lunes, 16 de noviembre de 2009

Galletas de canela y pepitas de chocolate

También conocidas desde el sábado como "las mejores galletas del mundo". Y esas pocas palabras entre comillas son un buen resumen de esta entrada. No es que se me hayan subido los humos a la cabeza, puesto que nuestro mérito es únicamente el de seguir los pasos del libro de las galletas. El mérito es de quien haya inventado la receta. Sea quien sea se merece un pequeño altar en la cocina. (Y si alguien quiere la receta para comprobar que no exagero que me la pida).

Cuando las marqué como posibilidad para el sábado y se las propuse a Manuel puso la cara que pone cuando le sugiero algo de canela, porque la canela es algo que no le gusta en la teoría pero sí en la práctica. Cuando se entera de que algo lleva canela tuerce el gesto, pero luego se come con gusto las torrijas o el rollito de canela o lo que sea. Menos mal que ya me lo he aprendido y me remito a la práctica para convencerlo.

Dicho esto, y con las ganas que tengo de probar el 95% de las 100 recetas del libro, las galletas me estresan mucho. Hacer la masa y eso lo llevo normal, pero cuando llega el momento de darles forma con el tamaño correcto (ni tan grandes que se queden medio crudas y sean un rollo de comer ni tan pequeñas que se quemen al cabo de un minuto en el horno) y después ponerme a ver telehorno como quien ve una película de esas de tensión en las que apenas puedes respirar es un estrés (¿habré dejado poco espacio entre ellas y terminarán formando una megagalleta única? ¿se quemarán?). Con estas, que por algo son "las mejores galletas del mundo" tuvimos una suerte enorme: el tamaño pareció ser el ideal y controlé bien - con alto grado de nerviosismo y mucho mirar y remirar el reloj - el tiempo de horneado, que para compensar estaba amenizado por un olor celestial. Terminé por tomarme la justicia por la mano y sacar las dos tandas que nos salieron (en total 39 galletas) al cabo de 10 minutos en lugar de los 12-15 que decía la receta. Qué gran decisión.

Otra pequeña libertad que nos tomamos con la receta se debió a la necesidad pura y dura. Resulta que uno de los ingredientes era "extracto de naranja". Y no tenemos, tenemos de vainilla y de almendra amarga parisina, pero de naranja, no. Me suena ligeramente haberlo visto en algún sitio pero como no tenía intención ni de remover cielo y tierra para comprarlo ni de iniciar una colección de extractos, utilizamos "extracto a la vieja usanza". Me saqué de la manga, para arqueamiento de ceja de Manuel, que un poco de ralladura de naranja y un par de cucharaditas de zumo serían igual de efectivas. Manuel no estaba muy convencido pero ante la falta de extracto no tuvo más remedio que fiarse de mí y mis apaños.

Bastó ver su cara y oírle decir lo buenas que estaban al primer mordisco esa misma noche un poco antes de Mad Men para comprobar 1) que la canela sigue sin gustarle sólo en la teoría, no en la práctica y 2) que mi apaño no sé cómo estará en comparación con la receta original y el extracto, pero había sido perfecto. Cara y palabras aparte, enseguida me abalancé sobre el plato para comprobarlo todo por mí misma. Y fue ahí cuando me pronuncié con mano firme: "las mejores galletas del mundo", sobre todo por el sabor pero también por lo bien que se nos habían dado.

Y además perfectas para el tiempo otoñal (aunque últimamente hayamos tenido una miniregresión al calorcillo) con el toque de naranja y de canela.

Eso sí, pensábamos que durarían más pero entre que no son demasiado pesadas y, sobre todo, lo deliciosas que están, salen volando de la caja de galletas a un ritmo frenético. ¡Pero y lo mucho que se disfruta cada mordisco! Parece que exagero y me he vuelto loca, pero aseguro que no. El caso es que no me atrevo a contar cuántas quedan de las 39 iniciales. No tanto por vergüenza a confesar lo glotones que somos - que eso ya se sabe de sobra - sino por pena de que se tengan que acabar.

Y de galleta en galleta llegamos a la noche del domingo, amenizada por Red Salute (estrenada aquí como El soldadito del amor, increíble pero cierto), con una Barbara Stanwyck de tendencias comunistas, un soldado (el del amor, supongo, según el título español) de discurso patriótico y anticomunista y un señor que no para de desear - en el año 1935 - que ojalá llegue otra guerra. Viendo a su mujer el deseo es comprensible, pero echando la vista atrás parece una parte del guión muy desafortunada.

Editado para añadir la receta:

Ingredientes:

- 225 grs de mantequilla blanda
- 140 grs de azúcar glas
- 1 yema de huevo batida ligeramente
- 2 cucharaditas de extracto de naranja (yo puse 2 cucharaditas de zumo y ralladura de un poco menos de media naranja)
- 280 grs de harina
- 100 grs de pepitas de chocolate
- sal


Para la cobertura de canela:

- 1 1/2 cucharadas de azúcar glas
- 1 1/2 cucharadas de canela molida

Preparación:

Precalentar el horno a 190º y forrar una bandeja de horno con papel para hornear.

Poner la mantequilla blanda y el azúcar en un bol y mezclarlos bien. Después, incorporar la yema y el extracto de naranja (o alternativo) mientras se va batiendo. Tamizar la harina y una pizca de sal sobre la mezcla. Añadir las pepitas de chocolate y remover todo hasta que no queden grumos.

Para preparar la cobertura de canela: mezclar el azúcar glas con la canela en un plato llano. Con una cuchara, tomar porciones de la masa y formar bolas. Después, pasar las bolas por la mezcla de canela hasta que queden recubiertas, pero no excesivamente. A continuación, colocarlas en la bandeja preparada para hornear dejando un poco de distancia entre ellas.

Hornear entre 12 y 15 minutos (a mí me bastó con 10). Una vez fuera del horno, dejarlas de 5 a 10 minutos en la bandeja para que se enfríen y, con la ayuda de una espátula, colocarlas sobre una rejilla hasta que estén totalmente frías.

(Hornear segunda tanda si la hubiera).

13 comentarios:

  1. ¡Qué buena pinta! ¿Sabes si podrían ser sin pepitas de chocolate, sólo de canela? En ese caso, yo quiero la receta ;-)
    Saludos,
    Tanakil.

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  2. Segurísimo que están más ricas con la ralladura de piel de naranja y el zumo que con el estracto. Yo soy de las que no les gusta la canela de verdad. Una pizquita no me importa, hasta me puede gustar, pero cuando algo sabe mucho no lo soporto. Una vez me compré un helado de leche merengada que estaba cubierto de polvitos de canela, y lo tiré, algo increíble teniendo en cuenta lo que me gustan los helados. Pero igual al probar tus galletas cambiaba de opinión para siempre. :-)

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  3. EXtracto!!! ¡Qué rabia me dan las faltas! :(

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  4. Hola,
    muy buena pinta sí que tienen. Yo intenté este fin de semana hacer un pudin con mi hija mayor pero lo saqué antes de tiempo del horno y se bajó tanto que luego parecía una tortilla chunga. Pero bueno, la práctica hace al cocinero no?

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  5. ¿Y de qué libro provienen estas maravillosas galletas?

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  6. Jo Cristina, menuda cocinera estás hecha! Qué buena pinta tienen!

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  7. Tanakil: pues hombre, yo creo que poderse sí se puede, al fin y al cabo el chocolate no es el sabor que más predomina. ¿No te gusta el chocolate?

    En cualquier caso como puedes ver he editado la entrada para añadir la receta.

    Elvira: Pues entonces yo creo que no te entusiasmarían estas galletas. Yo diría que no saben mucho a canela, pero es que a mí la canela me gusta y quizá no la noto tanto como alguien a quien no le gusta. Yo creo que te pasaría con ellas lo que te pasó con el helado :(

    Y yo no entiendo qué pasa en los comentarios y el hecho de que en ellos siempre se escriba fatal (hablo por mí). Yo no sé si es que se escriben muy rápido y se repasan más rápido aun pero siempre queda algo mal escrito. Un desastre, sobre todo con eso de que no se puedan editar después.

    Amelia: nosotros nunca lo hemos intentado con un pudding y por lo que sé creo que nos pasaría lo mismo que a vosotras. Si hacer galletas me parece estresante, no quiero ni pensar qué me pasaría con un pudding ;) Pero bueno, si de sabor os quedó rico...

    Iris: un libro chulísimo que me regalaron mis padres por mi cumpleaños y que ahora me doy cuenta de que elleva estas mismas galletas en la portada :D

    Con las manos en la masa... 100 galletas.
    Autora: Linda Doeser
    Editorial: Parragon.
    ISBN: 978-1-4075-5694-9

    Échale un ojo, que trae un montón de recetas que merecen mucho la pena.

    Starlight: bueno, que conste que el mérito es de la receta y que no las hice yo sola, sino a medias con Manuel ;) Pero sí, quedaron de maravilla.

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  8. Me muero de hambre. Voy a desayunar. :-)

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  9. ¡Haces bien! A mí la caja de galletas y su cada vez más escaso contenido me está tentando muchísimo...

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  10. Gracias por la receta. Justo ahora venía a quí a pedirtela.

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  11. Cristina,
    Gracias por la receta :-) Me gusta el chocolate con leche (el puro no lo soporto) mezclado con algo tipo galleta o pan... No soy muy de chocolate la verdad. Sólo alguna cosa tipo Kit Kat, twix y cosas de esas. En la repostería prefiero la nata o la crema.
    Saludos,
    Tanakil.

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  12. Prima de Audrey: de nada. Espero que te animes a hacerlas y las disfrutes.

    Tanakil: yo antes era como tú con el chocolate negro, pero ahora me va gustando más, aunque con leche y el balnco me siguen gustando muchísimo. Yo no le hago ascos a nada, porque también me encantan las chocolatinas que menciones y más ;) Yo en bollos y eso prefiero la crema, pero el chocolate la sigue de cerca.

    Starlight: de nada. Si las haces ya verás qué ricas.

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