jueves, 25 de febrero de 2010

Nyman y McAlmont en el Palau de la Música



Soy consciente de que esta foto grande es muy parecida a la que puse después de mi anterior visita al Palau de la Música. Pero nótense las diferencias de resolución de cámara a cámara y... bueno, que no hay excusa, encuentro el horror vacui del Palau hipnótico, especialmente el de este "techo" que soy incapaz de dejar de mirar. El Palau es una maravilla, podrías estar días dentro y seguir descubriendo pequeños detalles, estoy segura. Además antes de tomar asiento anoche exploramos un poco, así que descubrimos cosas. Y, además, cualquier sitio en que te reciban ofreciéndote un Ferrero Rocher en el primer rellano de la escalera (¿nos hemos equivocado y hemos venido a la fiesta del embajador?) es un buen sitio y punto.

Hay que ver, de repente se nos acumulan los eventos. El de ayer en el Palau era parte del Festival del Mil·leni (junto con el Ferrero Rocher nos dieron el programa de todo el Festival, ya escanearé un día de estos un error en un texto que no tiene desperdicio y que nos hizo saltar las lágrimas de la risa después de unos momentos de confusión): Michael Nyman (compositor de muchas bandas sonoras, entre ellas la más conocida: la de El piano) y David McAlmont, que recientemente han colaborado en un disco llamado The Glare, que trata temas de actualidad donde McAlmont pone la voz y Nyman pone las composiciones (algunas originales, otras recicladas de trabajos anteriores) y el piano.

El disco está bien, ayer me dediqué a escucharlo de forma intensiva para ir bien preparada. Así que cuando en la primera parte del concierto "sólo" estaban en el escenario Michael Nyman y su grupo y no había ni rastro de McAlmont pensaba que mi "trabajo" (el disco está muy bien en realidad) había sido en vano. En la primera parte me habría ayudado saber a qué bandas sonoras pertenecía cada pieza, pero bueno, no se puede tener todo en la vida. Manuel me iba soplando algunas. El señor Nyman de vez en cuando hacía fotos al público de recuerdo y se sentaba pegadito al borde izquierdo de su banqueta.

En la humilde opinión de quien no sabe nada de sonido, encontré que el sonido estaba un poco "reconcentrado" (Manuel dice demasiado amplificado, no sé), los instrumentos de viento alguna vez, creo yo, se oían demasiado y pasaban por encima de los instrumentos de cuerda, pero igual esa es la idea, no lo sé.

En el intermedio no pudimos ir a explorar puesto que estábamos rodeados de gente que no se levantó por ambos lados y tampoco era plan de incordiar demasiado. No es como en Tristán e Isolda que hay que ejercitar las piernas en los entreactos, así que miramos más a nuestro alrededor y de nuevo: qué bonito es el Palau. (Hablamos del señor Millet, sí, yo le decía a Manuel que cómo alguien, entrando en esa impresionante sala, era capaz de quitarle dinero. Parece imposible).

Vino la segunda parte y salió McAlmont. Me encantó la voz y lo fácil que parece cantar cuando lo hace él. Lo más intrigante de la noche fue cuando después de una canción (no recuerdo cuál), Michael Nyman cogió su partitura, la rompió y la tiró al suelo. No entendimos de qué fue eso y al final del concierto un señor del Palau que recogía el escenario cogió los trozos y se los puso entre las demas partituras que había sobre el piano. A ver si se va a enfadar el señor Nyman por encontrarla ahí otra vez...

Manuel, que ya había visto a Nyman en anteriores ocasiones, ya me había advertido de los fans entusiastas, así que hubo muchos aplausos (merecidos, por otra parte) y dos bises. En el primer bis el grupo se quedó dentro y sólo salieron Nyman y McAlmont. McAlmont anunció que esta era su nueva canción y al momento Michael Nyman empezó a tocar la única pieza suya que me suena realmente (las otras, de Wonderland, por ejemplo, me suenan más vagamente): el tema de El piano con voz de McAlmont. Al principio encontraba que la melodía del piano, por ser tan conocida, se tragaba la melodía de la voz, pero luego me gustó mucho. Y ahora cuanto más la oigo, más me gusta: antes se llamaba The Sacrifice, ahora se llama The Coldest Place on Earth y merece la pena oírla.

En el segundo bis salió de nuevo todo el grupo y volvieron a tocar una canción de la segunda parte y yo, que durante el concierto había estado de lo más modosita sin hacer fotos, no pude resistirme a sacar brevemente la cámara (no fui la única, hubo gente que incluso utilizó el flash), con la excusa de inmortalizar el momento y... sí, probar qué tal la cámara, el zoom y el tipo de luz (y de ahí la foto de más arriba, bastante bien, creo yo). La canción de este bis fue esta, Secrets, Accusations and Charges:



Y salimos tan contentos. Además fuera no diluviaba, que siempre es un plus. Claro que eso ya lo "intuía" yo, puesto que antes de salir de casa había mirado el tiempo.

9 comentarios:

  1. Te ha quedado mucho mejor la foto con la nueva cámara, ¡qué diferencia! Da un gusto, ¿verdad?

    "cómo alguien, entrando en esa impresionante sala, era capaz de quitarle dinero. Parece imposible." La codicia es así, supongo. ¿Y los que roban dinero dedicado a causas humanitarias? Más imposible todavía me parece.

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  2. ¡Gracias, Elvira! Me alegra no ser la única que nota la diferencia entre las fotos.

    Sí, sí, claro, cuesta imaginarlo todavía más.

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  3. Me encantaría ver alguna vez en directo a Michael Nyman. La verdad que al otro que nombras no lo conocía, pero he escuchado el enlace que pones y suena muy bien.

    saluditos

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  4. De verdad, muy buenas las fotos. Mi experiencia fotográfica en el Palau ( horrorosa ) lo testifica: compraste una máquina extraordinaria.
    Por otro lado, como ya estoy mayor, yo sólo voy ya a conciertos en el Palau ( el último, The Thindersticks) o l'Auditori ( The Dubliners)u otros sitios con entrada numerada. ¡Para bailar pogos estoy yo!
    Y me ha encantado "The coldest..."¡¡con lo que me gusta el Piano. Ahora que tiene letra puedo atreverme a hacer un karaoke ;)

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  5. Lillu: ¡pues a ver si lo consigues! La verdad es que merece la pena.

    Samedimanche: jajaja, gracias por las alabanzas a la cámara, que siempre son bienvenidas :D

    Yo también estoy mayor (pero desde hace muchos años, además) porque ya sólo compro entradas numeradas. Incluso cuando fuimos al concierto de Bon Jovi en el Estadio Olímpico preferí gradas numeradas y lejanas (y más caras) a mayor cercanía caótica. Aglomeraciones y masas humanas las justas, gracias ;)

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  6. Michael Nyman!! En el Palau de la música!!! Qué suerte, Cristina!!! Me enteré tarde de que venía...en fin...
    He visto a Nyman en varias ocasiones y no me canso. Suelo regalarselo a "mi compañero de viaje" que toca el piano, así que lo disfrutamos muchísimo.
    El hombre nos parece peculiar...suele llevar calcentines rojos...en fin...Pero lo que cuentas me sorprende mucho...eso de tirar los papeles de la partitura.
    Como buen inglés, le he visto en los conciertos con bastante humor irónico...pero jamás "perdió los papeles"...en fin...
    Besos!!

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  7. ¡Qué pena, María! Porque también estuvo en Madrid, y seguro que te habría encantado. Bueno, para la próxima :)

    Yo no sé qué le pasó con la partitura esa, nos quedamos a cuadros cuando la rompió y la tiró.

    Que lo sigas disfrutando :)

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  8. El concierto en Madrid también fue increíble (yo cuando empezó a tocar sólo "The Departure/The Arrival" y luego la misma canción pero con la voz en este caso, "Secrets, Accusations And Charges" me pareció increíble o cuando tocó la banda sonora de "El Piano" que nunca la toca.. pero para mí los mejores momentos fueron "Miranda" esa canción tiene muchísima fuerza (a los que tocan los instrumentos de cuerda no se como se le salieron los hombros) y ya la tocó en el concierto que fui en 2007 Y casi se me saltaban las lágrimas cuando empezó a tocar "Time Lapse" para mí junto a las mencionadas "The Departure/The Arrival" las canciones que más me emocionan de Nyman.

    No tiene nada que ver pero muy bonitas las fotos.

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  9. Para mí, la mejor es y será, Chasing Sheep is best left for shepperds. A Nyman lo he visto ya...como 5 veces en directo...y no me canso! Yo también estaba en el concierto con Mc Almont, en segunda fila creo recordar, aunque compré el disco luego y me lo firmaron los dos :p.
    No es la primera vez que veo a Nyman tirar partituras al suelo, sin ir más lejos lo volvió a hacer poco después cuando lo vi en Sant Cugat. Pero no lo hace por mala leche ni mucho menos...

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