Al día siguiente amaneció así (perdón por el reflejo):
O así:
O así (por si no se aprecia bien está nevando):
Todo eso ocurrió en un periodo de tiempo de, no sé, ¿veinte minutos? Es la pesadilla del "¿qué me pongo?" Creo que también las alteraciones se producían cuando yo cambiaba de opinión sobre si ponerme las botas de lluvia o no. Como son mágicas...
Al final, independientemente de las idas y venidas meteorológicas, decidí ponerme las botas. También, ya que ya era definitivo que el abrigo no abrochaba, un jersey gordísimo.
Bajamos a desayunar. Manuel se tomó el típico y delicioso Yorkshire breakfast y yo me conformé con huevos revueltos sobre unas tostadas que debo reconocer que también estaban bien ricos. Mientras desayunábamos, fuera seguían pasando las diapositivas de lluvia, niebla, soleado, etc. Ver comenzar el día en Haworth en marzo da para crear "televentana".
Pero finalmente cuando por fin salimos a la calle la ruleta se había parado en la casilla de soleado pero gélido. Si es que mis botas son mágicas, aunque luego, pese a no haber llovido, me alegré de llevarlas: los pies fueron de las pocas partes del cuerpo que mantuvieron una temperatura decente durante ese día.
De nuevo fuimos subiendo por la calle principal, con un poco más de tranquilidad y tiempo para mirar las cosas, riéndonos de los horarios surrealistas de los comercios: que si este abre sólo tal día y tal otro, que si este unos días abre a las 10 y otros a las 12 y otros no abre. Muy extraña la vida comercial de una calle que prácticamente se alimenta sólo del turismo.
Y, aunque esta hora no era la hora mágica, la luz que había también era muy bonita. ¡Y qué verde todo! En Inglaterra siempre me resulta muy fácil imaginar cómo, si un buen día la vegetación dejase de mantenerse a raya, el país se asilvestraría en tiempo récord.
Mientras seguíamos el ascenso de la calle, de pronto vimos a un autobús enorme pararse en la parte de arriba y soltar a un montón de japoneses. En su momento nos hizo gracia (olvídate de las Brontë, estar en Haworth de verdad supone ver, por lo menos, un grupo de japoneses) pero estos días no dejo de preguntarme por ellos. Yo creo que para cuando el terremoto y demás aún seguirían de viaje, cosa que no sé si es mejor o peor.
El caso es que teníamos pensado entrar en la iglesia, pero las hordas niponas se nos adelantaron y lo dejamos para más adelante. Curioseamos un poco de nuevo por el cementerio, pero se levantó un vendaval, o quizá siempre lo había hecho pero en la calle principal quedábamos resguardados de él, y decidimos buscar refugio en la tienda. Nos costó mucho llegar con el vendaval de cara, y también nos costó cerrar la puerta de la tienda, que yo creo que casi se vuela con el viento. De nuevo era un día "wuthering" de verdad.
Lo que tiene refugiarse en la tienda es que acabas comprando más cosas (y eso que habíamos estado allí la tarde anterior). Al poco, la guía japonesa entró preguntando cuándo abría el museo. Eran poco más de las diez, y el museo no abría hasta las once. La chica de la tienda les mandó a los páramos, donde supongo que saldrían todos volando, esa mañana hacía incluso más viento que la tarde anterior.
Y a todo esto, ¿qué planes teníamos nosotros? Estábamos pululando por la tienda, refugiándonos del viento. Teníamos unos planes muy concretos, pero no dependían sólo de nosotros.
(Continuará...)
Qué fotos Cristina...me gusta especialmente la de la tumba de Hannah, aunque suene algo gótico. Y veo que aún sigue en pie Hachards e hijas.
ResponderEliminarEn cuanto al desayuno, a pesar de intentarlo...me encantan los huevos, pero a otras horas, y disfruto mucho de unas tostadas con su mantequilla (la de ellos) y sus mermeladas ;)
A mí la de la tumba de Hannah también me gusta mucho, por raro que suene. En realidad la foto iba a ser de los pequeños brotes primaverales de las ramitas, pero quedó así por sorpresa.
ResponderEliminar¿Tú conseguiste entrar en Hatchards? Como sólo abren en fin de semana nosotros nunca lo hemos conseguido :(
Pues yo en Inglaterra hago lod e "donde fueres haz lo que vieres" y me pongo las botas con los desayunos ;)
Impresionantes las tres primeras fotografías! Parecen el reflejo de las estaciones del año y todo en unos minutos!!!
ResponderEliminarAh! Y yo también habría optado por las botas, que aunque no llueva si el suelo está mojado, se acaban mojando los pies!!!
Por cierto, ¿conoces la web vpike.com? Sólo hay que poner "haworth england" y puedes volver a subir la calle principal todas las veces que quieras. Lo digo porqué yo lo hice ayer por la tarde, jajajaja
Ese pedazo de cementerio!!Me lasguardo para mi colección. Igual un día me animo y le dedico un post.
ResponderEliminarPor cierto qué pena que no se te vea en el reflejo, jeje
Muy bonitas las fotos y que final de entrada más intrigante. Estoy deseando leer más cosas del viaje. Besos
ResponderEliminarMar: sí, parecía como una de esas sucesiones de imágenes aceleradas en las que ves pasar las nubes o abrirse las flores ;)
ResponderEliminarGracias por la recomendación de esa web. Enseguida voy a curiosear por ella.
Dina: ya me enteraré si le dedicas o no una entrada. Se calcula que hay 40.000 personas enterradas en el cementerio, pero yo creo que es una cifra a la baja.
Eternal: en realidad no era cosa de intriga, pero si seguía la entrada iba a quedar eterna como las rocas, etc. ;)
Creo que entré, pero no me llevé nada (aunque con ganas me habría llevado la tienda envuelta). Y sí, estaba abierto y tengo dos fotos que lo corroboran. Fui en verano. Ahora no recuerdo sí caía en fin de semana, pero lo tengo apuntado. Lo miraré.
ResponderEliminarSigue la tienda donde puedes comer, tomar té/café y pintar tu taza??
Ah!! Y antes, olvidé preguntar...a la biblioteca de Haworth...¿puede entrar cualquiera o tienes que tener algún carné especial?
Pues qué suerte tuviste con poder entrar en esa librería :)
ResponderEliminarSí que sigue estando la tienda que dices. De hecho en el escaparate tenían un papel recortado precioso y una noche tenían bastante animación con un conciertillo de un cantante/guitarrista.
A lo de la biblioteca te contesto en la otra entrada, ¿vale?