Como cuando vino en septiembre, he aquí un resumen fotográfico de la segunda visita oficial de la única lectora:
No habían pasado más que unas horas de su llegada a Barcelona cuando la llevé a conocer Cup & Cake y merendar allí. Esto marcaría la tónica habitual del viaje porque, visto con cierta perspectiva, creo que comimos mucho. Pero como suele pasar en estos casos, también caminamos bastante para compensar. Aunque probablemente para cancelar los efectos de una cupcake de Cup & Cake haya que hacer el Camino de Santiago o algo por el estilo.
Pareció, no obstante, que no tuvimos suficiente con la merienda y nos trajimos unas cuantas para desayunar. Tan deliciosas como la vez anterior, eso sí, y eso que las de red velvet estaban agotadas.
Después del ligero desayuno con cupcakes (ejem), nos pusimos rumbo a Sitges, para que la única lectora viera el mar desde un pueblecito costero con encanto.
Las aventuras y desventuras sitgetanas darían casi para un libro, pero como puntos álgidos destacaré el hecho de que ninguna de las dos (Manuel se quedó en casa) llevábamos bañador, que estúpidamente sólo cogí una toalla minúscula para las dos de modo que hubo que comprar otra in situ si queríamos sentarnos cómodamente en la playa, que hicimos un picnic a base de empanada (con nuestros platos y cubiertos y todo) en plena playa, que nos dimos un montón de deliciosos paseos por el borde del mar vestidas y con los respectivos bolsos al hombro (éramos como abuelillas) y que nos reímos de la señora que se ponía roja por momentos delante de nosotras y que había llegado después que nosotras sin asociar con ello que podía ser que nosotras también nos estuviéramos quemando.
Obviamente nos quemamos, fuimos enrojeciendo a velocidad de vértigo (al menos así lo vimos) desde que decidimos levantar el campamento playero y para cuando llegamos a casa parecíamos cangrejos y no podíamos dejar de exclamar ante las diferentes zonas chamuscadas.
Para compensar pusimos Bringing Up Baby (La fiera de mi niña) y la acompañamos con una "bebida rara" comprada la tarde anterior en la Delishop que nos llamó la atención por la botella tan chula. Después de la experiencia de la Fritz-Kola, teníamos ciertos temores, pero la Aranciata de Abbondio (marca italiana) resultó estar bastante rica.
Y la botella perfecta para la creciente "selección" de botellas (Manuel no me deja decir colección porque eso, por lo visto, implica completismo y afán de conseguir todas las botellas del mundo). (De Madrid también nos trajimos una botella chula de Coca Cola edición especial Año Jacobeo).
Más comida, esto ya al día siguiente, de postre. Decidí llevar a la única lectora a la heladería italiana de las Ramblas - Amorino - y, como respuesta a su solicitud de cucurucho de vainilla, le dieron esto. Quedamos impresionadísimas por el heladero escultor.
De tienda en tienda llegamos a la siempre irresistible Happy Pills (que en nuestras caminatas fuimos viendo que tiene ya varias tiendas, siempre pequeñitas, por toda Barcelona). Los botecitos que la única lectora fabricó para llevar de regalo luego dieron muchísimo mientras pasábamos el rato en la Ciudadela. Lo que se entretiene una con dos botecitos monos de chucherías y una cámara de fotos...
Estábamos tan enganchadas a las fotos que cuando una paloma me dejó un recuerdo nada entrañable en el brazo en lugar de limpiarlo ipso facto lo documentamos (pero subir la foto aquí ya me ha parecido excesivo).
Después: Toy Story 3 (o Tory Story como decía mi sobrino en Madrid y que siempre me hacía muchísima gracia porque sonaba a parodia de los resultados de las recientes elecciones del Reino Unido. Es un vídeo que alguien tiene que hacer, sin duda), que nos encantó, preciosas vistas de mar, luna y nubes y cena opípara.
Por último, al día siguiente, haciendo tiempo antes de acompañar a la única lectora a la estación, nos refugiamos en el remanso de paz que es el Turó Park.
Fin del resumen de la segunda visita oficial de la única lectora. A ver para cuándo la tercera...
qué hambre de cupcakes ahora!!!!
ResponderEliminarHola Cristinita! He estado 15 días de vacaciones y hoy estoy entre la lavadora y la plancha. Mañana comienzo a trabajar de nuevo y espero que, siendo agosto, serrá un mes tranquilito que me permitirá ponerme al día en tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy fan de tus crónicas "dulces": visitas a pastelerías, etc. También me río con los comentarios q pones de Manuel. Por aquí hay alguien que se identifica con él, ja, ja.
ResponderEliminarMuy bueno este post. Me he reído y disfrutado como si yo fuese la tercera dama victoriana por Sitges.
Hola, cuando contabas el paseo por la orilla, me ha venido a la cabeza el cuadro de Sorolla en versión moderna.
ResponderEliminarMmm el "Cupcakes" amenaza a toda la plobación del mundo mundial, cuando paso cerca he de pensar en otra cosa...como que con el calor se despachurran y vas y pones esa fotooo ten compasión de una cojitaa.
Que bonito esta el Turó Park, a ver si pronto puedo ir, esta verde o ya esta sequito? en la foto se ve muy bien.
¡Pero cómo te han quedado los nenúfares, preciosos!!!! Pensé que ya no quedarían flores en agosto.
ResponderEliminarY ese helado-rosa a mí también me ha impresionado. Parece que lo habéis pasado genial, me alegro. :-)
Ya echaba de menos tus crónicas. Por cierto, que en la visita de una amiga bloguera, littleEmily nos llevó a provar los cupcakes (ejem?) y están de rechupete! Son un pecado de buenos que están. Provamos la red velvet, uno de chocolate, otro de vainilla y coco, y el de manzana y nueces... Mmm!
ResponderEliminarQué pasada de helado! Es precioso! Y me ha encantado lo de las Happy Pills. Esos potecitos los hizo la única lectora? Felicidades! Son chulisimos!
Madre mía, ¡qué pinta tienen esos cupcakes Cristina!
ResponderEliminarVeo que a la única lectora también le gusta el helado de vainilla. Me apuntaré el nombre para ver si hacen esas obras de arte a todos los clientes ;) ¡Qué pinta los cupcakes!
ResponderEliminarLo de la paloma me ha parecido muy friki jajaja. Estos días casi me fractura un hombro una fruta en la Ciutadella pero no se me ocurrió documentarlo.
Me ha encantado vuestra visita victoriana a Sitges, os imagino haciendo ese picnic de empanada en la playa, vestidas y con cubiertos. ¡La cara que debían poner los de alrededor! Preciosas fotos, en especial la de los nenúfares.
ResponderEliminarEn la próxima visita, deberías llevar a la única lectora al Maresme. Yo estuve ayer, no en la playa, sino hacia el interior, en la montaña entre pinos, con vistas al mar bien azul. Es una delicia.
Andrea: sí, a mí también se me hizo la boca agua. Ya quedan muy lejos...
ResponderEliminarMar: qué bien lo de las vacaciones. Espero que hayas repuesto energías, ya contarás. Me alegra verte de nuevo por aquí :) (Me ha hecho gracia lo de "Cristinita": algunas de mis primas me llaman así a veces en plan de broma, no de forma habitual...).
Prima de Audrey: jajaja, se lo diré a Manuel :D El momento damas victorianas fue divertidísimo, pero curiosamente no pasamos vergüenza ni nada :)
Ángeles: qué bueno lo del cuadro de Sorolla. Pues sí, ahí estábamos, actualizándolo :D
"Compasión de una cojita"... jajaja... ¡pobre! Pero como decía más arriba también me puse los dientes largos a mí misma cuando subí la foto y ahora cada vez que la veo ;)
El Turó Park estaba verde y lleno de vegetación. Un verdadero oasis :)
Elvira: muchas gracias por lo de los nenúfares. Había algunos, sí. De este color y de los blanquitos. Son preciosos.
Sí, lo pasamos de maravilla, la verdad.
Guacimara: jajaja, así que todos llevamos a los visitantes al antro de perdición que es Cup & Cake, qué bueno. Pero es que son un éxito, ¿verdad? Qué ricos los que tomásteis. De los que mencionas me queda por probar el de vainilla y coco.
Lo de las Happy Pills es una tienda de chucherías en la que tienen varios recipientes tipo medicina y tú los rellenas como quieras, luego eliges una de las muchas pegatinas con mensaje que tienes para elegir y listo. Apúntalo para tu próxima visita, es una tienda chula.
Bealwaysyou: buena pinta y buen sabor, créeme... ;)
LittleEmily: sí, también es fan de la vainilla. Y la de esta heladería ("vainilla de Madagascar") es como caída del cielo. Pásate por allí. Ya te aviso de que la obra de arte en tarrina - que es lo que yo tomo siempre - no la hacen. Pero obra de arte o no todos los sabores que he probado son una delicia (y nunca me puedo resistir a los bien llamados "pistachos de Bronte" (una región de Sicilia). Deliciosos también).
Lo de la paloma fue friki total, no lo voy a negar. Pero lo tuyo fue peor... ¡vaya susto!
Elena: jajaja... lo mejor del picnic y visita a la playa victorianos fue que los de al lado - que viéramos nosotras al menos - ni se inmutaron. También había poca gente (el día estaba medio nublado). Pero fue divertido, sí.
Gracias por lo que dices de las fotos y por la sugerencia, de la que tomo nota. Desde luego debe de ser preciosa la excursión :)
Qué hambre de cupcakes...
ResponderEliminar¡Nunca había visto que se pudiera colocar de esa forma un helado! ¡Qué detallazo!
Las fotografías, como siempre en tu blog, de lo más cuidadas. No te lo he dicho nunca pero me encantan. :)
Yo tampoco había visto nunca lo del helado, pero me encantó.
ResponderEliminarY muchas gracias por lo que dices de las fotos :)