sábado, 23 de febrero de 2008

Jornada de reflexión (sobre los Oscar®)

Pues sí, ayer fue día de "playita", aunque al final me quedé fuera de ella porque había una excursión de niños pequeños y una gente jugando al volley playa y no quise estorbar a nadie. Así que me senté en un poyete y estuve mirando y leyendo a ratos, y también ojeando unos libros muy chulos que había comprado por el camino (Resumen de urbanidad para las niñas, de 1920 (facsímil), que me costó mucho elegir porque todos los de la colección me gustaban mucho, y ¿Quieres un cuento? Pues allá va un ciento, de 1897 (también facsímil), chulísimos y divertidísimos ambos) . Hacía un día buenísimo para estar allí sentada al solecillo.

Para comer, ya con Manuel, repetimos el mismo sitio de hace algunas semanas. Se llama Buenas Migas y la comida - italiana - está riquísima. La focaccia de brie y puerro es para chuparse los dedos, por no hablar del postre: salami dulce y yogur. El salami dulce son unas rodajas de una especie galleta de chocolate con trocitos de galletas normales que le dan un aspecto, pues eso, de salami.

Y con el estómago lleno nos fuimos al cine a ver No Country for Old Men (No es país para viejos). No miento si digo que no tenía muchas ganas de verla. Estoy harta de ver las mismas imágenes de Bardem cada vez que hablan de ella, con ese pelo y esa cara. Pero la película me gustó más de lo que imaginaba y salí encantada con la actuación de Tommy Lee Jones. Bardem me parece un pasmarote, lo que el papel pide, sí, pero nada del otro mundo.

Así que hoy toca hacer la quiniela de los Oscar®, aunque no hayamos visto algunas de las nominadas.

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