruta con mi ritmo de lectura, asi que el lector me va de maravilla para tener "droga", una mano jaja, un saludo.
Ángeles
quería decir a mano,que torpe soy
ResponderEliminarÁngeles
Pues me alegro muchísimo, Ángeles. La verdad es que es muy práctica. A mí, cuando lo llevo encima, me gusta la tranquilidad de saber que aunque se me acabara la lectura actual tendría más para elegir. Con los libros de toda la vida no es ni fácil ni cómodo ser tan precavida.
ResponderEliminarQue lo sigas disfrutando.
Cecilia: yo creo que es que la han vendido como serie seria y no lo es. De la BBC te esperas ultrarrealidad y de buenas a primeras el tono loco pilla un poco por sorpresa. Pero nosotros una vez que nos hicimos a él la verdad es que lo encontramos bien.
ResponderEliminarA ver qué tal lo que te queda.
Bueno, pese a todas las críticas, tomo nota de la serie. Me pirran los hombres con levita!!! ;-)
ResponderEliminarA mí esta serie me llama mucho la atención, pero sólo he visto el "momento Ofelia" en la bañera. Me encanta ese cuadro y el movimiento prerrafaelista en general, pero no sé si me convencerá esta serie por lo que comentas. Lo que si tengo curiosidad es en ver cómo presentan la historia de Lizzy Siddal.
ResponderEliminarSaludos;)
Roberta: ¡pues aquí los tienes hasta la saciedad!
ResponderEliminarEternal: prueba a verla. Hay que verla con ojos diferentes a las adaptaciones clásicas y típicas de la BBC, porque el ritmo y el concepto de esta es totalmente diferente. Pero ya dije que en nuestro caso una vez que nos hicimos a la idea de esto fue un éxito. Y todo lo que se cuenta es cierto, aunque se cuente condensado.
La historia de Lizzie Siddal es de lo mejor de la serie.