Ya comenté cuando leí el libro que la adaptación cinematográfica de A Tree Grows in Brooklyn (Un árbol crece en Brooklyn) se había llamado Lazos humanos. El libro fue un éxito de ventas y Elia Kazan, amigo de la autora Betty Smith, decidió estrenarse en el mundo del cine con esta película.
Cambio ligeramente de tema para comentar lo cómodo que es que lo elegido para ver en noche de viernes conste de varios episodios, como Emma estas últimas cuatro semanas. A veces estamos más inspirados y decidir qué ver no nos supone ningún problema, pero hay otras semanas que la búsqueda de programación es como una pequeña losa al cuello. La semana pasada empezó así, con distintas posibilidades pero ningún claro favorito, las desterradas de siempre que Manuel insiste en que hay que ver algún día y las por ver de siempre sobre libros que yo he leído pero que no tienen ningún aliciente para Manuel (y si lo tuvieran para mí ya las habría visto). Y de repente un día hubo telepatía, y no miento ni exagero: la misma tarde habíamos hecho la misma búsqueda y habíamos dado con la misma película que queríamos ver: A Tree Grows in Brooklyn (Lazos humanos) . Así, sin aviso ni comentarios previos. Casualidad que ahora utilizo para intentar convencer a Manuel de que el momento telepático de Jane Eyre es creíble (Charlotte le dijo a Elizabeth Gaskell que no era inventado, que algo así había pasado de verdad).
Y encantados de la vida con nuestra decisión telepática nos sentamos el viernes a verla en las mismas condiciones variables de esta época del año: primero un rico helado de la nueva frutería/heladería (no paro de hablar de ella aquí por unas cosas o por otras desde que la abrieron) y después unas castañitas asadas de, oh sorpresa, la nueva frutería/heladería.
Fue un éxito de comunicación telepática porque nos gustó mucho. Como adaptación no tiene desperdicio, es de esas tan buenas en las que la transición libro-película es indolora, el sueño de un purista, pero que también funciona para los que no quieren fotocopias del libro (el guión estuvo nominado al Oscar y de hecho el actor que hace de Johnny Nolan se llevó el Oscar). Eso sí, incluso siendo bastante larga (más de dos horas), acaba un poco antes que el libro, no diré en qué punto para no destripar ni el libro ni la película.
De hecho es de esas en las que poco puedo comentar mientras la vemos ni después por aquí: no hay actores a los que criticar ni guionista al que poner verde ni cambios inexplicables de los que reírse. Y que conste que lo prefiero así.
Antes mencionaba Jane Eyre y curiosamente la niña que hace de Francie es Peggy Ann Garner, que había interpretado a Jane Eyre de niña en la adaptación de 1944, es decir, sólo un año antes de rodar esta.
Una de las mejores cosas de la película para mi gusto es lo bien recreado que - me imagino, obviamente no lo sé a ciencia cierta - está recreado el Brooklyn de la época: ruidoso, lleno de gente por la calle, con niños corriendo, jugando, la escalera del edificio donde viven los Nolan siempre a rebosar de gente deseando cotillear. Y en mitad de eso el día a día de los Nolan y Johnny cantando las canciones para los pobres que en el libro no sabíamos que música poner a la mayoría y Francie con su ambición de leer todos los libros del mundo.
En fin, que la incluyo en mi selección particular de películas que deberían ver todos los adaptadores en potencia. ¡Y que tomen apuntes!
martes, 10 de noviembre de 2009
Noche de viernes: A Tree Grows in Brooklyn (Lazos humanos)
Publicado por Cristina en 8:44
Etiquetas Cine, Cosas de casa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Suena estupenda. Como yo todavía no sé bajarme películas (estoy en la prehistoria, ¿verdad?) me resigno a no verla, al menos hasta que me decida a aprender.
ResponderEliminarY lo de la telepatía a veces ocurre de verdad. A mí me ha pasado algunas veces, y a dos personas muy cercanas les pasó de una forma muy espectacular.
Elvira: esta no era bajada, era vista directamente en YouTube (no pongo enlaces porque a veces dicen que si se enlazan se las suprimen antes, no sé), en inglés sin subtítulos, eso sí. Pero eso para ti no es problema ;)
ResponderEliminarMe la pido ya!! En libro me pareció maravillosos, un relajante masaje para mi - entonces- maltrecho espíritu...
ResponderEliminarEste libro lo tengo pendiente, está en mi habitación diciendome, cojeme pero nada... hay demasiados libros y poco tiempo. El brownie te ha quedado espectacular, con pistachos esta tambien muy rico, si te gustan claro.
ResponderEliminarAngeles
El libro me gustó mucho pero no me decido a ver la película. Eso sí, yo sí que necesitaré subtítulos como mínimo, mi inglés no es tan bueno :(
ResponderEliminarTengo el libro en espera...desde hace tiempo. Anoto peli para verla más adelante.
ResponderEliminarSamedimanche: efectivamente, el libro es una joya, un bálsamo. Sin ser igual, claro, la película es una buena aproximación.
ResponderEliminarÁngeles: haz caso al libro, mujer, que te dice que lo cojas con toda la razón del mundo. Verás cómo luego, como me pasa a mí cuando voy dejando algún libro que luego me gusta mucho, te arrepientes de no haberlo leído antes.
A Manuel le entusiasman los pistachos y ayer por la noche cuando vio tu comentario se le hizo la boca agua. Creo que tarde o temprano lo probaremos. Gracias.
LittleEmily: puede que por otros sitios la encuentras con subtítulos o incluso doblada, pero si has leído el libro yo creo que podrías seguirla fácilmente en inglés. Prueba...
María: Te digo lo mismo que a Ángeles y añado, además, que es un libro perfecto para esta época del año, ideal para manta, té, velitas y ambiente reconfortante.