Ayer fue un día variado como pocos. A las 7:55 estábamos en la sala de espera del ambulatorio esperando a que comenzara mi prueba de la glucosa. No sé cómo serán los resultados cuando me los den la semana que viene - espero que buenos y poder así evitar la curva larga - pero desde luego la prueba de la glucosa, después de haber leído lo que había leído por ahí (eso me pasa por mirar estas cosas en internet; una y otra vez me digo que no voy a buscar nada más: la ignorancia en estos casos suele ser una bendición), una web que incluso la consideraba "la peor prueba del embarazo" o algo así, me pareció una soberana tontería. Ya sé que cada cuerpo reaccionará de una forma, no pretendo decir que a quien le da por caerse redondo o devolver se lo esté inventando, simplemente quiero decir que no se puede generalizar. ¿La peor prueba?
Ahí estábamos, yo incluso le había hecho pedirse un rato de la mañana libre a Manuel para que me acompañase, no fuera a ser que me diera por montar un numerito. Total, que me dan mi botecito de glucosa sabor "naranja o limón" (señores fabricantes del líquido: decídanse o pongan Naranja/limón o cítricos o qué sé yo, pero "naranja o limón" no da ninguna seguridad cuando todo el mundo te ha asegurado que ese líquido es el brebaje más repugnante del mundo). El caso es que está claro que mi paladar (espero que mi metabolismo también) tiene mucha tolerancia a las cosas dulces. Empecé bebiendo sin saborear pero luego tuve curiosidad y paladeé un poco y, la verdad, aquello sabía a Redoxón, no es mi sabor preferido pero de repugnante tampoco tenía nada. Y como yo también tenía sed, pues la verdad es que me supo mucho mejor de lo que esperaba. Me lo bebí tan rápido que la chica del ambulatorio me cogió el bote vacío con un "¡¿ya?!" acompañado de cara de sorpresa. Las otras chicas haciéndose la prueba se lo tomaban a sorbitos con mucha resignación, una de ellas diciendo que esperaba no devolverlo esta vez.
Ahí estaba yo, esperando algún tipo de reacción: mareo, pulso acelerado, lo que fuera. Pero si me dio algo fue un poco de risa tonta al principio. Y Mr X, que antes se volvía loco cuando tomaba un chicle con azúcar, tampoco se inmutó apenas ante tal subidón de azúcar. Se va integrando en lo de ser goloso.
Y así la hora que hay que esperar hasta que te pinchan. Manuel y yo comentábamos lo absurdo de que se hubiera tomado ese rato libre (sobre todo en caso de que haya que hacer la curva larga) y yo intentaba bloquear los oídos y sumergirme en Jasper Fforde mientras las otras tres chicas que se habían hecho la prueba me recordaban a jubiladas de esas que no tienen más tema que sus males y achaques y casi compiten por ver quién está peor: que si aquella no dormía, que si la otra tenía dolor de espalda, que si me duele aquí, que si me molesta allá, que si el marido de aquella se había puesto a desayunar esa mañana delante de ella que tenía que estar en ayunas (Manuel había desayunado también delante de mí, en ayunas, y yo no le había dado ninguna importancia, ¿qué iba a hacer el pobre, desayunar a escondidas en el cuarto de baño?). Un tipo de conversaciones en las que no pienso entrar y además mi aportación habría sido tan rancia como "pues yo no tengo males de ningún tipo".
En fin, con la prueba hecha y sensación, no de timo, porque mucho mejor no haberse encontrado mal, pero sí de "¿tanto rollo para esto?" nos volvimos a casa. Esperemos que la sorpresa no venga en los resultados.
Manuel se fue a trabajar y así a pasar las horas hasta el siguiente plan del día: ir al concierto del señor Roger Waters, antiguo miembro de Pink Floyd y grupo preferido de Manuel.
Nos sobró tiempo después de recoger la entradas en la taquilla del Palau Sant Jordi así que fuimos a dar una vuelta y conocer el recién estrenado centro comercial de Las Arenas. ¡Qué gentío incluso siendo martes! Todo estaba lleno hasta la bandera y, lo nunca visto, tuvimos que hacer cola para coger la escalera mecánica que lleva al mirador. Extraño, pero mereció la pena porque las vistas (salvo por donde sólo son de las terrazas de las cosas de al lado) son muy chulas, aunque para mi gusto el suelo tiembla un poco. Con eso y con un helado de Amorino (rico...) nos pusimos en marcha hacia el Palau de nuevo.
De camino a la entrada pasamos por un puesto de merchandising y comprobamos que una simple camiseta oficial costaba un mínimo de 35 euros. ¡Y a mí que las camisetas de exposiciones, conciertos, eventos de cualquier tipo, que cuestan 20 euros ya me parecen caras! Eso sí, la crisis ahí no se dejaba notar y la gente compraba esas y otras más caras.
Llegamos, no pronto, prontísimo, en parte motivados porque la placita que hay delante del Palau Sant Jordi estaba cuajada de mosquitos (ya en marzo...). Para tener asientos asignados no sé por qué corrimos tanto. El caso es que la hora y media que nos tocó esperar dentro se nos hizo eterna. Y los asientos tampoco hacían la espera muy llevadera, aunque ya entiendo que son gradas deportivas, no es que espere una butaca envolvente ni nada.
A todo esto Manuel intentaba ver hasta dónde llegaban mis conocimientos de The Wall, el mítico disco por el que está de gira el señor Roger Waters y comprobó que eran bastante superficiales, de modo que dejó de interrogarme enseguida.
El caso es que yo sabía y no sabía, mis conocimientos en esto, como en tantas otras cosas, son bastante aleatorios, en parte porque suelo quedarme con lo que me gusta/interesa. Sé, por ejemplo, que The Wall está muy influenciado por la Segunda Guerra Mundial, cosa que me gusta. Goodbye Blue Sky, por ejemplo, habla del Blitz. Y Vera no es otra que Vera Lynn con su canción/banda sonara de la guerra We'll Meet Again, etc., etc. Todo ello debido en gran medida a que el padre de Roger Waters murió en esa guerra. Y de ahí que luego en el intermedio el muro que ya cubría todo el escenario se llenara de fotos y pequeños textos de gente caída en combates (guerras, actos de servicio, simplemente estar allí, etc.), anónimos y no tan anónimos (Lorca o Sophie Scholl, por ejemplo), cosa que, con lo que me gustan a mí las historias personales, me pareció curiosísima.
En fin, que el concierto estuvo bien, Roger Waters, con sus sesenta y pico años está de maravilla sobre el escenario y me gustó que al final reconociese que The Wall lo había compuesto cuando era un hombre en absoluto feliz pero que ahora sí que era feliz (es un buen gesto y no le quita validez alguna al disco). Lo más espectacular de todo, claro, el montaje, las proyecciones* sobre el muro, etc. En fin, que sea una o no gran conocedora de Pink Floyd y/o The Wall el espectáculo se disfruta mucho. Mr X no sé si lo pasó bien o mal el pobre (el solo de guitarra de Comfortably Numb, canción que me gusta mucho, fue, con lo sensible que es él para los agudos, cuanto menos "notable") pero desde luego tuvo una noche movida, su primer concierto de rock. Ayer fue un día variado para nosotros, pero también para él: de buena mañana sobredosis de azúcar y por la noche sobredosis acústica. Pero bueno, lo pasamos bien.
* Compruebo que la gente es un poco cortita. Yo ya sé que en un concierto de rock, casi por definición, no se puede esperar que la gente siga las normas. Pero si la voz en off te dice que puedes hacer fotos pero que por favor sean sin flash tanto para dejar que las proyecciones sobre el muro se vean bien como para que a ti que estás haciendo la foto te salga algo más que una pared blanca (al saltar el flash la proyección desaparece) y tú pasas y haces las fotos con flash a pesar de todo demuestras que eres tonto a) porque tienes una cámara de fotos que no sabes manejar lo suficiente como para quitar el flash y/o b) porque cuando hayas llegado a casa habrás visto que tienes un montón de fotos de un muro blanco tal y como te advirtieron.
miércoles, 30 de marzo de 2011
Un día variado
Publicado por Cristina en 9:53
Etiquetas Álbum de fotos, Barcelona, Cosas de casa, Música
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¡Menudo marchón le disteis ayer a Mr. X! :)
ResponderEliminarYo con los de las cámaras de fotos he decidido dejar de indignarme... La mayoría de los flash de las cámaras compactas no iluminan más que par de metros, así que es absurdo disparar el flash cuando estás disparando a un paisaje o en un concierto, que seguro que estás más lejos que eso. Eso sin contar lo que molesta el flash al resto de la audiencia... en fin.
Sí, ayer fue un día completito :D
ResponderEliminarBah, yo tampoco me indigno, me parecen tontos simplemente por lo que tú dices, más cuando una voz en off te advierte del resultado (y en caso de que el flash no llegue a poner blanco el muro lo único que tendrás será una foto clara en primer término y oscura al fondo, no sé qué es peor). En fin.
Solo puedo hablar de lo que conozco, asiq no comento sobre el concierto.....pero sobre la prueba si. Te aseguro q yo tb fui medio flipada por lo q me habían contado y alli q estuve tan ricamente leyendome un librito y tomandome tan contenta el zumito. Eso si, reconozco q me dio un poco de subidón tanta azucar, y tenía los ojos medio raros, jeje
ResponderEliminarPues yo ni los ojos ni nada. Ya digo, un poco de risa tonta justo al principio, pero nada más reseñable.
ResponderEliminarSobre lo de la visita al médico, la gente suele ser muy dramática, sobre todo los que no tienen nunca nada más que tonterías. Yo cada vez que voy a hacerme una analítica oigo de todo mientras espero y gente que no comprendo ni cómo puede caminar después de los ochocientos males que dicen que sufren!
ResponderEliminarYo nunca he sido muy seguidora de Pink Floyd, la verdad, pero he leído que el concierto de Waters es una experiencia visual maravillosa. Lo de la gente que usa flash cuando no está permitido a mí sí que a veces llega a indignarme, porque no comprendo que la gente quebrante las normas sin lógica ninguna.
saluditos!
Conozco muy poco de Pink Floyd, pero suena bien lo que cuentas y algunas canciones que he escuchado. Qué bien!! Primera noche rockera de vuestro pequeño!!
ResponderEliminarEspero que la curva bien...
Besos!!
(idem con lo de las cámaras...mínimo sin flash)
Seguro que el bebito disfrutó muchísimo!! Aunque correis el riesgo que se acostumbre y piense que todos los días van a ser igual de ajetreados como el de ayer!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me hace gracia la nota a pie de página, jaja! Espero que las pruebas del azúcar salgan bien, repito.
ResponderEliminarAy que bueno, Enrique tambien fue al concierto, un amigo le regalo la entrada, a mi no me motiva mucho Pink Floid, pero vaya reconozco por lo que he visto, que fue impresionante.
ResponderEliminarY si, la gente es boba, me hace gracia ver un flash a quince metros... quiza sea una cuestion de fe y por eso lo hacen.
Me alegro de que la prueba no fuera muy molesta, esperemos que los resultados sean perfectos (que lo seran).
Que gracia, ayer coincidimos eh? Lo bueno del caso es que yo también llegué muy pronto y estuve tentado de subir a las Arenas, pero entonces empezó a llover. Luego también estuve casi 1 hora esperando a que empezara el concierto. Pero yo estaba en pista y por tus fotos veo que me puse en el lado opuesto. También voy a hacer una entrada donde pondré alguna foto (de las pocas que me quedaron bien) y algunos videos donde uno se puede hacer una idea de la espectacularidad del evento. Como dice Ángeles me regalaron la entrada, y fui con el benefactor. Yo le invité a una cerveza. En cuanto a lo de los flahs yo le comenté lo mismo a mi amigo, acaban de avisar y zas flashes por todos lados ¿qué no ven que las fotos quedan mal? A mí se me escapó una con el flash antes de empezar y automáticamente tuve que borrarla. Quedó absolutamente negra. Bueno, me reservo algo para mi post que si no no tendré nada que decir jaja
ResponderEliminarBesos
Uy castigada cara a la pared y escribir Floyd correctamente, ;)
ResponderEliminarSi que os cundió el día. Tengo ganas de ir a las Arenas pero me espero que pase la novedad.
ResponderEliminarSobre lo quejicas que son algunas embarazadas opini como tú, yo nno solía compartir males por que me encontraba como una rosa.
Besos
Emma
Para Manuel, por si no los conocía:
ResponderEliminarhttp://pinktones.net/
Saludos
Lillu: toda la razón con lo de no entender cómo hay gente que sigue en pie con todos esos males que dice que tiene. La gente es rara: en vez de "competir" por ver quién está mejor parece que les gusta ganar a estar peor.
ResponderEliminarSí, visualmente (y musicalmente también) el concierto es impresionante, merece la pena sólo por eso.
Yo me indigno con los flashes cuando se usan en sitios donde te piden que no los uses porque dañan las obras que haya. Pero este caso, el daño era únicamente a sí mismos y sus fotos, así que sólo pensé que eran tontos.
María: me ha hecho gracia lo de la "primera noche rockera". Una pena que al de Bon Jovi a finales de julio no lleguemos...
Mar: ya te digo, luego nos quejaremos si sale movidito. Yo pensé que al día siguiente del concierto iba a estar agotado y tranquilito, pero no, a veces es como si tomara Red Bull ;)
Elvira: muchas gracias, veremos qué tal sale.
Ángeles: gracias por lo que dices de la prueba, esperemos que los resultados den tan pocos problemas como la prueba en sí.
¡Y qué casualidad lo de Enrique en el concierto!
Enrique: ¡pero qué coincidencia! Nosotros ya ves que somos unos señoritos (léase: vagos a los que no les gustan las muchedumbres) y siempre vamos a asientos... Creo que nosotros debimos de llegar antes incluso que tú, porque cuando entramos no había caído ni una gota y de hecho Manuel se había reído de mí por ir cargada con el paraguas.
Ahora leeré tu entrada sobre el concierto.
Emma: sí, sí, espérate a que pase la novedad con Las Arenas, porque el otro día estaba llenísima. De momento, por lo que vimos, ha quedado bastante bien. Veremos si la buena pinta dura.
Anónimo: gracias, sí que los conoce. También a los australianos.
Pilar: pues yo la prueba no la calificaría siquiera de "no agradable", me pareció igual de agradable/desagradable que ir a una consulta médica. Ya supongo que depende de cada persona/momento pero los comentarios que hay por ahí son de lo más alarmistas.
Sí, Mr X creo que ya está acostumbrado a flotar en glucosa ;)