Zona 0 y capilla de St Paul

Junto a la zona 0 ahora hay un pequeño museo donde se expone lo que antes estaba en la calle a la vista de todos. Nosotros estuvimos dudando si entrar o no pero, como casi siempre, lo dejamos para así poder seguir callejeando.

Dimos una vuelta por los alrededores de la zona 0. Si no sabes lo que pasó, no es más que un sitio donde están construyendo los cimientos de una torre más, el paraíso de cualquier jubilado. Pero es inevitable recordar lo que pasó, aunque miras al hueco y no imaginas cómo debían de ser las Torres Gemelas al natural, tan grandes. Un panel enumera los nombres de los que murieron el 11 de septiembre de 2001, hay banderas y algún que otro cartel. Poco más.

Hasta la famosa cruz que tanto salió en las noticias se encuentra ahora en otro sitio cercano para evitar que salga mal parada. La encontramos un poco de casualidad cuando andábamos por una calle que luego nos dimos cuenta que era la que salía en todas las imágenes cuando las torres se caían y salía aquel montón de polvo. La cruz está hecha con vigas encontradas entre los escombros y según un cartelito de hierro que tiene soltado la "crearon" el 13 de septiembre de 2001 y fue incluso bendecida antes de que pasara un mes. Desde octubre de 2006 está en este nuevo sitio, aunque dice que "volverá" al museo del World Trade Center. A pesar de todo creo que la cruz, fuera de su sitio y pasando casi percibida detrás de una valla, impacta más que todo el hueco de la zona 0 ahora que está en construcción.

También al lado de la zona 0 está la pequeña capilla de St Paul. La capilla es de esos edificios con historia que no se quedan anclados en el pasado, como reliquias. Y eso que esta capilla tiene el honor de ser el edificio público en uso (continuado) más antiguo de Manhattan; se terminó de construir en 1766. El mismo George Washington tenía banco propio en ella, pero no sólo era su iglesia favorita, sino que había mucha más gente que compartía su gusto. Por eso, cuando en 1776 se produjo un gran incendio en Nueva York (que terminó quemando una cuarta parte de la ciudad), los vecinos organizaron turnos para constantemente ir a cargar cubos de agua al río Hudson y descargarlos sobre la capilla y alrededores y evitar así que se quemara. Muchas de las tumbas que rodean la capilla (vayamos donde vayamos siempre terminamos "pisando" tumbas) son de víctimas del fuego.

Y luego, claro, en 2001, estando a un tiro de piedra de las Torres Gemelas, no resultó nada dañada, pero sí que acogió y alimentó a mucha gente, muchos bomberos, muchos policías, etc. gracias a muchos voluntarios que se pusieron manos a la obra a ayudar como bien pudieran.

Me encantó la historia de esta pequeña capilla, que se las arregla para no quedar oculta y ahogada por los altísimo edificios de oficinas que la rodean, y cuyo jardincito, cuajado de tumbas y bancos, resulta de lo más acogedor.