Todos los días con la cámara a cuestas. No me importa porque es pequeñita y no ocupa ni pesa mucho. Lo que me molesta es que desde el día 6 de enero siempre había un factor o combinación de factores que me impedían probarla "al aire libre": si hacía buen día yo andaba por un sitio poco pintoresco y si la desenfundaba era únicamente para probarla por probarla, no porque las fotos fueran a decir gran cosa salvo por los impresionantes colores. Si andaba por algún sitio un poco más fotogénico siempre llovía y/o iba cargada con lo cual pasaba de aventurarme a hacer malabares con las bolsas, el bolso, la funda de la cámara y/o el paraguas para hacer fotos en un día gris. Y así iban pasando los días hasta que el martes - día soleado - decidí bajarme del metro en el centro a pesar de no tener nada que hacer allí, ir moderadamente cargada y tener un poco de prisa. Pero ya no aguantaba más y el sol de la superficie era muy tentador.
Lo que sigue pasando con la cámara nueva es que se me va la espontaneidad en favor de probar esto y lo otro. Probé el zoom con los edificios y el mobiliario urbano y me quedé impresionada, probé tal cosa o tal otra, a ver cómo se captan estos colores, ese movimiento, esa luz, etc. Que no está nada mal, pero que no me deja muchas fotos para el blog puesto que son pruebas que no dicen gran cosa salvo a mí.
Pero hubo una prueba de color que sí se merece su entrada tamaño poster: es la de estas flores al lado del edificio de la Universidad. Son amarillas, así que eso fue lo primero que me llamó la atención (tengo debilidad por las flores amarillas), pero luego vistas de cerca (con el zoom, claro) me hicieron mucha gracia y, como no sé el nombre científico (ah, si Carlos Linneo me hubiera conocido), las bauticé como flores Fraggle Rock*.
Quizá Elvira pueda darnos el nombre real.
*No recuerdo cosas concretas, pero tengo la sensación, así en general, de que hoy Fraggle Rock habría sido muy diferente, muy políticamente correcto y todo eso.
Aaaahhh! ¡Qué monas! Pero me da mucha rabia no saber de qué flor se trata. :(
ResponderEliminarA ver si esta tarde miro un libro de jardinería y las encuentro. Con las pocas plantas que florecen en enero debería ser más fácil encontrarlas, pero no me suena haberlas visto en mis libros.
Preciosas las fotos!! Tienes una cámara increible, Cristina. Ya veo que vas haciendo fotos a flores...¿con ganas de que llegue la primavera?
ResponderEliminarMil besos y buen fin de semana.
Me encanta la asociación botánica con Fraggel Rock, es muy adecuada. Y seguro que si crearan la serie en la actualidad no tendría nada que ver, sólo con pensar en la canción inicial me vienen a la mente los trabajadores diminutos a los que siempres les destruían las construcciones...
ResponderEliminar"Vamos a jugar, tus problemas déjalos, para disfrutar, ven a Fraggle Rock" jajajaja! Tienen el mismo pelito que ellos!
ResponderEliminarElvira: oh, qué pena. Yo no las había visto nunca pero no me podía imaginar que serían tan raras que incluso tú no las conocerías. Si son una especie desconocida yo propongo de lo flores Fraggle Rock o, si se quiere, flores fragglis rockis o algo así ;)
ResponderEliminarSi las vieras por ahí ya me dirás el nombre de verdad.
María: gracias. La verdad es que no tengo muchas ganas, que luego la primavera y el calor van de la mano ;)
Iris: sí, los curris y la actitud de los Fraggle hacia ellos serían totalmente diferentes. ¿Y qué me dices de cuando el Goris (?) hijo tiera a Gobo al aire? Uff :D
Guacimara: ¿a que sí? A mí la foto, si la miro rápido, me parece un grupo de Fraggles que viene corriendo. Además creo recordar que aunque los curris eran mis preferidos (!) mi Fraggle favorito era Dudo, el amarillo verdoso, lo que hace que la asociación sea mayor.
Sí, me gustaba mucho Fraggle Rock, jajaja :D