miércoles, 11 de noviembre de 2009

El día 11 del mes 11 a la hora 11...

Este año cambio de foto, aunque ya no sea mía, para conmemorar el Poppy Day, que la otra ya la he usado dos años seguidos.

Me ha gustado este año, pese a lo duro que fue leer Little Boy Lost, lo de conmemorar el día del armisticio de la Primera Guerra Mundial - y en realidad el de todas las demás guerras - con lecturas relacionadas, aunque ambas en mi caso fueran de la Segunda Guerra Mundial.

Ya he comentado muchas veces que a mí lo que me interesa de la Segunda Guerra Mundial no es lo que aparece en los libros de historia. De hecho, como le contaba a Ángeles hace unos días, antes de la Selectividad confiaba en que no preguntaran por ella en el examen de Historia porque era lo que peor llevaba. Incluso a día de hoy, a pesar de que la mayoría de cosas que leo suelen incluir notas, aclaraciones o cronologías sobre la guerra, yo sigo teniendo graves problemas y si me preguntasen estaría sólo ligeramente más capacitada para responder a la pregunta. Mi cabeza sigue siendo antiadherente cuando se trata de retener por suficiente tiempo los movimientos de los Aliados y los alemanes.

En cambio si me preguntaran poco el racionamiento en Inglaterra, el Blitz, las diferencias entre los refugios Morrison y Anderson, los V1 y los V2, los barrage balloons (globos cautivos, por lo visto), las campañas de propaganda y el frente doméstico en general saldría mucho mejor parada.

Me parece mucho más interesante a la larga. Sí, de la guerra se puede extraer tal conclusión, pero del hecho de que una persona (llámese Vere Hodgson, llámese Nella Last (lectura actual), llámese como se llame) se tope con un montón de dificultades, tenga un montón de obstáculos cotidianos en su camino y sea capaz de seguir adelante y, además, tomárselo con humor, me parece muy valioso, aunque sólo sea porque es mucho más fácil identificarse con ella, ponerse en su lugar. Inspira más y la forma de vida, sin ser obviamente idéntica es muy parecida a la nuestra, mucho más que la forma de vida de la Primera Guerra Mundial.

Estos días andaba rebuscando una cita de alguno de los diarios que llevo leídos que pudiera ser apropiada para hoy. Y las que encontraba nunca me convencían del todo, sobre todo porque se perdía el contexto. Ayer, de la forma más inesperada me encontré con la frase más adecuada y que mejor refleja el sentimiento de los diarios que he leído a pesar de que es una frase que no nada tiene que ver con la guerra ni nada parecido. En los diarios suele haber cierta euforia, sí, pero en general la tendencia general suele ir más en esta dirección.

[Love] is not a victory march, it's a cold and it's a broken hallelujah.
... no es un desfile de la victoria, es un "aleluya" roto y helador.

La frase proviene de la canción Hallelujah (original de Leonard Cohen, versionada por Jeff Buckley y, entre otros muchos, por Bon Jovi, que era la versión que escuchaba yo ayer).

La foto es de cuando en febrero pasamos por el Imperial War Museum.

4 comentarios:

  1. Eso de la cabeza antiadherente me ha hecho mucha gracia. :-) Debemos tener una memoria muy selectiva que dice: eso no me interesa. Y punto.

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  2. Mi cabeza siempre ha sido antiadherente a la historia de nombres, fechas y batallas. L@s niñ@s y adolescentes se interesarían más por ella si realmente se explicara a partir de las vivencias de la gente, de su manera de sobrevivir, de las penas que pasaron...
    Hace unas semanas vi la Temporada 7 de Spooks y gracias a tu entrada he entendido el significado de la florecilla morada que llevaban en la solapa. Ves, con motivaciones así es como se aprenden las cosas. Palabra de maestra jeje!

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  3. ¡Este año si que me he acordado del Poppy Day! He cogido The Assassin´s Cloak y allí estaba la entrada de Virginia Woolf sobre el final de la guerra. Una gran manera de celebrar el Día del Armisticio. Me han faltado las flores...

    Por cierto, en Historia la mayoría somos freaks de recordar fechas, batallas, etc. pero a veces encontramos a faltar asignaturas especializadas en la vida cotidiana, sobretodo una dedicada al siglo XIX. Eso sí, somos pocos los que nos interesamos por estas cosas y las mujeres somos mayoria. Será que a los hombres sólo les interesa la política, la guerra y la economía. Qué pena...

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  4. Elvira: lo de la cabeza antiadherente lo digo mucho. Efectivamente, la memoria es totalmente selectiva y es impresionante cómo hay cosas que se pegan como chicle y otras que nada, Teflón puro ;)

    Guacimara: yo también pienso que la forma de acercar las cosas es a través de historias personales con las que se pueda identificar uno, pero supongo que las clases de Historia dan justo para abarcar lo que tienen que contar en términos de anexiones, batallas, tratados y demás como para añadir historias que no cambiaron el rumbo de nada (¿o sí?).

    LittleEmily: Sí, a mí también me faltó la amapolita en la solapa. A ver si algún año me entero si puedo echar la chatarrilla en alguna hucha a través de internet y que me manden una o algo.

    Sí que es una pena lo de que haya pocas asignaturas sobre la historia social y civil...

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