miércoles, 31 de diciembre de 2008

Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite

Justo a tiempo: ayer, entre idas y venidas, aquí y allá, mientras esperaba casi una hora en la peluquería, de vuelta a casa y, por fin, en el sofá, conseguí terminar Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite. No eran prisas por incluirlo entre los libros de 2008, sino que el libro estaba de lo más interesante. De forma sosegada y tranquila, sí, pero interesantísimo y lleno de coincidencias tanto internas como externas.

Es un libro muy curioso: podría decirse que epistolar, siempre teniendo en cuenta que las dos protagonistas sólo llegan a enviarse una carta por correo, las demás que escriben las guardan para intercambiarlas en persona.

Esas dos protagonistas, Mariana y Sofía (a mí me caía mejor Sofía, quizá porque me la imaginaba, correcta o equivocadamente, muy parecida a la propia Carmen Martín Gaite), fueron muy amigas de niñas, pero con la edad y un malentendido en concreto se distanciaron, hasta ahora, que se encuentran por casualidad en una exposición. El encuentro casual da pie a una de las expresiones más repetidas del libro. Y de lo más acertada, cualquiera que se haya propuesto ir a comprar algo muy concreto o que haya ido a dar una vuelta sin intención de comprar nada entenderá sin ninguna duda lo que quiere decir "la sorpresa es una liebre, y el que sale de caza nunca la verá dormir en el erial".

Y así, en cartas y cuadernos no enviados se van poniendo al día, volviendo atrás, recordando, pero también hablándose de su día a día. Un día a día de lo más Carmen Martín Gaite también, con reflexiones sobre todo tipo de asuntos. A veces me tenía que recordar que lo que estaba leyendo era una novela y no, otra vez, sus Cuadernos de todo. Y es que el libro está lleno de apuntes de ese tipo, todos con expresiones puramente Gaite.

Creo que este libro, empezado a en 1984 y terminado por fin en 1992, fue el primero que publicó Carmen Martín Gaite tras la muerte de su hija Marta (no lo aseguro), de ahí su dedicatoria y, sobre todo, creo yo, el hecho de que las dos hijas de Sofía estoy bastante segura de que sean reflejos suyos.

El libro incluye muchas referencias que casi me tomaba como guiños personales: bastantes menciones y comentarios sobre Nueva York, Madrid y Barcelona, referencias constantes y quizá algún que otro préstamo de Cumbres borrascosas y Emily Brontë... hasta llegar a un párrafo que reúne, en pocas líneas, muchos de mis intereses. Me dejó boquiabierta que Carmen Marín Gaite escribiera:

Anochecía. Recuerdo que iba llorando de rabia por la calle Aribau, mirando hacia los balcones y acordándome de Andrea, la protagonista de Carmen Laforet, que vivía por allí, y me gustaba imaginar que podía encontrármela y cogerme de su brazo como del de una amiga antigua. Tal vez estaba a punto de volver a aquella casa donde vivían sus parientes, un ambiente opresivo que a ti, Sofía, te recordaba al de Cumbres borrascosas; y ella llegaba allí después de haber estado deambulando sin rumbo por la ciudad, con su trajecillo raído, se paraba vacilante ante el portal de la casa, le daba pereza subir a encerrarse, yo la llamaría: "¡Andrea!" y nos reconoceríamos de inmediato.


Y es cierto que mucha gente opina que Nada recuerda a Cumbres borrascosas. Y yo tampoco puedo evitar curiosear las fachadas de las casas de la calle Aribau siempre que paso por ellas, intentando decidir qué casa sería - si es que era alguna en concreto - la que Carmen Laforet tenía en mente. Me gustó muchísimo ese párrafo.

También habla bastante de los diarios de Katherine Mansfield, que este año ya han hecho varias apariciones en blogs y demás, y empieza a picarme mucho la curiosidad, la verdad.

En 2009 seguiré leyendo, sin duda, a Carmen Martín Gaite, que aún quedan en la estantería muchísimos libros suyos sin leer (por no hablar ya de relecturas). Además se supone que este año deberían salir a la venta también el segundo y el tercer volumen de sus obras completas. El segundo dijeron que planeaban sacarlo para finales de enero pero yo hace unos días escribí a Galaxia Gutenberg para preguntar y, de momento, recibí el silencio por respuesta.

5 comentarios:

  1. Carmen Martín Gaite es una de mis escritoras españolas favoritas. He leído alguna de sus novelas, y me gustan, pero sobre todo me gustan sus ensayos sobre literatura y sobre todo lo demás.

    Leí , y conservo, una versión creo que expurgada por su marido, del Diario de Katherine Mansfield, otra de mis escritoras favoritas inglesas de siempdre. Muy interesante, es el diario de una escritora. Me gustaría leer una versión más completa, si existe o está publicada.

    Feliz año 2009 a todos!!

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  2. A mí sus ensayos también me gustan mucho. Los escribe tan amenos y tan accesibles que da gusto.

    Yo de Katherine Mansfield no he leído nada y creo que tengo que ponerle remedio pronto, que no por nada Virginia Woolf decía que era la única prosa que envidiaba (o algo así). Y lo que he leído del diario (que salía a veces en mi libro de diarios), lo que cuenta CMG y ahora lo que me cuentas tú más todas las veces que ha salido a relucir aquí y allá en 2008 me pica mucho la curiosidad. Tengo que indagar en Amazon a ver qué hay.

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  3. Me ha gustado mucho tu reseña, Cristina. No sé qué me pasa estos días (¿serán las digestiones pesadas?) que no aguanto mucho rato leyendo. A ver si vuelvo con fuerzas renovadas. :)

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  4. Ufff... es que en estas fechas leer es dificilísimo, tienes razón. Pero bueno, que leer tampoco tiene que ser una obligación, así que tómatelo con calma y haz lo que te apetezca :)

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  5. Feliz Año!! Me encanta la portada de este libro. He leido traduciones de Carmen Martin Gaite, me falta leer sus libros. Anoto este de inmediato. Y por lo que dices creo que me va a gustar. Qué tengas un muy feliz año nuevo lleno de momentos de té y lecturas, of course.

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