domingo, 23 de noviembre de 2008

Aloma

Ayer tuvimos evento cultural, así que nos quedamos sin tarde de repostería. Y la semana que viene, por viaje relámpago a Madrid, tampoco habrá.

El caso es que el evento de ayer sirvió para cerrar perfectamente nuestro año Rodoreda. Acabamos 2007 viendo la adaptación teatral de La plaça del Diamant en el TNC, leí la novela poco después, me hice con Mirall trencat (aunque aún no lo he leído), vimos la exposición de La mort de la innocència y ayer volvimos al TNC para ver la adaptación musical de Aloma de Dagoll Dagom.

Dagoll Dagom tiene actores habituales y la adpatación de ayer no era menos: viejos conocidos de Mar i cel y de Boscos endins volvieron a aparecer ayer sobre el enorme escenario del TNC.

Debo confesar que, de camino al teatro, comentábamos que ninguno de los dos conocía nada de la historia. Yo decía que me sonaba ligeramente que Aloma era un nombre de chica, pero más allá de eso no sabíamos qué esperar. Al final resulta que, por lo (poco) que conozco de Mercè Rodoreda, la historia era muy típica suya y la adaptación, incluso tratándose de un musical, tiene pinta de ser bastante fiel a una historia que se hace amena, pese a ir siendo más triste por momentos.

La música está bien, bastante tranquilita. La mayoría de los musicales tienen una especie de "canción bandera" que los "resume", pero en este caso la única canción que se repite un par de veces no es memorable ni en ese sentido (de "pegajosa") ni en el sentido de ser la mejor del musical. Manuel se retorció de dolor en su asiento al oír la rima "...tonto ...Toronto". Yo le intenté convencer de que el musical, las letras, las coreografías, son muy del estilo de los musicales de Hollywood de la época en que sucede, cuyas letras tienen rimas/letras no tan diferentes, pero él siguió espantado igual.

A mí creo que me gustó más la historia como adaptación teatral que como musical, pero salí contenta. Los actores estaban todos bien, como era de esperar, pero sobre todo me gustó mucho la puesta en escena.

Nos quedamos con la intriga de si el fan de Anna Moliner que no llegó a tiempo (por suerte, creo) de tirarle el inmenso ramo de flores que traía al escenario al final de la representación se volvió a casa compuesto y con su ramo o si pudo pasarse por su camerino a entregárselo en persona.

Por cierto que, ya para acabar y por si alguien quiere saber más, la web del TNC tiene mucho contenido multimedia del musical.

3 comentarios:

  1. Me he reído mucho con el espanto de Manuel. Este verano he leído Mirall trencat... pero no te anticipo nada. Espero a ver qué nos cuentas tú, que eres la experta en reseñas literarias. Ya te comentaré luego. :)

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  2. Hola Cristina,

    Me gusta tu blog. Lo comencé a leer hace unos días y pienso seguir haciéndolo.

    Te invito a pasar (y a quedarte) por el mío:

    http://cafeylecturas.blogspot.com

    Saludos

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  3. Elvira: gracias por lo de "experta en reseñas literarias", pero ni de lejos. Pero bueno, que en cuanto lea Mirall trencat, y ahora me has picado mucho la curiosidad, ya escribiré qué tal por aquí.

    Cristian: pues bienvenido. Voy a echarle un ojo a tu blog.

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