domingo, 14 de febrero de 2010

Variaciones

Miss Pettigrew made the tea. She put it on a tray with some biscuits and carried it to Miss LaFosse.
'You're quite right', said Miss LaFosse; 'this tea is definitely refreshing'.
Above her own fragrant cup Miss Pettigrew beamed contentedly. 'I always say, a nice, refreshing cup of tea and you're set up for hours'.

La señorita Pettigrew preparó el té. Lo puso en una bandeja con unas galletas y se lo llevó a la señorita LaFosse.
-Tienes razón-dijo la señorita LaFosse-. Este té resulta definitivamente reparador.
La señorita Pettigrew sonrió con satisfacción por encima de su olorosa taza de té.
-Es lo que digo siempre: una buena y reparadora taza de té y estás preparada para las horas que vengan.
(Traducción cutre de Miss Pettigrew mía. Además, una frase tan tonta como "set up for hours" me ha descolocado.)



Ya dije el año pasado que los primeros días de luz a la hora del té de la tarde eran demasiado tentadores como para dejarlos pasar sin fotos. Si a eso se le suma la cámara nueva, la combinación ya es de lo más poderosa. Como se ve en las fotos la atracción empezó ya cuando leía a Virginia Woolf y continuó con Miss Pettigrew. Pensaba como mucho poner una o dos fotos en el blog, pero la cita de Miss Pettigrew fue la gota que colmó el vaso.

Las galletas - que nadie se llame a engaño - no son caseras (para mí sobra la aclaración, pero por si acaso). Son los dos tipos que compré en A Taste of Home. Deliciosos ambos. El té oscuro es una de las últimas tazas de té de Navidad de la temporada y el té clarito es el blanco de vainilla de siempre. Me gusta mucho cómo - por casualidad - las galletas de chocolate correspondieron al té oscuro y las de mantequilla al té clarito.

Y mientras escribo esto, bebo otro té (bombón naranja), tomo otras galletas (estas sí caseras, pero sobre ellas más mañana), y hace sólo un rato que me he despegado del sofá, la manta y el libro. Variaciones sobre el mismo tema.

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