Unos días antes de que la emitieran, me enteré de que la BBC Four iba a emitir un pequeño biopic sobre Enid Blyton protagonizado por Helena Bonham-Carter (y con Matthew Macfadyen en papel secundario) y como tenía buena pinta le propuse a Manuel verlo el viernes, propuesta que fue aceptada.
Así estaban las cosas cuando llegó la tercera cosa que había comprado con el disco de Bon Jovi: la recién sacada a la venta Cumbres borrascosas 1967 (en blanco y negro y con una pinta... eeeh... bastante espeluznante).
Así que ahí estaba Enid, en una sola entrega con buena pinta y ahí estaba Cumbres borrascosas con pinta bastante peculiar y en tres episodios. Yo alegaba que Enid había ocupado antes el puesto y Manuel alegaba que las Brontë están por encima de todo (no sin razón). El viernes hubo un tiempo en el que, salomónicos que somos a veces, habíamos decidido ver Enid y después el primer episodio de Cumbres borrascosas 1967. Así estaban las cosas hasta que Amanece, que no es poco (por infinita vez para Manuel y primera para mí) nos absorbió, nos hizo pasar un rato con muchas carcajadas por minuto y terminó con las decisiones salomónicas. Y como quien no quiere la cosa nos decantamos por Enid.
Más preámbulos aún antes de hablar del biopic en sí. Resulta que ni Manuel ni yo leímos muchos libros de Enid Blyton de pequeños. Manuel cree recordar vagamente que alguno leyó y sabe a ciencia cierta que vio la serie de televisión. Y yo sé que en casa de mi tía había muchos libros de los Cinco y demás series de Enid Blyton (las torres de Malory, etc.) pero yo es que no fui una niña de mucho leer (leía, sí, Barco de vapor, Fray Perico, Cuando Tina berrea, Querida Susi Querido Paul... pero hasta cierta edad y los libros de Gran Angular y Maria Gripe no comienzan mis verdaderos recuerdos de lecturas; no fui de esa gente que devoraba libros ya desde pequeña, yo tenía otras aficiones como - y no entraré en más detalles - jugar con bolsas de plástico en el pasillo, ejem) así que recuerdo que alguno efectivamente pasó por mis manos pero poco más.
Y aún un preámbulo más. Ahora tendemos a idealizar este tipo de libros, como libros inocentes e inocuos, libros que hacían bien a los niños, los entretenían, les dejaban desarrollar la imaginación, etc. Pero no siempre fue así. En el libro de Susan Hill, ella comentaba la cantidad de padres que, en su día, prohibían a sus hijos leer libros de Enid Blyton: los consideraban pasados de tuerca y pensaban que fomentaban que sus hijos se volvieran unos salvajes. Así que la reacción instintiva hacia juegos y pasatiempos actuales como venidos a menos puede que sea más generacional que real. Comentando esto el otro día con una de mis primas por teléfono me decía que a mi tía no le hacía ninguna gracia que sus hijas mayores vieran la serie de Pippi Calzaslargas, entonces recién estrenada. ¡Y ahora cuánta gente no desearía que sus hijos vean Pippi!
El caso es que llegábamos a la serie con los conocimientos más básicos de la obra de Enid Blyton y con ningún conocimiento en absoluto sobre la autora en sí. Esto último es bueno y es malo. Bueno porque me creía a pies juntillas el personaje que interpretaba de maravilla Helena Bonham-Carter y malo por eso mismo, porque no tengo con qué contrastar la información. Claro que visto lo visto sus hijas - con sólo un año de diferencia entre ellas - tampoco se ponían de acuerdo.
Así que aviso: si alguien adora a Enid Blyton y sus libros y lo de distanciar al autor de su obra no se le da bien es mejor que no vea Enid ni lea nada sobre ella. Porque tal y como se la representa en la película y como la recordaba su hija pequeña, era una mujer egoísta que vivía únicamente para sus libros y que no hacía el más mínimo caso a sus propias hijas mientras que leía con todo el cariño del mundo las cartas de sus jóvenes lectores y organizaba picnics en el salón de su casa con ellos, de los que sus propias hijas quedaban excluídas. Mientras los niños afirmaban desear que Enid fuera su madre, las niñas deseaban que cualquiera menos Enid fuera su madre. Pasaba de ellas, las dejaba en manos de la niñera, se enfadaba con ellas por minucias y daba preferencia a prácticamente cualquier cosa antes que a ellas.
La visión de la hija mayor - que no es la de la serie, probablemente porque la hija mayor ya murió - es un poco más amable. Desconozco si el trato a su primer marido tal y como se cuenta en la película y que va de mal en peor es fidedigno a la realidad.
Quizá si hubiéramos tenido más apego a sus libros nos habría dado por defenderla a toda costa, quizá la serie espera una respuesta así. Pero como no teníamos demasiados lazos con ella nos cayó mal y punto, con un pequeño resquicio de, no comprensión exactamente, ¿apreciación? por la devoción a su obra y a sus lectores. ¿Qué pesa más en la balanza: los grandes ratos que ha hecho pasar a millones de niños con sus cientos de millones de libros vendidos o los malos ratos que les hizo pasar a sus propias hijas y a su propia familia?
La serie la encontré muy bien ambientada y capaz de contar una vida tan prolífica en hora y media. A veces, es cierto, de forma un poco precipitada y los años pasan como segundos pero la ambientación y los personajes consiguen que no te pierdas la cronología.
martes, 24 de noviembre de 2009
Noche de viernes: Enid
Publicado por Cristina en 8:42
Etiquetas Cine, Cosas de casa, Libros, TV
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Ésta debe ser la única película en la que Helena va peinada como dios manda!!
ResponderEliminarQué curiosa la relación con las hijas, se hace raro que una mujer que escribe para niños, se despreocupe de sus propios hijos.
Pd: Esta tarde tengo que ir a Barcelona y me muero de ganas de parar un ratito en el Starbucks, mmmmm!!!
Un abrazo
Yo sí leí muchísimos libros de Enid Blyton, me encantaban y no eran peligrosos, jajaja! Ahora resultará que si lees de niño un cuento de hadas en el que los personajes vuelan es peligroso porque los niños se lanzarán por la ventana después de leerlo. Me parece un poco exagerado decir eso.
ResponderEliminarPero como no soy mitómana, no me altera que se critique a su autora. Yo sí había leído las versiones de sus dos hijas, muy distintas, desde luego, y seguro que como dices ha predominado la versión de la que aún vive.
Nos encantaría que los escritores o artistas que admiramos hubieran sido personas intachables, pero muchas veces no fue así, y eso no disminuye su obra, aunque saberlo nos decepcione, lógicamente.
Mar: me ha encantado el comentario sobre el peinado de Helena B-C :D
ResponderEliminar¡Qué suerte! Que lo pases bien por estas tierras y que disfrutes de tu rato en el Starbucks.
Elvira: tienes toda la razón, es que ahora a los niños parece que sólo se les puede contar cuentos hiperrealistas. Parece que en vez de niños fueran un poco tontos.
A mí sí que me cuesta un poco reconciliar una buena obra con un autor que no está a la altura. Ya sé que es una visión un poco "¡Hola!" (la revista) de las cosas, pero qué le vamos a hacer. Tampoco soy una integrista y me niego a tener nada que ver con la obra, simplemente me cuesta. Y también depende del grado de "no perfección del autor", claro.
Por mi parte, aunque las Brontë no fueron perfectas, no me puedo quejar mucho, me lo ponen fácil a la hora de no separar del todo vida y obra. Y lo que tenían de imperfectos los hace aun más interesantes.
"Los cinco frente a la aventura" llenaron muchas horas de verano. Eran fantásticos!! (al menos para mí), pero es cierto lo que dices con respecto al "peligro" de ciertos programas. A mí de pequeña no me dejaban ver Pipi, porque la amenaza de volar estaba siempre impliciata (¿¿??!!!) En fin...otros tiempos....como bien dices, hoy desearíamos que los niños vieran más Pipi y menos Sin Chan (me refiero a los niños, claro).
ResponderEliminarLástima la vida de Enid...si es como la hija lo recuerda, fue tremendo. En mi caso, me gusta pensar que quien escribe, vive en coherencia...pero claro, no siempre ocurre.
Me encanta "Amanece que no es poco" y la vi el viernes un rato!!! Es de esas películas absurdas, que dicen más de lo que parece, verdad???
Bsss
Me ha hecho gracia, María, que tú tampoco pudieras ver Pippi a tus anchas :D Supongo que dentro de unos años habrá padres que desearían que sus hijos vieran Sin Chan en lugar de lo que sea que vean los niños entonces ;) Así son las cosas.
ResponderEliminarAmanece, que no es poco me gustó muchísimo. Y sí, sí que dice más de lo que aparenta.
Es muy probable que la versión que sobreviviera fuera de la hija menor ya que además de estar viva es la más interesante, porque si la madre fuera todo amor no tendría gracia contar su historia. Me encantaría ver la serie, en especial por los actores, espero tener tiempo para bajarla pronto!
ResponderEliminarPues yo era super fan de Enid Blyton y engullía la serie de Torres de Malory y todo, con tal de leer las descripciones que hacía de los emparedados de pepino con crema de no recuerdo qué...
ResponderEliminarEnid forever.
Sí, por supuesto depende del grado. Y a mí también "me chafa" saber según qué, pero creo que puedo seguir admirando un buen cuadro, por ejemplo, aunque sepa que el tipo que lo pintó era desagradable en algunos aspectos de su vida.
ResponderEliminarPues yo sí que leí bastantes Enid Blyton cuando era pequeña porque eran muy fáciles y repetitivos, lo que también ayudó a que luego me cansara de ellos.
ResponderEliminarComo mi campo de trabajo y estudio es la literatura infantil me interesa muchísimo ver esta miniserie y siendo de la BBC me da bastante confianza. Cristina, ¿cómo podría ver yo esta miniserie?
Vaya recuerdos, Torres de Malory: qué ganas tenía yo de que me mandasen a un internado en Inglaterra para jugar a lacrosse y beber cerveza de jengibre. Así se siembran las semillas de la anglofilia :-).
ResponderEliminarPues yo tambien devore libros de esta señora, me encantaban, pero tampoco había mucho que escoger, recuerdo que pasada la adolescencia lei que en realidad en su pais era considerada pelin racista y que en realidad era un poco desagradable, me quede un poco a cuadros, yo tambien tiendo a idealizar a las personas que admiro, no puedo evitarlo.
ResponderEliminarPor cierto, en mi primer viaje a Londres
vi a doña Helena entrando en el metro, me sorprendio lo bajita que era y la cara de mala de milk que tenia ... jajaja eso si, es guapa. un saludo.
Angeles
La verdad es que ha sido un chasco el enterarme de como era Enid en realidad, como ya sabes, he leido muchos de sus libros pero nunca tuve curiosidad de indagar sobre su vida... y de que forma me enterado...
ResponderEliminarUn saludo!
Lizzy: bueno, por lo que he leído la hija mayor tampoco consideraba que su madre fuera perfecta, simplemente suavizaba un poco las cosas. La película desde luego se deja ver muy bien, te gustará.
ResponderEliminarInsonrible: los "emparedados de pepino" están riquísimos ;) Yo de las Torres de Malory creo que puedo decir con seguridad que no leí ninguno. De Los cinco recuerdo algo a duras penas, pero de las Torres... nada de nada.
Elvira: a mí me cuesta un poco, pero supongo que si el cuadro lo que sea es bueno tarde o temprano - sobre todo cuando más se aleje uno de la época en que vivió el autor - terminará siendo más fácil. Es un tema complicado.
Iris: pues me temo que para verla tendrás que sacar la bandera de los huesos y la calavera. Que yo sepa está en un sitio de torrents un poco exclusivo (por no decir odioso) llamado The Box. Si te interesa mucho y no la encuentras, dímelo y vemos qué se puede hacer.
Miss Froy: mis semillas llegaron por otras vías, me temo. Es curioso la institución que son los internados británicos en las grandes novelas para niños, últimamente con Harry Potter. Pero creo que las historias de internados reales no son tan agradables.
Ángeles: yo soy muy cotilla en ese aspecto y en cuanto me gusta un autor me voy a la wikipedia o a cualquier sitio a saber más de él. Ya lo decía más arribas, una visión "¡Hola!" de la literatura, pero no lo puedo remediar. Y seguro que mucho más interesante que la vida de cualquier famosete de los que salen en la revista de verdad ;)
¡Me he reído con lo de tu "encuentro" con Helena! No sé de dónde lo había sacado pero sabía que era bajita.
Starlight: ya, yo mientras la veíamos pensaba en toda la gente que adorase sus libros de pequeños y ahora se encontrase con esta mujer desgradable, pero entregada a su obra. Una sensación extraña, supongo. Pero bueno, que era una escritora, no una santa.
Yo sí leí de chica todos sus libros (creo que no me faltó ninguno) y empecé a amar a Inglaterra por ella.......qué chasco saber ahora cómo era realmente su vida! Yo también deseaba vivir aventuras como las de los 5 o ir a un internado como Torres de Mallory....Ahora a la distancia sé que los internados no son tan lindos como ella los pinta! Nunca se me había ocurrido indagar sobre su vida. Supongo que los libros me gustaban tanto que pensaba que era una santa......En fin, era simplemente un ser humano. Saludos!
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